ENTREVISTA

“Con las armas no se llega a nada”

El Llamado ‘nuevo Nelson Mandela’, habla sobre la paz en Oriente Medio y el papel de la Iglesia en los diálogos de La Habana.

29 de noviembre de 2014
Khalil Jaa acogió en Jordania a centenares de cristianos perseguidos por el grupo terrorista Estado Islámico. | Foto: En.lpj.org

El padre Khalil Jaar, quien acogió en su parroquia en Jordania a centenares de cristianos perseguidos por el Estado Islámico, habló con Semana.com sobre la paz en Oriente Medio, la situación de las religiones en la guerra y el papel de la Iglesia en los diálogos de La Habana.

Semana.com: El grupo terrorista Estado Islámico (EI) ha conquistado grandes zonas de Irak y Siria, donde ha perseguido a todos aquellos que no comparte su credo. Según su experiencia como párroco de la región, ¿cuál es la situación de los cristianos en Oriente Medio?

Khalil Jaar: Desde hace años los cristianos sufren mucho por la intolerancia y por las persecuciones en su contra. Pero con EI, sus padecimientos se han disparado. En los últimos meses, unos 15.000 tuvieron que dejar sus países sin poder tomar sus pertenencias. En mi parroquia en Amán, la capital de Jordania, hay 150 familias viviendo en la iglesia, en un colegio cercano, en el colegio de la esquina.
Cuando llegaron, yo no tenía nada preparado y muchos tuvieron que dormir literalmente en el suelo. Pero gracias a la solidaridad de muchos cristianos, pudimos comprar leche materna, pañales, colchones y otros insumos básicos.

Semana.com: Oriente Medio atraviesa por lo que muchos consideran como una nueva guerra de religiones. ¿Es posible que el Catolicismo pase a ser otro actor armado, como en Líbano?

K. J.: Aunque estamos sufriendo la persecución, yo creo que como cristianos solo tenemos que seguir a Dios. De ningún modo podemos contestar con las armas. Muchos de los refugiados que han llegado a mi parroquia me plantean sus dudas, me dicen: ‘Padre, los musulmanes nos están empujando a una nueva cruzada’. Y yo siempre les contesto: ‘Nuestra respuesta debe ser el perdón y el amor’. Mi mensaje es que con las armas no se llega a nada. Solo brindando nuestro testimonio de fe y de amor podemos salir adelante.

Semana.com: Algunos medios lo han llamado el nuevo Nelson Mandela. ¿Se siente cómodo con esa denominación?

K. J.: Nelson Mandela fue una figura clave en Sudáfrica para alcanzar la paz. No cabe duda de que ha sido un ejemplo para muchas personas. Sin embargo, como discípulo de Jesús tengo mi ejemplo en las acciones del Señor. En ese sentido, creo que la paz no es solamente un regalo, sino el fruto de una vida que coopera con los otros mediante el diálogo, el perdón y la reconciliación. En cuanto cristiano, uno no puede vivir en paz cuando el vecino está sumido en la pobreza y reclamando justicia. La paz es un don del Señor. Pero para alcanzarla tenemos que ser dignos de ella.

Semana.com: A diferencia de otros procesos de paz, la Iglesia no ha participado en el que actualmente sostienen el Gobierno y las FARC. ¿Cree que su institución debería tener un papel más relevante en los diálogos?

K. J.: Yo creo que la Iglesia debería aportar su granito de arena. Como cristianos, no podemos vivir en paz sino hasta que ambas partes puedan perdonarse mutuamente. En Colombia la situación es diferente que en Oriente Medio, donde los vecinos profesan credos diferentes. Eso debería facilitar que la Iglesia tenga un lugar en la Mesa de La Habana.