MUNDO
Japón confirma más de 10.000 fallecidos por covid-19 en enero, récord mensual de la pandemia en el país
El país atraviesa desde noviembre un momento muy peligroso al registrar un aumento de contagios y fallecimientos como no se veía en meses precedentes.
Las autoridades sanitarias japonesas anunciaron este sábado que más de 10.000 personas han fallecido, durante enero, en el país a consecuencia de la pandemia de covid-19, récord mensual de muertos en el país desde la llegada de la covid-19 a sus fronteras.
Los 252 fallecidos durante las últimas horas confirmados este sábado elevan el total de muertos en el primer mes del año a 10.124, según el recuento publicado por la agencia oficial de noticias japonesa Kyodo.
El país atraviesa desde noviembre un momento muy peligroso al registrar un aumento de contagios y fallecimientos como no se veía en meses precedentes. El mes de diciembre, cabe recordar, se saldó con más de 7.600 fallecidos, un número récord hasta entonces.
El país ha registrado además otras 54.780 nuevas infecciones durante las últimas horas, de las cuales 533 tienen carácter grave, si bien la curva de contagios ha ido descendiendo desde mediados de mes.
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China es responsable de la mitad de las muertes por covid-19 en las últimas semanas, según la OMS
El país donde inició la pandemia de la covid-19 continúa siendo, luego de tres años, uno de los más afectados por la enfermedad. Y aunque las cifras que ha proveído Pekín no han sido las más transparentes, según han recalcado los organismos de salud mundial, el aumento de contagios por el levante de restricciones dejó cientos de muertes.
Así entonces, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió que se están produciendo casi 40.000 muertes semanales por la covid-19 en todo el mundo, pero que más de la mitad de ellas se producen en China.
En su discurso de apertura en la 14 reunión del Comité de Emergencia sobre la pandemia de la covid-19, que se realizó este viernes y en el que se reúne para evaluar si el coronavirus sigue constituyendo una emergencia de salud pública de importancia internacional, se dio la noticia alertando por la suerte que estaría teniendo el país asiático.
Este lunes 30 de enero se cumplen tres años desde que el director general de la OMS elevó la covid-19 a esta categoría de alerta, basándose en el asesoramiento de estos expertos. Por lo que, al entrar en el cuarto año de pandemia, Tedros reflexionó que “no cabe duda de que nos encontramos en una situación mucho mejor que hace un año, cuando la oleada de ómicron estaba en su punto álgido y se notificaban a la organización más de 70.000 muertes por semana”.
Cuando estos expertos se reunieron por última vez en octubre, el número de defunciones semanales notificadas era casi el más bajo desde que empezó la pandemia: menos de 10.000 por semana. Sin embargo, durante los últimos meses la situación no ha menguado, en parte por el alza que se presentó en China.
“Sin embargo, desde principios de diciembre, el número de muertes semanales notificadas en todo el mundo ha ido en aumento. Además, el levantamiento de las restricciones en China ha provocado un aumento de las muertes en la nación más poblada del mundo”, indicó Tedros, quien ha recordado que en las últimas ocho semanas se han notificado “más de 170 mil muertes”, aunque “la cifra real es sin duda mucho mayor”.
El máximo dirigente del organismo sanitario internacional ha avanzado que la OMS actualizará este viernes sus cifras sobre la situación actual de la covid-19 para incorporar los casos y muertes notificados por China en las últimas semanas. Además, aprovechó su intervención para hacer un balance sobre estos tres años de lucha contra la enfermedad: “las vacunas, los tratamientos y las pruebas diagnósticas han sido fundamentales para prevenir enfermedades graves, salvar vidas y aliviar la presión sobre los sistemas y el personal sanitarios”.
Sin embargo, también lamentó que la respuesta mundial contra el virus “sigue siendo deficiente porque en demasiados países estas poderosas herramientas que salvan vidas siguen sin llegar a las poblaciones que más las necesitan, especialmente las personas mayores y el personal sanitario”.
“Muchos sistemas sanitarios de todo el mundo están luchando para hacer frente a la covid-19, además de atender a pacientes con otras enfermedades como la gripe y el VSR, y con escasez de trabajo y trabajadores sanitarios fatigados”, añadió al respecto.
Al mismo tiempo, aprovechó para lamentar que la vigilancia y la secuenciación genética “han disminuido drásticamente en todo el mundo, lo que dificulta el seguimiento de las variantes conocidas y la detección de otras nuevas”.
“Y la confianza pública en las herramientas seguras y eficaces para controlar la COVID-19 se está viendo socavada por un torrente continuo de información errónea y desinformación”, recalcó, haciendo referencia a las afectaciones que se ha tenido por las “fakes news” que en muchas ocasiones son el resultado de bajar tasas de vacunación, entre otros.
Con información de Europa Press y AFP