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“Israel será alcanzado por 2.000 misiles al día en una guerra futura”: general de las FDI
Uri Gordin hizo estas declaraciones durante la Conferencia de B ́ Shevat en Jerusalén, mientras el país se prepara para ir a las urnas.
“Saben que no pueden derrotarnos en el campo de batalla, por lo que intentan mover la guerra a un segundo frente, que son nuestros hogares y nuestras ciudades, Israel sufrirá una avalancha de 2.000 cohetes y misiles todos los días durante una futura guerra con Hezbollá en el Líbano”, dijo el general de División del Comando del Frente Interior, Uri Gordin. Hablando en la Conferencia de B’Shevat en Jerusalén, Gordin dijo que unos 2.000 cohetes y misiles serán disparados contra Israel todos los días y desafiarán las capacidades de defensa civil y militar de Israel.
“Nuestros enemigos en los diferentes frentes necesitan saber que, si es necesario, activaremos un ejército poderoso que nunca antes se había visto”, dijo Gordin y añadió que el frente interno israelí es resistente y ha demostrado su valor en el pasado. Israel cree que Hezbollah tiene un arsenal de aproximadamente 150.000 cohetes y misiles, algunos de los cuales tienen la capacidad de atacar en cualquier parte del país.
Elecciones parlamentarias en Israel
Estas declaraciones se dan durante la recta final de las elecciones parlamentarias en el país y serán las cuartas elecciones en menos de dos años. En esta oportunidad, en el marco de un intenso programa de vacunación contra el covid-19, convertido en una pieza clave en la campaña del primer ministro, Benjamín Netanyahu.
El 2 de marzo de 2020, el coronavirus empieza a provocar estragos en Oriente Medio, en momentos en que los israelíes están convocados a las urnas por tercera vez en algunos meses, luego de que los diferentes partidos no lograran acordar un gobierno de coalición. Israel, que apenas había constatado un puñado de casos de covid-19 se convirtió en el primer país del mundo en realizar una consulta de importancia durante la pandemia. Un año más tarde, los israelíes vuelven a las urnas el 23 de marzo aunque el covid-19 siga más presente que nunca. Pero, esta vez, con el gobierno concretando una rigurosa campaña de vacunación gracias a un acuerdo que le ha asegurado un suministro dinámico de dosis de los laboratorios Pfizer/BioNTech, a cambio del suministro de datos biomédicos sobre los efectos de la vacuna.
Actualmente, más de cuatro millones de israelíes (45% de la población) ya han recibido las dos dosis de la vacuna de Pfizer, en un país criticado por suministrar un pequeño número de dosis a los palestinos. “¿Saben cuántos primeros ministros y presidentes llaman a Pfizer y Moderna? No les responden, pero atendieron mi llamada y los convencí de que Israel sería un modelo para la vacuna. ¿ Quién continuará con ello? Ni Lapid, Bennett o Gideon”, dijo Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, esta semana.
En los últimos tres escrutinios, el Likud (derecha conservadora) de Netanyahu terminó casi empatado con “Azul-Blanco”, partido centrista del excomandante en jefe del ejército, Benny Gantz. Con el objetivo de unir al país contra el coronavirus, Gantz formó una coalición de gobierno con Netanyahu. Este gabinete no llegó muy lejos y se disolvió a los siete meses. Netanyahu no tiene ahora un opositor, sino tres: el centrista Yair Lapid, el conservador Gideon Saar y Naftali Bennett. Según los últimos sondeos, Netanyahu lidera con 27-30 escaños de los 120 del parlamento, 17-20 para Lapid, una docena para el partido Yamina de Bennett, una decena para Saar, y el resto diluido entre varias formaciones.
Hace un año, Benny Gantz estaba a la cabeza de las encuestas. Hoy, el general israelí está seguro de que el 23 de marzo va a lograr muy pocos escaños en el Parlamento, lo que supone un duro revés para quien quería acabar con la era de Benjamin Netanyahu.