ESCÁNDALO
La betty la fea de las criptomonedas: ñoña, fan de Harry Potter y genio matemática, así es la historia de Caroline Ellison, la novia del fundador de la quebrada FTX
Una joven nerda es la principal protagonista de una historia de fraude que tiene atónito a Estados Unidos. Así construyó con su novio un emporio lleno de lujos en Bahamas, que ahora los tiene en la mira de la justicia.
“Siento de verdad lo que hice. Sabía que estaba mal”. Así se rompió Caroline Ellison ante la Justicia norteamericana, cuando, acorralada por las evidencias, decidió confesar cómo durante más de un año la compañía que dirigía había participado en el desvío de millonarios fondos de las criptomonedas. La imagen de una niña nerda y buena derrumbándose ante una corte se convirtió entonces en uno de los símbolos del fracaso empresarial del último año.
Caroline podría ser una especie de Betty la Fea del mercado financiero, pero con un final para nada feliz. Con pinta de ñoña, gafas enormes y un pelo alborotado, fan acérrima de Harry Potter, hija de dos profesores de MIT y dueña de los más envidiables pergaminos académicos, su historia parecía sacada de la famosa telenovela colombiana.
Con apenas 28 años era la CEO de Alameda Group, un apéndice de FTX, el emporio de las criptomonedas quebrado (el tercero más grande del mundo), al que se le probó haber usado millones de dólares en fastuosos lujos. Llegó allí con tan solo 18 meses de experiencia como trader. Y su mente genial ayudó al fundador del conglomerado, Sam Bankman-Fried, a efectuar todo tipo de piruetas financieras. Al final, ambos se enamoraron.
En el tiempo en que fue la cabeza de esa compañía, Caroline ayudó a su novio para mover más de 10.000 millones de dólares del dinero de los clientes a todo tipo de paraísos fiscales. De ella se conocía poco. Apenas una entrevista que hizo en Bahamas, en donde operaba la empresa, con unos periodistas locales, en la que sale como una estudiante mal vestida en verano, con una falda de algodón, un saco de sudadera y sandalias.
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Allí dijo con desparpajo que su trabajo era tan sencillo que no necesitaba su prestigioso grado de matemáticas de Stanford para ejercerlo. “Hay muy poquita matemática, apenas lo que se sabe en el colegio”, puntualizó. Agregó que se trataba apenas de un trabajo de probabilidades básicas. Para el mundo, era un genio de los números que había llegado al éxito demasiado pronto. Incluso formó parte de la prestigiosa lista de ‘Los 30 menores de 30’, de la revista Forbes. A él los medios lo llamaban el próximo Warren Buffett.
Sin embargo, lo que hizo fue mucho más allá de eso, como ella misma confesó ante los tribunales. “Entendí que si las cuentas de FTX de Alameda tenían saldos negativos significativos en alguna divisa en particular, significaba que Alameda estaba tomando prestados fondos que los clientes de FTX habían depositado en la bolsa” y agregó que “los ejecutivos de FTX recibieron miles de millones en préstamos ocultos de Alameda”.
Las transcripciones de su confesión con miras a llegar a un acuerdo han sido reveladas por el New York Times, Bloomberg y Reuters.
Uno de los hechos más llamativos tiene que ver con la forma como vivían los ejecutivos de la compañía. Nueve de ellos, incluida Caroline, compartían un lujoso apartamento en las Bahamas avaluado en 40 millones de dólares. La propiedad tiene dos ascensores privados, una terraza, bar, jacuzzi y spa. En ese mismo lugar, la compañía adquirió, según el Daily Mail, seis condominios. Allí también tiene casa Justin Timberlake.
La lista de inmuebles que poseían en las islas era enorme e incluso habían preparado un espacio para ubicar la sede de la compañía. “Compraron Bahamas de forma sorprendente”, le dijo una fuente al Daily Mail.
Al fundador y novio lo acusan de crear argucias para engañar a los inversionistas y malgastar el dinero de los clientes. Debe responder por ocho cargos, entre ellos conspiración, fraude electrónico, lavado de dinero y violaciones a la ley de financiamiento electoral. A ella la justicia le imputa fraude y asociación para delinquir. Se dice que podría obtener una condena de hasta 100 años, pero se reduciría si delata a su media naranja, cosa que ya se anticipa, pues firmó un acuerdo de culpabilidad a finales de diciembre.
Esta semana, Sam Bankman-Fried se presentó ante una corte federal de Nueva York y se declaró no culpable. Sus antiguos compañeros de penthouse y su exnovia podrían darle la estocada definitiva para que pase de esa vida de lujos a la cárcel.