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La calidad del aire está amenazada por la “sanción climática”, advierte la ONU
Según Naciones Unidas, las olas de calor y los incendios forestales serán cada vez más comunes.
Las olas de calor y los incendios forestales se volverán más frecuentes, más intensos y duraderos a causa del cambio climático, empeorarán la calidad del aire y la salud de los seres humanos, advirtió la ONU el miércoles. Según un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), un organismo de Naciones Unidas, la interacción entre la contaminación y el cambio climático comportará una “sanción climática” que padecerán millones de personas.
El boletín anual de la OMM sobre la calidad del aire y el clima se centra en el impacto del humo de los incendios forestales de 2021. Ese año, como en 2020, el calor y la sequía exacerbaron la propagación de incendios forestales en el oeste de América del Norte y en Siberia, lo que provocó un aumento considerable de las tasas de partículas en suspensión (PM 2,5), perjudiciales para la salud.
“Se prevé que los incendios forestales y la contaminación atmosférica conexa aumentarán, incluso en un escenario de emisiones bajas”, explicó el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.
En un comunicado, el responsable subraya que este fenómeno tendrá consecuencias en la salud humana, pero también en los ecosistemas, pues los contaminantes del aire se depositan en la superficie de la Tierra.
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“Esto ha sucedido en las olas de calor que se produjeron en Europa y China este año cuando las condiciones estables de la atmósfera superior, la luz solar y la baja velocidad del viento dieron lugar a altos niveles de contaminación”, afirmó.
Según las observaciones a escala global, la superficie total anual quemada muestra una tendencia descendente en los dos últimos años, gracias a una disminución del número de incendios de sabana y de praderas.
“Un anticipo”
Aun así, a escala continental, en algunas regiones se están constatando tendencias al alza, sobre todo en zonas del oeste de América del Norte, el Amazonas y Australia.
Unos intensos incendios forestales provocaron concentraciones anormalmente altas de PM 2,5 en Siberia, Canadá y el oeste de Estados Unidos en julio y agosto de 2021. En la zona oriental de Siberia, estas concentraciones alcanzaron “niveles nunca observados”, según la OMM, principalmente a causa de unas temperaturas especialmente altas y de la sequía.
En cuanto a lo ocurrido este año, “esto es un anticipo del futuro, ya que se prevé un mayor aumento de la frecuencia, la intensidad y la duración de las olas de calor”, señaló Taalas.
Esto podría empeorar aún más la calidad del aire, un fenómeno denominado “sanción climática”, que se refiere al efecto de amplificación del cambio climático en la producción de ozono al nivel del suelo, en detrimento del aire que respiramos, apunta el informe.
Según las proyecciones, las regiones en las que este fenómeno se notará más (la mayoría en Asia) albergan alrededor de un cuarto de la población mundial, explicó Lorenzo Labrador, responsable científico de la OMM, a la prensa.
El cambio climático, al intensificar los episodios de contaminación por ozono en superficie, podría dañar la salud de cientos de millones de personas.
Según las estimaciones del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), la probabilidad de que se produzcan incendios forestales catastróficos (como los observados en el centro de Chile en 2017, en Australia en 2019 y en el oeste de Estados Unidos en 2020 y 2021) debería aumentar entre un 40 y un 60 % para finales de siglo si las emisiones son altas, y entre un 30 y un 50 % si las emisiones son bajas.
*Con información de la AFP.