Mundo
Israel confirma un elevado número de soldados muertos por cuenta de fuego amigo
Otros han fallecido por culpa de accidentes causados pro sus propias tropas.
Al menos 20 de los 105 militares de Israel muertos desde el inicio de la ofensiva contra la Franja de Gaza han fallecido por fuego amigo o en accidentes, según nuevos datos publicados este martes el ejército de ese país.
Así, al menos trece militares murieron en ataques llevados a cabo por Israel tras ser confundidos con milicianos palestinos, incluidos incidentes en los que fueron objetivo de bombardeos, disparos de carros de combate y disparos efectuados con otro tipo de armamento.
A ellos se suman dos soldados muertos en incidentes en los que vehículos blindados atropellaron por error a tropas, mientras que otros dos fallecieron por el impacto de metralla de explosivos activados por el Ejército de Israel en Gaza.
Además, un soldado murió tras ser alcanzado por error por disparos efectuados contra un sospechoso, mientras que otros dos fallecieron por accidentes durante los disparos, tal y como ha recogido el diario ‘The Times of Israel’.
Lo más leído
El Ejército de Israel recoge en su página web los nombres de los 105 militares muertos en combate desde el inicio de la ofensiva en la Franja de Gaza, que se suman a otros 329 muertos durante los ataques ejecutados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), que dejaron cerca de 1.200 muertos y unos 240 secuestrados.
Asimismo, recalca que 1.645 militares han resultado heridos desde los citados ataques, incluidos 582 en combates en la Franja. Entre ellos hay 133 que se encuentran en estado grave, cifra que asciende a 261 sobre el total, incluidas las víctimas de los asaltos de Hamás.
Israel lanzó una ofensiva contra Gaza tras los ataques de Hamás que ha dejado hasta ahora más de 18.200 palestinos muertos, según los datos de las autoridades gazatíes, controladas por el grupo islamista. Asimismo, cerca de 260 palestinos han muerto a manos del Ejército o en ataques por parte de colonos israelíes en Cisjordania y Jerusalén Este.
Hamás condiciona la liberación de rehenes en Gaza a la negociación
Las autoridades israelíes reiteraron que van a intensificar los combates, pese a que el balance de muertos sigue aumentando en Gaza, donde según las últimas cifras del ministerio de Salud de Hamás han muerto al menos 17.997 personas, en su mayoría mujeres y menores.
La guerra continuará “el tiempo que haga falta para asegurar que Hamás no pueda hacer daño nunca más a nuestro pueblo”, afirmó el portavoz del gobierno israelí, Eylon Levy.
Israel prometió erradicar a Hamás tras los ataques sin precedentes del 7 de octubre, cuando los milicianos de ese grupo traspasaron la frontera y mataron a unas 1.200 personas y secuestraron a unas 240, según las autoridades israelíes.
Unos 137 rehenes continúan en Gaza, dijo Israel el sábado. Hamás aseguró el domingo que ninguno de ellos saldrá “vivo” de Gaza “sin un intercambio y una negociación, y sin cumplir las exigencias” del movimiento islamista, que gobierna el territorio palestino. Catar, principal mediador entre las dos partes, aseguró que los esfuerzos por un nuevo alto el fuego y más liberaciones de rehenes “continúan”, pero advirtió que los bombardeos israelíes están “reduciendo” las posibilidades.
El movimiento islamista indicó que Israel lanzó una serie de “ataques muy violentos” el domingo temprano contra la ciudad sureña de Jan Yunis y la carretera que conecta esa localidad con Rafah, cerca de la frontera con Egipto.
El ejército israelí indicó que 98 soldados han muerto en su ofensiva. El domingo afirmó que atacó más de 250 objetivos en 24 horas, entre ellos centros de Hamás y “entradas de túneles subterráneos” en el sur de Gaza. Según ambas partes, los combates entre los soldados y los milicianos palestinos se concentran principalmente en la región de Jan Yunis, en Jabaliya (norte) y en la ciudad de Gaza (norte).
Por su parte, Hamás siguió disparando cohetes hacia Israel. La gran mayoría fueron interceptados. El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió que “la situación evoluciona rápidamente hacia una catástrofe” que podría tener consecuencias “irreversibles para los palestinos” y para la región.