COVID-19
Israel sin tapabocas: el video que publican para celebrarlo
Al margen de la celebración, se anunció un contrato con el gigante farmacéutico estadounidense Pfizer para vacunar a la población restante.
Israel firmó este lunes un contrato con el gigante farmacéutico estadounidense Pfizer, que le permite obtener, una vez más, millones de dosis de su vacuna contra la covid-19, de acuerdo con un comunicado conjunto de la oficina del primer ministro y el Ministerio de Salud. El anuncio lo hizo al tiempo que se levantó la medida que obligaba a portar tapabocas en lugares públicos.
Casi cinco millones de israelíes, o sea más de la mitad de su población, ya han recibido dos dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech, según revelan las estadísticas publicadas este lunes por el Ministerio de Salud. “Hemos firmado un acuerdo con Pfizer para comprar millones de dosis de su vacuna, que nos permitirán seguir luchando contra el coronavirus hasta finales de 2022”, señala el texto.
Con 9,2 millones de habitantes, Israel despliega la campaña de vacunación más intensa del mundo desde finales de diciembre, logrando salir gradualmente de su tercer confinamiento a comienzos de febrero. Para celebrar el fin del tapabocas en espacios públicos, el gobierno de ese país publicó un video en su cuenta oficial en español.
Este es el video:
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Como intercambio por un acceso rápido a millones de dosis de la vacuna de Pfizer, Israel, que ha digitalizado los datos sanitarios de toda su población, proporciona al laboratorio información sobre los efectos de la inoculación. “Si no nos enfrentamos a una sorpresa con variantes que la vacuna no combate, estamos en condiciones de vacunar a toda la población, tanto adultos como niños”, afirmó el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu en el comunicado oficial.
Israel, que ha constatado 837.199 infectados y 6.340 muertes, ha visto una disminución de la epidemia desde hace varias semanas, con menos de 200 nuevos casos cotidianos, contra más de 10.000 en el momento mas difícil de la crisis sanitaria.
Desde hace un año, los israelíes no podían salir de casa sin el tapabocas. Pero este domingo dejaron de tener que llevarlo en exteriores, lo que podría ser indicio de una primera “victoria” contra el coronavirus en el país. En el cruce de las calles Jaffa y King Georges, varios pasajeros salen de los autocares y del tranvía y se quitan la mascarilla (tapabocas) al poner un pie en la calle. Dentro de los transportes es obligatorio su uso, pero fuera, al aire libre, ya no.
Eliana Gamulka, rubia y de ojos azules, se apea del autobús y se ata su mascarilla amarilla a la muñeca derecha. Un gesto simple, pero que desde hacía un año era ilegal. “En el bus llevaba la mascarilla, la mayoría de la gente la llevaba puesta, y luego me la he quitado [...] Estoy aliviada, podemos volver a vivir”, comenta Eliana, gestora de proyectos de 26 años, feliz porque la medida ha entrado en vigor dos semanas antes de su boda. “¡Podremos celebrarla todos sin mascarilla y las fotos serán bonitas!”. La parte mala, bromea Eliana, es que “ya no se puede fingir que no se conoce a alguien por la calle”.
Otros pasajeros, en cambio, prefieren dejarse la mascarilla puesta al salir del bus, o se la dejan a la altura de la barbilla para poder ponérsela rápidamente al entrar en alguna tienda. Ester Malka, “acostumbrada” a llevar mascarilla, prefiere esperar antes de quitársela en plena calle. “Todavía tengo miedo [...] Veremos qué pasa cuando todo el mundo se haya quitado la mascarilla. Si veo que todo va bien dentro de un mes o dos, entonces me la quitaré”, explica la oficinista.
El país pudo dar este paso, el jueves por la noche, gracias a una intensa campaña de vacunación, facilitada por un acuerdo firmado entre en el estado y el gigante farmacéutico Pfizer. A cambio de un acceso rápido a millones de dosis de la vacuna, Israel aportó a Pfizer datos reales sobre el efecto de la vacunación. En Israel, los datos médicos de la población están digitalizados.
“Publicidad para Pfizer”
Desde diciembre, casi cinco millones de israelíes (el 53 % de la población) recibió las dos dosis de la vacuna, es decir, el 80 % de la población mayor de 20 años, según los datos oficiales del país, en el que se reportaron unos 836.000 casos de covid-19 y más de 6.300 decesos.
En enero, Israel registró un pico de 10.000 casos diarios a pesar de la campaña de vacunación, pues los efectos del inmunizante no se empiezan a sentir hasta que no pasan unas semanas desde la inyección. Desde ese momento, la curva empezó a doblegarse, por lo que las autoridades permitieron la reapertura de bares, restaurantes y cafeterías a principios de marzo.
En los últimos días, el país solo ha registrado unos 200 casos diarios. “No hay mejor publicidad para Pfizer”, afirma, bromeando, Shalom Yatzkan, un informático de unos 40 años, que se contagió de covid-19. “Estuve enfermo durante tres días, me dolía el cuello, me sentía débil [...] pero esto es una victoria”, afirma, contento, y esperanzado en que “las variantes no nos acaben alcanzando”.