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Israel se declara como Estado Nación de judíos para judíos

El proyecto, aprobado en la mañana de este jueves, es uno de los proyectos de ley más controvertidos en la historia de Israel. Establece el hebreo como única lengua oficial y Jerusalén como capital oficial del país. La oposición asegura que discrimina a los árabes israelíes, que representan el 17,5% de la población.

19 de julio de 2018
Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, fue uno de los primeros en celebrar la aprobación de la ley | Foto: AP.

El Parlamento israelí adoptó este jueves una ley que define a Israel como el "Estado nación del pueblo judío", un polémico texto que suscita acusaciones de "racismo" hacia la minoría árabe, a pesar de la enmienda a un controvertido artículo.

La ley, adoptada por 62 votos a favor y 55 en contra, estipula, entre otras cosas, que el hebreo se convierte en la única lengua oficial de Israel, un estatuto que compartía anteriormente con el árabe, y afirma que "los asentamientos judíos (en Israel) son de interés nacional". Proclama asimismo que Jerusalén es la capital de Israel, incluyendo la parte oriental de la ciudad anexada. 

Sin embargo, los Estados del sistema internacional tienen otra opinión frente a Jerusalén. Desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se estipuló, años atras, que el estatuto de la ciudad no se puede resolver antes de que el conflicto palestino-israelí acabe. El Islam y el Cristianismo, además del Judaísmo, tienen parte de sus lugares sagrados en los territorios que hoy el Estado israelí se adjudica como propios. Donald Trump, presidente estadounidense, declaró al principio de este año que, para él y para su país, Jerusalen era la capital. Su impulso fue clave para que hoy, meses después, el parlamento israelí lo declare como ley. 

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El texto define "el Estado de Israel como el Estado nacional del pueblo judío donde este aplica su derecho natural, cultural, religioso, histórico así como su derecho a la autodeterminación". El artículo más controvertido, que mencionaba la posibilidad de crear localidades exclusivamente reservadas para los judíos, lo cual excluía a los ciudadanos árabes israelíes, fue objeto de una enmienda.

Los árabes israelíes son descendientes de los palestinos que se quedaron en sus tierras tras la creación de Israel en 1948. Representan el 17,5% de la población del país, mayoritariamente judía, y dicen ser víctimas de discriminaciones. El texto enmendado afirma que "el Estado considera que el desarrollo de los asentamientos judíos es de interés nacional, y que el Estado tomará medidas para alentar, hacer avanzar y servir a dicho interés". 

La formulación inicial levantó numerosas críticas, entre ellas, del presidente, Reuven Rivlin, del fiscal general, Avishai Mandelblit, y de la delegación de la Unión Europea en Israel, que denunciaron el carácter discriminatorio del texto.

"Muerte de nuestra democracia"

El nuevo artículo, más impreciso, recibió fuertes críticas de la oposición. El diputado árabe Ayman Odeh enarboló durante el debate una bandera negra en la tribuna para dar testimonio de "la muerte de nuestra democracia". Otro diputado árabe, Yusef Jabareen, afirmó que esta ley alentaba "no solo la discriminación sino también el racismo, y perpetuará el estatuto de inferioridad de los árabes en Israel". El Estado hebreo actúa como "un movimiento judío y colonial, que prosigue la judaización de la tierra y continúa robando los derechos de sus propietarios".

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El primer ministro, Benjamín Netanyahu, celebró esa votación. "Es un momento decisivo en la historia del Estado de Israel que inscribe en el mármol nuestra lengua, nuestro himno y nuestra bandera", proclamó tras el voto. 

Durante los debates, el diputado del Likud -el partido de Netanyahu-, Avi Dichter, el ponente de la ley, dijo a los diputados árabes: "Ustedes no estaban aquí antes que nosotros y no se quedarán aquí después que nosotros. Hemos aprobado esta ley fundamental para impedir la mínima voluntad o tentativa de transformar el Estado de Israel en una nación para todos sus ciudadanos".

El texto aprobado entra en la categoría de las leyes fundamentales que hacen de Constitución en Israel. Desde la creación de Israel en 1948, no se había votado ninguna ley sobre las lenguas oficiales. El hebreo y el árabe se consideraban hasta el momento como lenguas casi oficiales, utilizadas en todos los documentos estatales. La radio pública destacó que de los 120 diputados, 45 parlamentarios judíos de la oposición votaron contra la ley.

La polémica a la que se enfrenta el Estado judío no se refiere sólo a su caso específico, sino a la esencia de un Estado moderno. Israel, ahora más que nunca, se declara abiertamente una teócracia hecha por judíos y sólo para judíos. Siendo así, es cada vez más explícita la discriminación -por ley- de otras personas que no profesen y practiquen la religión. 

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Según la Oficina Central de Estadísticas de Israel, en 2005 aproximadamente el 76 por ciento de la población era judía en Israel. Con esta ley, uno de cada cuatro ciudadanos estará en el "hogar" de una religión a la que no pertenece. 

Con información de AFP