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Julian Assange sufrió un “pequeño derrame cerebral” en la cárcel, según su pareja
El fundador de WikiLeaks fue detenido por la policía británica en abril de 2019, tras siete años recluido en la embajada de Ecuador en Londres, donde se refugió cuando estaba en libertad bajo fianza.
El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, sufrió un pequeño accidente cerebrovascular en la cárcel a finales de octubre, en plena batalla judicial contra su extradición de Reino Unido a Estados Unidos, declaró su pareja Stella Moris.
Moris, madre de dos niños que tuvo con Assange, declaró que se produjo el 27 de octubre, el primer día en el que se examinaba la apelación de Estados Unidos contra el rechazo a extraditar a Assange, a quien Washington quiere juzgar por espionaje.
El australiano lleva recluido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, cerca de Londres, desde que en abril de 2019 fue detenido por sorpresa dentro de la embajada ecuatoriana después de que el entonces presidente Lenín Moreno le retirase el asilo concedido por su predecesor Rafael Correa. “Tiene que ser liberado. Ahora”, tuiteó Moris el pasado sábado por la noche.
El diario Mail on Sunday informó que Assange, de 50 años, sufrió un “accidente isquémico transitorio”, durante el cual se detuvo de forma breve el flujo de sangre a una parte del cerebro. Esto le provocó pérdida de memoria, signos de daños neurológicos y caída de su párpado derecho. Desde entonces toma medicamentos, según el diario.
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“Creo que este constante juego de ajedrez, batalla tras batalla, este estrés extremo, es lo que le causó este derrame cerebral a Julian el 27 de octubre”, dijo Stella Moris, añadiendo que temía que su pareja fuera víctima de un episodio cerebrovascular más grave.
Esta información sobre la salud de Assange trasciende dos días después de que Estados Unidos lograra una importante victoria en su proceso para obtener su extradición, al anular una corte de apelaciones inglesa la decisión previa de no entregarlo.
Los abogados de Assange anunciaron sin embargo que apelarán al Tribunal Supremo británico y a cortes internacionales si es necesario.
En enero del presente año la justicia británica rechazó extraditar a Estados Unidos al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, a pesar de que el país norteamericano lo reclama para juzgarlo por espionaje tras la publicación de cientos de miles de documentos secretos, con una pena que superaría los 170 años.
El origen del caso Assange
El fundador de WikiLeaks temía la extradición a Estados Unidos o Suecia, que lo reclamaba por violación, cargos que fueron abandonados desde entonces. Assange, que cuenta con el apoyo de numerosas organizaciones de defensa de la libertad de prensa, es buscado por Estados Unidos por espionaje a raíz de la publicación de unos 700.000 documentos militares y diplomáticos secretos.
Entre los documentos figuraba un video en que se veía cómo helicópteros de combate estadounidense disparaban contra civiles en Irak en 2007, matando a una docena de personas en Bagdad, incluidos dos periodistas de la agencia de noticias Reuters.
El experto en derecho estadounidense Carl Tobias estima, sin embargo, que hay posibilidades de que la apelación llegue a buen puerto, puesto que la justicia británica consideró en agosto que sus argumentos eran “al menos defendibles”.
“Estados Unidos podría estar en condiciones de convencer al Tribunal Superior que Baraitser dio demasiada importancia al informe (del experto Kopelman) para decidirse”, explicó a la AFP. Pero esto “podría no bastar para justificar la anulación de toda su decisión”, agregó.
Cabe resaltar que en octubre cientos de manifestantes -con pancartas de “El periodismo no es un crimen” o “10 años es suficiente, liberen a Assange ahora”- se congregaron delante del Tribunal Supremo de Londres, junto a su compañera Stella Moris, para reclamar su liberación.
*Con información de la AFP.