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‘La chica Watergate’ y las lecciones para el escándalo de la era Trump sobre el Capitolio
Funcionarios del Congreso de Estado Unidos han declarado que el ataque al Capitolio fue un intento por detener los comicios en los que fue elegido Joe Biden.
Una conspiración, un presidente arrinconado y aferrado al poder, el encubrimiento de la Casa Blanca: para la fiscal del caso Watergate, Jill Wine-Banks, la controversia sobre el supuesto complot de Donald Trump contra la democracia de Estados Unidos es una película que ya vio.
Hace 50 años de la noche en que cinco aparentes ladrones fueron arrestados en Comité Nacional del Partido Demócrata en el edificio Watergate de Washington y lo que parecía en principio un simple intento de robo acabó por derribar al presidente Richard Nixon en 1974.
El caso puso a Wine Banks, que entonces tenía 29 años, en un papel estelar en el mayor escándalo político de la historia de Estados Unidos al ser la única mujer del equipo de la fiscalía.
Medio siglo más tarde observa, como todo Washington, a Trump en un peligro similar al de Nixon dado que la acusación de incitar al asalto del Capitolio se torna en un asunto cada vez más grande.
Altos funcionarios, todos republicanos o conservadores y muchos de los allegados más cercanos de Trump, declararon bajo juramento en el Congreso que el asalto del 6 de enero de 2021 al Capitolio, que dejó cinco muertos, fue la culminación de una intentona para revertir la elección de 2020 ganada por el demócrata Joe Biden.
En algunos aspectos, el paralelismo es sorprendente, pero mientras mira las audiencias del escándalo que envuelve a Trump, Wine-Banks reflexiona sobre cuánto ha cambiado el mundo.
“Primero que nada es un ambiente muy distinto tanto en términos políticos como en medios de comunicación”, dice a la AFP Wine-Banks, hoy analista de un canal de televisión. Actualmente, con cientos de canales de TV y servicios de streaming, que la gente se interese en la política es un gran desafío, dice Wine-Banks.
“En la época de Watergate había tres redes de televisión y daban las mismas noticias. Todas transmitían las audiencias [...] y todas atraían”, enfatizó. Wine-Banks comenzó su carrera como la primera mujer que se desempeñó como fiscal del crimen organizado en el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Cuatro años de impresionantes victorias en diversos juicios hicieron que el equipo del Watergate le prestara atención y se convirtió en la única mujer que participó en el juicio por obstrucción a la justicia que llevó a los principales ayudantes de Nixon a la cárcel.
Aunque nunca se propuso ser pionera, advirtió que no tenía alternativa debido a las barreras que en la década del 70 debían sortear las mujeres exitosas.
El título de sus memorias publicadas en 2021, “La chica del Watergate: Mi lucha por la verdad y la justicia contra un presidente criminal”, es en parte una referencia irónica a los obstáculos que enfrentó para ser tomada en serio.
El punto de inflexión del caso Watergate fue el maratónico testimonio del consejero de la Casa Blanca John Dean, lo que finalmente provocó la renuncia de Nixon. Dean, de 83 años, fue el primer funcionario del gobierno en acusar a Nixon de encubrimiento.
Las audiencias sobre el ataque de 2021 al Capitolio tienen la desventaja de carecer de “un John Dean”, dijo Wine-Banks. “John Dean pudo narrar de principio a fin en qué derivó la irrupción (en el edificio Watergate), qué fue lo que se encubrió y cómo todos estaban participando en el encubrimiento”, observó Wine-Banks.
Sugiere que un posible John Dean, podría ser el jefe de gabinete de Trump, Mark Meadows, quien aportó pedazos de mensajes de texto condenatorios antes de obstaculizar la investigación. Otro podría eventualmente ser Pat Cipollone, un asesor de la Casa Blanca que supuestamente ha estado en contacto con el comité que investiga el ataque al Capitolio.
Wine-Banks tiene una advertencia para el comité de asalto del Capitolio, que lleva meses creando expectativas sobre lo que se puede esperar de sus audiencias públicas. “Jamie Raskin, representante de Maryland, dijo: ‘Esto hará volar el techo de la Cámara’. Y esa promesa es muy grande”, advirtió.
Agregó, sin embargo, que hasta ahora el comité trabajó “brillantemente” con una serie de presentaciones que compensan la falta de una sola persona de narración convincente.
“Idearon formas tecnológicas de narrar esto en forma muy eficaz, utilizando cintas de vídeo de declaraciones intercaladas con testigos en directo y con el abogado investigador de la comisión narrando lo que saben”, dijo. “Creo que esto es muy efectivo”, dijo.
*Con información de AFP.