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Kim Jong-un ordena ejecutar a ministro por sentarse mal
El régimen de Corea del Norte ha fusilado a un viceprimer ministro, aseguró hoy el Gobierno surcoreano, como parte de la supuesta campaña de terror y purgas de altos oficiales.
Kim Yong-jin, de 63 años y responsable del área de educación, fue interrogado por los servicios de seguridad del Estado comunista y posteriormente ejecutado por un pelotón de fusilamiento el pasado mes de julio, anunció el Ministerio de Unificación de Seúl.
El veterano político, indicó a Efe una representante del departamento de Unificación, "mostró una actitud negativa durante una importante reunión parlamentaria a finales de junio", lo cual habría sido motivo suficiente para considerarlo un "elemento antirrevolucionario y antipartido" y ordenar su ejecución.
La información sobre el fusilamiento de Kim, uno de los cuatro vice primeros ministros del Gobierno de Pyongyang, llegó al ejecutivo surcoreano "a través de varios canales", según la representante de Unificación.
Aunque el extremo hermetismo de Corea del Norte hace imposible confirmar la noticia -en algunas ocasiones este tipo de informaciones se han probado después erróneas- una mayoría de expertos en Seúl ha confiado en su veracidad y sacado algunas conclusiones.
"Al ejecutar al viceprimer ministro, que ostentaba una gran autoridad en el régimen desde la era de Kim Jong-il (el padre del actual líder, fallecido en 2011), Kim Jong-un busca mantener a raya a los funcionarios que llevan mucho tiempo en las altas esferas políticas", explicó a Efe el analista político surcoreano Shim Jae-hoon.
El experto cree que el joven dictador "seguirá eliminando a figuras influyentes del régimen y reemplazándolas por confidentes cercanos para consolidar y fortalecer su poder político".
El Gobierno surcoreano, por su parte, atribuyó el fusilamiento al "reino del terror" que aparentemente el líder ha impuesto en el país desde su llegada al poder hace casi cinco años y durante el cual habría dictado decenas de ejecuciones de alto nivel, la más sonada la de su tío Jang Song-thaek en diciembre de 2013.
El Ministerio de Unificación también aseguró que otros dos importantes políticos norcoreanos fueron enviados a campos de reeducación los pasados meses como parte de la supuesta campaña de purgas del joven dictador.
Uno de ellos es Kim Jong-chol, de 71 años y director del Departamento del Frente Unido (DFU), el órgano de Pyongyang encargado de las relaciones con la vecina Corea del Sur, quien según Seúl habría pasado al menos un mes en un campo de trabajo por mantener una actitud prepotente y abusar de su posición e influencia.
Unificación cree que en caso de que ya haya sido restituido o lo sea en un futuro próximo, el director del DFU, ya conocido por sus políticas de línea dura, podría mostrarse aún más beligerante contra Corea del Sur para recuperar la confianza total del "líder supremo".
Por su parte, Choi Hwi, primer subdirector del Comité Central del Partido de los Trabajadores, también habría sido sometido a reeducación por no gestionar adecuadamente sus tareas relacionadas con agitación y propaganda, según el Ministerio surcoreano.
Las supuestas nuevas purgas de Kim Jong-un llegan en un momento en el que se cuestiona la estabilidad del régimen tras publicarse noticias de deserciones de enviados norcoreanos en el extranjero, entre ellas la de Thae Yong-ho, que era el número dos de la Embajada de Corea del Norte en Londres.
Thae huyó semanas atrás a Corea del Sur con su esposa y sus dos hijos en una de las deserciones más importantes en años, un suceso que algunos expertos ya se han apresurado a relacionar con las purgas.
"Si observamos la política del miedo de Corea del Norte y las recientes deserciones, la conclusión es que tanto el fusilamiento como los castigos a los dos funcionarios han sido concebidos expresamente como medidas de precaución para prevenir más disidencias", evaluó el analista Shim Jae-hoon.
En todo caso, algunos expertos han pedido analizar con precaución la noticia del fusilamiento, ya que Seúl ha anunciado ejecuciones falsas en el pasado.
De hecho, en mayo reapareció en los medios de comunicación norcoreanos el ex jefe del Estado Mayor del Ejército, Ri Yong-gil, que según los servicios de inteligencia surcoreanos había sido ejecutado a principios de año por corrupción.