MUNDO
Kumbh Mela: el festival religioso que habría disparado los casos de coronavirus en la India
El gigante asiático reporta más de 4.000 muertes diarias y es el país que actualmente enfrenta las cifras más preocupantes.
El coronavirus le ha arrebatado la vida a más de 3,2 millones de personas en todo el mundo y la crisis sanitaria generada por el SARS-CoV-2 sigue causando estragos.
Uno de los países que llama la atención en este momento es la India, donde se reportan 4.000 fallecidos a diario. La pandemia en esa nación está desbordada. Este sábado reportó 401.078 casos nuevos en las últimas 24 horas, mientras que el viernes registraba 414.188 nuevos contagios.
El panorama es desolador, las personas mueren en las calles, muchos sin siquiera haber podido recibir alguna clase de atención. De acuerdo con la Universidad Johns Hopkins, este sábado la India acumulaba 21.892.676 casos reportados de covid-19 y 238.270 muertes a causa de la enfermedad.
El sistema sanitario se ha doblegado ante la enfermedad. A pesar de la ayuda que ha recibido el gigante asiático de otros países como Estados Unidos, los medicamentos y los equipos médicos para atender la emergencia escasean, y ni qué decir de la falta de oxígeno –tan vital en esta contingencia–.
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A la par del aumento de casos de covid-19 en la India y de cara a las advertencias de las autoridades sanitarias sobre el pico que se avecina para el país y que se daría a finales de mayo, se conoció que un evento religioso habría contribuido a la propagación de este temible enfermedad.
La festividad del Kumbh Mela o de la Jarra Sagrada es uno de los eventos religiosos que congregan el mayor número de personas en el mundo y se celebra en la India. Es una celebración religiosa que promete la salvación a sus devotos, quienes se sumergen o bañan en las aguas de ríos sagrados de ese país.
“Esta celebración religiosa tiene lugar cuatro veces cada doce años; cada vez en una de estas cuatro ciudades: Prayag (en las cercanías de Allahabad), Haridwar, Ujjain y Nashik. A ella acuden espontáneamente millones de personas: ascetas, santones, monjes (“sadhus”), aspirantes a la condición de penitentes (“kalpavasis”) y toda clase de peregrinos, sin distinción de sexo, casta o credo religioso”, explicó la Unesco en su portal oficial.
Este año la celebración se llevó a cabo en el río Ganges y fue multitudinaria, como de costumbre. Así, miles de los asistentes al Kumbh Mela contrajeron la enfermedad y la llevaron a sus hogares, la tormenta perfecta que aportó para la contingencia que vive ese país hoy por hoy.
En diálogo con el medio de comunicación hindú The Wire, Ashish Jha, decano de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Brown, afirmó que esta importante festividad “puede terminar siendo el mayor superpropagador en la historia de esta pandemia”.
Entretanto, según The Washington Post, el dirigente del estado donde celebró el Kumbh Mela y miembro del gobernante partido nacionalista hindú Bharatiya Janata, Tirath Singh Rawat, llamó a todos los devotos del país para que asistieran a esta celebración. El líder hindú dijo en marzo que “nadie será detenido en nombre del covid-19. (...) Estamos seguros de que la fe en Dios superará el miedo al virus”.
Ante el aumento de casos, las autoridades de ese país anunciaron nuevas restricciones. En el estado de Kerala inicia este sábado un confinamiento que durará una semana, mientras que en la región de Karnataka esta medida regirá las dos semanas siguientes. Por otro lado, en Nueva Delhi, la capital de 20 millones de habitantes, y Bombay, se están estabilizando; no obstante, preocupa la escasez de suministros.
Esta situación tan compleja por el SARS-CoV-2 ha desbordado incluso a naciones vecinas como Bangladés, Nepal y Sri Lanka, que decidieron cerrar las fronteras con India, mientras que Pakistán impuso cierres durante la fiesta musulmana del Aíd al Fitr (fin del ayuno). Cierres que tendrán una duración de nueve días.