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El perfil de “lobo solitario” del atacante de Londres
La policía del Reino Unido confirmó este sábado que Khalid Masood, el profesor aparentemente inofensivo que asesinó a cuatro personas, no pertenecía al Estado Islámico y que actuó por razones que “quizás nunca se conocerán”.
La noche del 22 de marzo Khalid Masood se registró en el hotel Preston Park de Brighton, en la costa sur de Inglaterra, luego de un largo viaje en carro desde Birmingham, en el centro del país. Su estadía en Brighton era de paso, al personal le dijo que estaba visitando a unos amigos. Sin embargo su objetivo era distinto.
Masood había llegado en un carro que no era suyo. Antes de llegar al hotel, el hombre de 52 años había alquilado un vehículo, el mismo que un día después utilizó para atropellar a los peatones en el puente de Westminster, en las inmediaciones del Big Ben.
"Es desconcertante, porque hoy en día no estos días no sabes quién es malo y quién es bueno. Era como cualquier otro huésped del hotel", dijo Sabeur Toumi, director del hotel a Sky News. “Masood se había mostrado muy amistoso, risueño y bromista", agregó.
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Y es que quienes conocieron a Khalid Masood todavía no se responden cómo ese hombre callado, tímido y amable terminó en ser el perpetrador del mayor ataque terrorista que sufrió el Reino Unido desde los atentados en Londres en 2012.
Masood, quien nació bajo el nombre de Adrian Elms, tenía 52 años, era británico, de raza negra y tenía tres hijos. Su madre, Janet Elms, blanca, que frecuentaba la iglesia local, lo crió sola. Hasta que dos años después de dar a luz se casó con Philip Ajao, con quien tendría otros dos hijos. Janet tenía 17 años y no tenía pareja cuando nació Adrian, el día de Navidad de 1964.
Trabajaba como profesor de inglés y quienes lo conocieron lo recuerdan como un tipo callado, pero tranquilo. Algunos le llamaban "el vampiro" porque, según dijeron sus vecinos, usualmente solo salía de su casa de noche y siempre vestía de negro.
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“No les conocía mucho, pero parecía un buen hombre. Ahora no puedo ni pensar que mis hijos hayan tenido contacto con él”, contó una vecina de Masood a un periodista del diario El País.
Sin embargo, detrás de sus gabanes color negro se escondía un personaje violento. Horas después del ataque terrorista, que dejó un saldo de cuatro muertos y 50 heridos, la policía reveló que a Masood le venían siguiendo la pista desde hace un buen tiempo y no precisamente por su buen comportamiento.
La primera vez que las autoridades supieron de Masood fue en el año 2000 en Sussex, un pueblo tranquilo en el que Masood es una de las pocas personas negras. Luego de una discusión en la que se sintió discriminado racialmente, Masood atacó al dueño de una cafetería con un cuchillo después de una discusión sobre "cuestiones raciales". Para ese momento Masood todavía se llamaba Adrian Elms.
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Pero es en 2003, cuando este británico, amante del fútbol y el gimnasio, comienza con su transformación al extremismo islámico. Según revela el diario The Daily Mail, ese año fue detenido por apuñalar en la cara a un hombre, que resultó gravemente herido y necesitó de una cirugía para recuperarse de las heridas. Masood regresó a la cárcel, en donde cumplió condena por varios meses y fue allí donde fue "adoctrinado" por un grupo de presos extremistas
Luego de salir de la cárcel por buen comportamiento, Masood emprende un viaje a Arabia Saudita, en donde trabajaría como profesor de inglés en la Autoridad General de Aviación Civil en Yeda. Ese tipo de viaje, apuntan los expertos, es frecuente entre los musulmanes conversos británicos. Además, un año antes había contraído matrimonio con una mujer musulmana.
Su estadía en Arabia Saudita fue de cuatro años. En 2009, regresa al Reino Unido más convencido de sus creencias religiosas y cambia su nombre al de Khalid Masood. Durante dos años, el británico reside en Luton, en donde habría recibido las visitas de un conocido clérigo islamista, Anjem Choudary, que tiempo después fue condenado a 10 años de cárcel por radicalización de jóvenes.
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Y entre ese año y el pasado miércoles, discurrió una vida irregular, marcada por cambios de domicilio y de identidad, marcada por explosiones violentas y dominada por un sentimiento de alienación, que convirtió al buen Adrian Elms en el terrorista Khalid Masood.
Y aunque el Estado Islámico no demoró en atribuirse los ataques, en un afán por ganar prensa según expertos, hay un interrogante por el que la policía dudaba que la organización yihadista estuviera detrás del ataque. De acuerdo con los expertos, la mayoría de los terroristas responsables de los últimos atentados con ‘sello’ del Estado Islámico en Europa eran jóvenes, en su mayoría entre los 20 y 30 años.
Masood, al contrario, se habría radicalizado a más tardar a los 45 años.
¿Un lobo solitario?
Fuente:BBC
Tres días después de efectuado el atentado, la policía del Reino Unido confirmó la tesis este sábado que Khalid Masood, el profesor aparentemente inofensivo que asesinó a cuatro personas, no pertenecía al Estado Islámico y que actuó por razones que “quizás nunca se conocerán”.
Los atentados en Londres de esta semana revivieron en Europa el pánico del terrorismo islámico. El hecho demostró una vez más que un acto de esta naturaleza podía suceder casi que en cualquier lugar y ser cometido por quien menos se espera. El ataque fue cometido por un profesor de inglés de 52 años y padre de tres hijos y en la Abadía de Westminster, en el corazón del poder londinense. El hombre atropelló con su carro a unas personas y a otras las acuchilló en la entrada del parlamento británico. Todo el dolor se causó en apenas 82 segundos.
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Los primeros indicios de la investigación apuntaron al sospechoso de siempre: el Estado Islámico. La primera ministra Theresa May calificó el ataque de “nauseabundo y perverso”, y el país se declaró en alerta. Pero una investigación que reveló el sábado el periódico The Guardian ha cambiado casi totalmente las hipótesis iniciales del crimen.
“La Policía investigó el ataque en Westminster y concluyó que Khalid Masood actuó enteramente solo y por razones que quizás nadie conozca jamás”, reportó el diario The Guardian.
Las autoridades de ese país escudriñaron toda la semana el pasado del profesor y encontraron que había recibido propaganda islámica. “Sin embargo, aún creemos que Masood actuó solo ese día y no tenemos información de inteligencia que nos haga concluir que otros ataques a futuro puedan suceder”, le dijo al diario británico el comisionado de la Policía, Neil Basu.
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El periódico agrega que la Policía no comparte el apelativo de “Lobo solitario” que le han puesto en Londres, pues cree que esto puede idealizar su perfil. Piden que se hable de él como un “actor solitario”. En esa explicación de su personalidad recae la seguridad casi total de las autoridades de que con su muerte, la posibilidad de entender por qué hizo lo que hizo se desvaneció, pues al parecer no habría compartido sus planes con nadie en el pasado. Se investigan los últimos chats de Whatssapp que envió antes de cometer ese acto terrorista.