¿Y ahora quién se los va a aguantar? No pocos colombianos se hicieron esta pregunta cuando el argentino Jorge Mario Bergoglio se asomó la semana pasada por el balcón de la Basílica de San Pedro como nuevo sumo pontífice. Los paisanos del papa Francisco no solo son famosos por sus logros en las artes y los deportes, sino por la forma poco discreta como se vanaglorian de ello. SEMANA presenta la anatomía del nuevo superhombre del Cono Sur.
Lecturas terrenales
Quienes conocen al nuevo papa dicen que ha devorado la obra del escritor Jorge Luis Borges. El ciego erudito fue el autor argentino más importante del siglo XX, pero a la vez un ilustre ateo que aprovechaba cualquier oportunidad para burlarse de la Iglesia. Esta anécdota recuerda la pasión de Paulo VI por el novelista británico Graham Green, cuyas obras habían sido prohibidas por la Iglesia.
Ocupaciones terrenales
Los papas siempre han tenido hobbies. Y en 2.000 años ha habido de todo: fanáticos de la caza, el juego, las mujeres e, incluso, la guerra. A Juan Pablo II le gustaba la política y Benedicto XVI adoraba los vericuetos de la teología. Pero el nuevo papa, como buen argentino, tiene un especial gusto por el tango. Lo bailaba en su juventud y una vez confesó su amor por Carlos Gardel.
Fiebre futbolera
Argentino que se respete está dispuesto a serle infiel a Dios con un equipo de fútbol. Francisco no es la excepción. Desde hace cinco años, el papa es socio del club San Lorenzo de Almagro. Las fotos del flamante hincha con la banderola del onceno y de su carné de membrecía ya le dieron la vuelta al mundo.
La mano de Dios
Si el astro del fútbol y reputado pecador Diego Armando Maradona pudo usarla para anotar un gol en el Mundial de México en 1986, ¿por qué no puede el nuevo papa tomarla prestada para guiar a la Iglesia? Ahora bien, habrá que ver a quién beneficiará Francisco cuando mueva la mano divina.
La casaca 10
Lionel Messi es al fútbol lo que el papa es al catolicismo. Pero hasta ahora, la Pulga le lleva una amplia ventaja al nuevo heredero de Pedro. El jugador es desde hace cuatro años el mejor del mundo. ¿Será Francisco el mejor papa?
El ropero papal
La mitra
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Es la corona de los papas y simboliza poder.
El solideo
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Es una prenda permanente y se puede quitar “solo ante Dios”, de ahí su nombre.
El anillo del pescador
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Se hace de los restos del anillo del predecesor y debe su nombre al oficio del apóstol Pedro, quien fue el primer papa.
El báculo
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Representa autoridad y fija al papa en la función de pastor.
El manto papal
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Representa el acto de investir al papa con la autoridad de Dios.
San Francisco de Asís 2.0
Tan sorprendente como el nombramiento de Jorge Mario Bergoglio como nuevo papa es la elección del nombre Francisco. Los expertos coinciden en que se trata de una señal de que el argentino se quiere perfilar como la rencarnación de San Francisco de Asís. Su nombre original había sido Francesco Giovanni di Pietro Bernardone. Llegó al mundo en 1181 o 1182 como hijo de una familia de comerciantes y tras una juventud turbulenta decidió entregarse a la religión. Cuidó a enfermos, renunció a su herencia y abandonó, desnudo, su ciudad natal Asís. Rodeado, como Jesús, de 12 apóstoles fundó la Orden Franciscana, vivió en la pobreza, protegió a los animales y fue un devoto de la vida monástica.
¿Viva Italia?
Elegir papas que no son italianos está de moda. Pero la tendencia es nueva si se considera que, durante varios siglos, los habitantes de la bota itálica dominaron el Vaticano. Antes del polaco Juan Pablo II, el último papa forastero había sido Adriano VI en 1522. Hasta hoy ha habido 266 sumos pontífices, de los cuales, según una reciente medición de The Economist, 196 han sido italianos, 15 franceses, 11 griegos, 5 alemanes, 5 sirios, 3 africanos, 3 españoles, 2 portugueses, 2 cisjordanos, 1 croata, 1 israelí, 1 holandés, 1 polaco, 1 británico y 1 argentino. En 22 casos, los historiadores no han podido identificar el lugar de nacimiento.
Eternamente… Amalia
Si los curas pudieran casarse, la nueva primera dama del Vaticano se llamaría probablemente Amalia. El pasado jueves, una mujer mayor apareció en la televisión argentina contando que Jorge Mario Bergoglio había sido el amor de su adolescencia. Ambos se habían conocido a los 12 años en el bachillerato y el amor era tan grande que una vez el hoy papa Francisco le dijo: “Si no me caso con vos, me hago cura”. Los padres de Amalia Damonte se opusieron a la relación y, sin saberlo, pusieron así un grano de arena para cambiar la historia papal.
¡Bingo!
Si por algunos apostadores fuera, el papa Francisco debería ser coronado como Francisco el Milagroso. Su elección no solo sorprendió al mundo católico, sino que les produjo una pequeña fortuna a los audaces apostadores que decidieron jugársela por el arzobispo de Buenos Aires, a quien nadie consideraba favorito. Según el diario italiano Corriere della Sera, los que apostaron, por ejemplo, 100 euros por Francisco multiplicaron el dinero a 4.100.
Un porteño cualquiera
Comparado con el reservado e intelectual expapa Benedicto XVI, Francisco es un hombre de la calle. Algunos detalles de su vida en Buenos Aires antes de convertirse en sumo pontífice dan cuenta de ello. Solía viajar en los autobuses o el metro de la ciudad y hablar con otros pasajeros sin problema. Según el diario La Nación, era común oírlo tratar de tú a sus interlocutores, sin importar quienes fueran. Su profesión no es la teología, sino la química que estudió en una escuela secundaria industrial. Al Cónclave, del que salió elegido papa, llegó como cualquier otro: en clase de turista tras un vuelo de 13 horas.
La frase
“Nosotros sabemos que nuestro comandante (…) está frente a Cristo (…) y le dijo: ‘Bueno, llegó la hora de América del Sur’”, dijo el presidente venezolano encargado, Nicolás Maduro, sobre la supuesta influencia del difunto Hugo Chávez en la elección del nuevo papa.
La cifra
21 bebés colombianos fueron bautizados Francisco entre el miércoles y el viernes de la semana pasada.