MUNDO
Jóvenes cubanos realizaron una protesta inédita por la libertad de expresión
Cientos de personas se congregaron frente al Ministerio de Cultura, en La Habana, para protestar por hechos recientes de detenciones que distintos movimientos han calificado de arbitrarias.
Fueron horas de tensión y de espera. Afuera del ministerio, cientos de personas protestaban por las recientes detenciones de músicos y artistas que despertaron la indignación entre muchos jóvenes cubanos, mientras que adentro, varios reconocidos artistas como el director de cine Fernando Pérez, el actor Jorge Perugorría y la artista plástica Tania Brugieras negociaban unos puntos básicos con representantes del gobierno.
“Lo que ha ocurrido hoy es histórico y somos optimistas de que esto abra las puertas para un nuevo diálogo”, dijo uno de los artistas que participó en los diálogos. “Podremos reunirnos sin ser obligados en los espacios independientes. Hay tregua con los espacios independientes”, añadió otra. Las declaraciones las dieron en la madrugada, cuando salieron del ministerio a contarles los resultados a todos los que estaban esperando.
The protest outside #Cuba’s culture ministry dissipated in the early hrs of Saturday after artists emerged from their meeting with the deputy minister. They said he’d listened to their concerns abt curbs on freedom of expression and and this was the start of an ongoing dialogue pic.twitter.com/51jTChrjHY
— Sarah Marsh (@reuterssarah) November 28, 2020
El músico cubano @leonitorres que ya había apoyado al @Mov_sanisidro llega al @CubaCultura a unirse al plantón de artistas e intelectuales. ¿Pero dónde está @LMOAlcantara ? pic.twitter.com/mtJfpW9tj1
— Norges Rodríguez (@norges14) November 28, 2020
La protesta que terminó en una difícil negociación de cinco horas con el viceministro Fernando Rojas, había comenzado el pasado viernes al mediodía. Artistas, cineastas, editores, críticos de arte, intelectuales y jóvenes estudiantes comenzaron a congregarse frente al ministerio, exigiendo reunirse con el ministro Alpidio Alonso. Al principio eran unos 20, pero para el final de la tarde había más de 200 personas que cantaban, recitaban poesía y aplaudían una y otra vez para darse ánimo. “Ha sido un ambiente muy bonito y muy plural. Aquí hay personas de todas las posiciones políticas y de todos los sectores. Se está cantando, se está rapeando, se está tocando guitarra. Cada 15 minutos se aplaude para levantar el ánimo”, le dijo la activista LGBT Lidia Romero Moreno al la BBC. “Como hay músicos y poetas, muchos cantan sus propias canciones o declaman sus propias poesías. También se han dado muestras de solidaridad muy bonitas. Como hay muchas personas que llevan aquí desde temprano en la mañana, los que llegaban después les traían agua y meriendas.”
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Los diálogos y el pliego de demandas
En la sede ministerial, el viceministro Rojas recibió a un grupo de 30 manifestantes. Su pliego de peticiones había sido previamente acordado con los jóvenes artistas, periodistas y universitarios miembros del Movimiento San Isidro (MSI), que saltó a la fama hace unos días por sus quejas contra el gobierno. Especialmente por la detención del rapero Denis Solis –miembro del MSI– que fue arrestado el 9 de noviembre, y condenado a ocho meses de prisión por “desacato” a la autoridad.
En su momento, Solís no apeló la sentencia y, según la AFP, existe un video en el que aparece insultando a un policía que entró a su casa, así como al expresidente y primer secretario del gobernante Partido Comunista (PCC, único), Raúl Castro.
Varios miembros del MSI se habían reunido en una casa de La Habana para hacer una huelga de hambre y pedir la liberación de Solís. Sin embargo, el jueves en la noche, las autoridades entraron y arrestaron a un gran número de personas, entre los que estaba el escritor Carlos Manuel Álvarez, fundador de medios alternativos como El Estornudo y colaborador habitual del diario El País, de España. Las autoridades explicaron que se estaban incumpliendo medidas sanitarias contra la covid-19.
Los del MSI le pidieron a Rojas información fidedigna sobre el paradero de dos de sus miembros, los artistas plásticos Luis Manuel Otero Alcántara y Anamely Ramos. Los jóvenes habían sido encarcelados la noche anterior cuando se negaron a regresar de sus casas, luego de que la policía allanara la casa donde estaban atrincherados los del Movimiento San Isidro. Su paradero aún se desconoce.
También pidieron ponerle fin al “acoso” a los artistas; “transparencia institucional (del ministerio de Cultura) ante este tipo de eventos”, y que se discutiera públicamente el polémico decreto 349, que obliga a los artistas a adherirse a una institución estatal. Este último ha generado tensión entre el sector cultural y el gobierno pues, bajo el pretexto de “proteger la cultura”, prevé sanciones para el que mantenga “conductas violatorias de las normas y disposiciones vigentes en materia de política cultural”
“Todos los puntos fueron extremadamente difíciles de negociar”, le contó Tania Brugueras a la AFP. “Si algo se logró, es que 30 personas le acaban de hablar honestamente de lo que está pasado”, que “nos están maltratando, nos están golpeando, nos están haciendo daño”, y “ellos (el gobierno) escucharon”, añadió Michel Matos, miembro del MSI. Lo mas importante fue “abrir un canal de diálogo” que incluye un encuentro con el ministro Alpidio Alonso la próxima semana.
El viceministro Rojas acordó pactar “una tregua” en el hostigamiento a la creación artística independiente, prometió que se interesaría por los casos de los artistas arrestados.
La semilla de la protesta
La historia de esta protesta comenzó el 16 de noviembre cuando catorce jóvenes artistas se atrincheraron en una casa en el centro histórico de La Habana, y, armados con sus celulares y la conexión a internet que llegó a la isla hace dos años, empezaron a exigirle al gobierno que liberara a Solis y que revisara el decreto 349.
“Se lo digo a los represores: ellos tienen más miedo porque nuestra arma es esto, es internet, y el mundo está sabiendo todo el abuso que están haciendo aquí con nosotros”, aparece diciendo la periodista independiente Iliana Hernández en un video colgado en Facebook.
Hernández tenía razón. En pocos días el Movimiento San Isidro, prácticamente desconocido hasta entonces, ganó notoriedad en la isla y más allá de sus fronteras.
En la madrigada del pasado jueves, la policía allanó la casa del MSI. Según las autoridades, uno de los presentes había incumplido los protocolos de bioseguridad –pues había llegado a la isla hacía pocos días luego de estar en México y Estados Unidos–, y había riesgo de que el virus se propagara.
Los jóvenes fueron sometidos a pruebas diagnósticos PCR y devueltos a sus casas, y la sede del MSI fue clausurada por las autoridades. Dos de ellos, Luis Manuel Otero Alcántara y Anamely Ramos, se negaron a regresar a sus casas y fueron apresados. Ahí se les pierde la pista.
Opina el Gobierno cubano, y el mundo responde
Para el Gobierno, detrás de las protestas lideradas por el MSI está Estados Unidos. La oficial Agencia Cubana de Rap habla de una “burda manipulación política”, el diario oficial Granma ve de “una acción provocadora, cuyos hilos se muevan desde Washington y Miami”.
Bajo el título “La farsa de San Isidro”, el portal oficialista Razones de Cuba difundió un polémico video en el que Denis Solís confiesa que iba a recibir 200 dólares de un cubano anticastrista de Florida por cumplir sus “indicaciones de perpetrar acciones subversivas”. “A mí lo que me interesaba era el dinero”, dice Solis en el video.
Estados Unidos no tardó en reaccionar: “El mundo está mirando” y “la comunidad internacional reconoce su protesta pacífica”, tuiteó el encargado de Negocios de Washington en Cuba, Tim Zúñiga-Brown. Y el secretario de Estado Mike Pompeo condenó la “cruel represión” y demandó la “liberación sin condiciones” de Solís.
Algunas ONG, incluida Amnistía Internacional, expresaron su preocupación en los últimos días, al igual que diplomáticos europeos destacados en la isla.
Con información de AFP y BBC.
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