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Joe Biden y el poder de la resiliencia: historia del hombre que desafía a Trump

Una de sus banderas políticas siempre ha sido el cuidado a la salud, pues vivió varias tragedias personales en los 50 años que lleva en la política.

29 de septiembre de 2020
Demócratas nominan formalmente a Joe Biden como candidato a la Casa Blanca | Foto: AFP

Trabajar a partir del legado de Obama y unir a Estados Unidos, ese es el objetivo de Joe Biden, el hombre que desafía a Donald Trump en la campaña por la Presidencia de Estados Unidos.

Nacido en Scranton, una ciudad de clase trabajadora en Pensilvania, el Tío Joe, como lo llaman sus seguidores, ha dedicado casi medio siglo de vida a la política. Fue seis veces senador por Delaware –elegido por primera vez en 1972– y fue coequipero de Barack Obama durante su administración, ocupando el cargo de vicepresidente entre 2009 y 2017.

Su vida ha estado marcada por la tragedia, pero la resiliencia ha sido su mayor motor en su carrera. “Nunca desaparece”, suele decir sobre el dolor que vive en él desde la muerte en 2015 de su primogénito, Beau Biden, de cáncer cerebral.

Otro gran drama marcó el comienzo de su larga carrera política. En 1972, un accidente automovilístico se llevó a su primera esposa y a su pequeña hija, mientras que sus dos hijos, Beau y Hunter, resultaron gravemente heridos.

Recién elegido al Congreso de Estados Unidos a los 30 años, juró como senador al borde de sus camas en el hospital.

Tal vez por estos episodios es que uno de los temas clave en su agenda es la atención médica. Cuando formó parte del gobierno Obama desempeñó un papel importante en la aprobación de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio y suele discutir los problemas del sector desde el contexto de sus tragedias familiares.

Por eso, en un anuncio de su campaña dijo que el cuidado a la salud “es personal” para él, por lo que apoya la idea de añadir a la Ley de Cuidado de Salud una opción pública, aunque se opone a “Medicare para todos”, iniciativa que sí apoyan otros pesos pesados de su partido, como el senador Bernie Sanders.

Expertos creen que Joe Biden tiene todo para ganar en su primer debate este martes con miras a las elecciones del 3 de noviembre, pero él mismo puede ser su peor enemigo.

Frente a los republicanos que lo presentan como un candidato debilitado, Biden puede exhibir su triunfante victoria en las primarias demócratas después de un giro espectacular.

El que fuera mano derecha del primer presidente negro de Estados Unidos tuvo que soportar tres primeros fracasos antes de obtener una amplia mayoría en Carolina del Sur, gracias a los votos de los afroestadounidenses, piedra angular de cualquier demócrata que aspire a la Casa Blanca.

Biden, a quien muchos veían demasiado viejo o demasiado centrista, reunió así el apoyo de otros moderados y luego derrotó a su gran rival, Bernie Sanders, un autoproclamado socialista.

La tercera fue la vencida para esta figura de la política tradicional que ya había probado suerte como candidato presidencial en las primarias demócratas de 1988 y 2008.

En su primer intento, debió tirar rápidamente la toalla por el plagio de un discurso.

Senador por más de 35 años (1973-2009) y luego vicepresidente de 2009 a 2017, el septuagenario ha caminado durante décadas por los pasillos del poder en Washington. Y está orgulloso del diálogo bipartidista que propició.

Su estilo afectuoso le ha valido ser juzgado como demasiado “táctil” por mujeres que denunciaron gestos inapropiados, algo que insisten en señalar sus oponentes con imágenes que circulan en las redes sociales.

Biden se disculpó en abril de 2019 afirmando que prestaría más atención al “espacio personal” de los demás.

Trump, acusado de agresión sexual o acoso por más de una docena de mujeres, ha hecho pocos comentarios sobre las declaraciones de una mujer, Tara Reade, quien dice que Biden la agredió en la década de 1990, algo que el demócrata niega categóricamente.

Su esposa Jill Biden, de 69 años, que ha hecho campaña para él en todo el país, ha guardado silencio al respecto.

Profesora de inglés dinámica, es uno de los mejores activos de su campaña. La pareja se casó en 1977 y tiene una hija, Ashley.

Biden contó en sus memorias que sus dos hijos pequeños le dijeron que se casara con Jill, y concluyó: “Ella me devolvió la vida”.

Ahora, como contrincante de Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2020, Biden se ha referido a esta carrera como una lucha urgente, pues cree que si le dan “a Donald Trump ocho años en la Casa Blanca, alterará para siempre el carácter de esta nación, quiénes somos, y no puedo quedarme de brazos cruzados viendo que eso ocurra”.

Con información de The New York Times y la AFP.