Mundo
Israel: cinco posibles desenlaces de las elecciones parlamentarias
El bloque de derecha del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, está a poca distancia de la mayoría de 61 escaños en la Knesset israelí.
El primer ministro Benjamin Netanyahu no logró asegurar una sólida mayoría parlamentaria en las elecciones del martes en Israel, en una campaña que se caracterizó por mostrar el efectivo despliegue de la vacuna contra el nuevo coronavirus como un triunfo personal.
Sin embargo, una posible alianza con Naftali Bennet, exministro de Defensa, líder del partido de extrema derecha Yamina, podría convertirlo en el eventual ganador.
De no ser así y de mantenerse los resultados, esta será la cuarta vez en dos años que Netanyahu no logra obtener el apoyo suficiente para formar un gobierno de derecha estable. Lo que prolongaría la crisis política en Israel y por supuesto el juicio por corrupción en contra del primer ministro israelí.
El Likud de Netanyahu es fácilmente el partido más grande con 30 escaños, pero eso es menos que los 36 de marzo pasado y sería el rendimiento más bajo del partido desde 2015.
Si el bloque de centro-izquierda mantiene su mayoría de 61 escaños después de que se cuenten todos los votos, podría nombrar un nuevo portavoz y tomar el control de la Knesset. También podría aprobar una ley, dirigida a Netanyahu, para prohibir que cualquier miembro que esté bajo acusación penal sea primer ministro.
Por tal razón, un abanico de posibilidades cobijan el futuro de Israel:
1. Netanyahu podría intentar llegar a la mayoría convenciendo a uno o dos miembros de un partido conservador separatista, liderado por Gideon Sa’ar y compuesto principalmente por exmiembros del Likud, para que se unan a él. Ese es el camino más simple hacia un gobierno de mayoría, pero parece poco probable en este momento.
2. Netanyahu podría presionar al partido islamista Ra’am, dirigido por Mansour Abbas, para que apoye a un gobierno minoritario liderado por el Likud a cambio de políticas que beneficien a la población árabe de Israel. Aunque este escenarios nunca antes visto ya se ha mencionado, muchos aliados de derecha se niegan a unirse a un gobierno respaldado por Abbas.
3. Yair Lapid , líder del partido centrista Yesh Atid, que ocupa el segundo lugar con 18 escaños, podría intentar formar un gobierno. Es poco probable que eso tenga éxito porque requeriría que Sa’ar se uniera a un gobierno respaldado por los partidos árabes, lo que ha prometido no hacer.
4. Naftali Bennett, líder del partido de derecha Yamina, podría cambiar de bando para intentar formar una coalición con el campo anti-Netanyahu. A pesar de ganar solo siete escaños, podría exigir convertirse en primer ministro porque Lapid y otros líderes de centro izquierda cederían motivados para derrocar a Netanyahu a cualquier costo. Sin embargo, es poco probable que abandone el bloque de derecha en el que se encuentra actualmente.
5. Un estancamiento que conduciría a la quinta elección desde abril de 2019. Al parecer es el escenario más realista hasta el momento. Netanyahu seguiría siendo primer ministro en el período interino.
Se espera que el Comité Central de Elecciones presente los resultados formales el 31 de marzo, dando a las partes la posibilidad de presentar apelaciones o solicitar investigaciones sobre fraude o errores de conteo en lugares de votación específicos.
Una sorpresa
Israel despertó el miércoles con una gran sorpresa tras las elecciones legislativas: la entrada al Parlamento de un pequeño partido islamista cuyo apoyo podría ser crucial para formar gobierno.
Las encuestas a la salida de urnas no apostaban mucho por Mansur Abas, pero a medida que se hizo el escrutinio de votos, se vio con claridad que su partido, Raam, entraría al Parlamento.
Según el conteo de 90% de los votos, Raam obtuvo al menos 155.000 votos de los 4,42 millones sufragados. O sea al menos 3,5%, por encima del umbral de 3,25% que permite a una formación entrar a la Knesset.
Según proyecciones, ese resultado daría cinco diputados a la formación de Abas, que en los últimos meses abandonó la “Lista unida” de los partidos árabes para realizar su propia campaña.
Con información de AFP.