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Joe Biden pide perseguir a la “industria criminal” del tráfico de personas tras tragedia en Texas
La crisis migratoria en la frontera con México sigue cobrando vidas inocentes.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó que la muerte de más de 50 migrantes en un camión en Texas muestra la necesidad de luchar contra la “industria criminal” de tráfico de personas.
Al menos 22 eran mexicanos, siete guatemaltecos y dos hondureños, mientras se desconoce la identidad de las demás víctimas. “Estaban calientes al tacto, sufrían de golpes de calor [...] ya que no había indicios de agua en el vehículo”, dijo el jefe de bomberos de San Antonio, Charles Hood.
“Este incidente subraya la necesidad de luchar contra la multimillonaria industria criminal que abusa de los migrantes y conduce a la muerte a demasiados inocentes”, indicó en un comunicado Biden desde Madrid, donde asiste a la cumbre de la OTAN. “Explotar a personas vulnerables con fines de lucro es vergonzoso”, agregó Biden, prometiendo que su gobierno “seguirá haciendo todo lo posible para impedir que los contrabandistas y traficantes de personas se aprovechen de las personas que intentan entrar en Estados Unidos”.
Asfixiados, masacrados, víctimas de accidentes viales o ahogados, miles de migrantes han perdido la vida en los últimos años en su intento por llegar a Estados Unidos. Desde 2014, unos 6.430 migrantes fallecieron o desaparecieron en el trayecto hacia Estados Unidos, según la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) de la ONU. De ellos, 1.248 tan solo en 2021.
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Más de 60 % de esos decesos ocurrieron en la frontera de 3.169 km entre México y Estados Unidos. Hasta el 22 de junio de este año, la OIM tenía documentados 493 muertos o desaparecidos, incluidos 46 menores, en el continente americano. La principal causa de esas muertes desde 2014 es el ahogamiento con 1.750 casos, la mayoría ocurridos en el río Bravo, frontera natural entre México y Estados Unidos. La falta de agua, alimentos y de un sitio para quedarse costó la vida a 861 personas desde 2014; otras 852 fueron víctimas de la violencia y 850 murieron en accidentes o por viajar en condiciones infrahumanas, de acuerdo con la OIM.
Aquí las principales tragedias ocurridas desde 2003, entre las cuales la de San Antonio se cuenta como una de las peores. El 9 de diciembre de 2021, un tráiler que trasladaba clandestinamente a unos 160 migrantes irregulares chocó contra un puente peatonal en una carretera de Chiapas (sur de México), dejando 56 fallecidos, 40 de Guatemala. El 22 de enero de 2021 fueron localizados los cuerpos calcinados de 19 personas, 16 de ellas guatemaltecas, en una zona rural del estado de Tamaulipas (noreste), muy cerca de la frontera con Estados Unidos. Una veintena de policías y de agentes migratorios fueron detenidos como probables responsables.
El 23 de julio de 2017, una decena de migrantes fueron encontrados sin vida dentro de un tráiler abandonado en un estacionamiento de un centro comercial de San Antonio, Texas. Sin ventilación y con el aire acondicionado descompuesto, la temperatura del vehículo alcanzó los 65 grados centígrados.
La noche del 22 de agosto de 2010, un grupo de 72 migrantes, la mayoría centroamericanos, fueron asesinados por miembros del cártel de Los Zetas en el municipio de San Fernando, Tamaulipas, a menos de 200 km de la frontera. Según autoridades, los criminales los habrían ejecutado porque se negaron a ser reclutados. El 14 de mayo de 2003, al menos 19 extranjeros fallecieron sofocados dentro de un camión con remolque que recorría una carretera de Texas.
Con información de AFP