“Jack-in-the-box”: el defecto en los tanques rusos usados en la invasión a Ucrania

El 24 de febrero de 2022 iniciaron las operaciones militares rusas en territorio ucraniano. A pesar que desde occidente se especuló que Rusia conseguiría sus objetivos rápidamente, la guerra entre ambos países ya se ha extendido por más de dos meses.

El conflicto entre Rusia y Ucrania ha dejado un saldo alarmante: miles de civiles y soldados muertos, ciudades devastadas por los bombardeos y enfrentamientos, así como un golpe sensible a la economía de ambos países.

Sobre la cifra de refugiados, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) manifestó que 8,3 millones de personas podrían huir de Ucrania este año a raíz de la invasión rusa, por lo que pidió doblar la ayuda humanitaria para hacer frente a esta crisis. En ese sentido, precisó que 5,2 millones de ucranianos ya han huido de su país debido al conflicto.

En el marco de la guerra, una imagen que ha llamado la atención es la de varios tanque rusos con la parte superior completamente destruida. De hecho, se dice que cientos de tanques provenientes desde Rusia han sido destruidos durante los combates en Ucrania. Al respecto, el secretario de Defensa británico, Ben Wallace, estimó el pasado lunes, 25 de abril, que las fuerzas rusas ya han perdido cerca de 580 tanques.

No obstante, el simple hecho de haber perdido centenares de tanques no es el único problema de Rusia. Según reseñó la cadena CNN, “los expertos dicen que las imágenes del campo de batalla muestran que los tanques rusos sufren un defecto que los militares occidentales conocen desde hace décadas”. Específicamente, dicho defecto es definido como el efecto “jack-in-the-box”.

¿Qué es el efecto “jack-in-the-box”?

El defecto en el diseño de los tanques rusos tiene que ver con la manera en que se almacenan las municiones de los tanques. Según explicó Sam Bendett, asesor del Programa de Estudios Rusos del Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense, a diferencia de los tanques occidentales modernos, los rusos llevan múltiples proyectiles dentro de sus torretas.

En consecuencia, según detalló Bendett, esto los hace vulnerables, ya que incluso un golpe indirecto puede iniciar una reacción en cadena que explota toda su reserva de municiones (hasta 40 proyectiles). La onda de choque resultante puede ser suficiente para hacer estallar la torreta del tanque.

“Lo que observamos con los tanques rusos es una falla de diseño (...). Cualquier golpe exitoso enciende rápidamente la munición, causando una gran explosión, y la torreta literalmente vuela”, sostuvo Bendett a CNN.

Por su parte, Nicholas Drummond, analista de la industria de defensa especializado en guerra terrestre y exagente del ejército británico, anotó que “la falla significa que la tripulación del tanque, generalmente dos hombres en la torreta y un tercero al volante, son blancos fáciles”.

Para explicar el efecto “jack-in-the-box”, Drummond citó el vehículo de combate de infantería BMD-4, tripulado generalmente por hasta tres personas y capaz de transportar a otros cinco soldados. “El BMD-4 era un ataúd móvil que simplemente fue destruido cuando lo impactó un cohete”, mencionó el analista.

No es algo nuevo

Llama la atención que el defecto presente en los tanques rusos ya había sido advertido en conflictos anteriores. De hecho, Drummond recordó que los militares occidentales ya lo habían notado durante las guerras del Golfo contra Iraq, en 1991 y 2003, cuando un gran número de tanques T-72 de fabricación rusa del ejército iraquí sufrieron el mismo destino. Al igual que en el escenario actual en Ucrania, las torretas de los tanques fueron voladas de sus cuerpos fácilmente en ataques con misiles antitanque.

El analista dijo a CNN que “Rusia no había aprendido las lecciones de Iraq y que, en consecuencia, muchos de sus tanques en Ucrania presentaban fallas de diseño similares con sus sistemas de misiles de carga automática”.

“Cuando la serie T-90, sucesora del T-72, entró en servicio en 1992, se mejoró su blindaje, pero su sistema de carga de misiles permaneció similar al de su predecesor, dejándolo igual de vulnerable”, complementó Drummond. En ese sentido, precisó que el T-80, otro tanque ruso usado en la invasión a Ucrania, tiene un sistema de carga de misiles similar.

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