Invierno

La curiosa medida que recomienda el gobierno de Tokio a sus ciudadanos para ahorrar energía durante el invierno

El gobierno local ha apuntado al uso de sacos ‘cuello tortuga’ como estrategia para evitar altos consumos de energía debido a que por la escasez de esta, los costos estarán por las nubes.

19 de noviembre de 2022
La gobernadora de Tokio pidió a los habitantes de la ciudad tomar sencillas per eficientes medidas para ahorrar energía durante la temporada invernal que se avecina.
La gobernadora de Tokio pidió a los habitantes de la ciudad tomar sencillas per eficientes medidas para ahorrar energía durante la temporada invernal que se avecina. | Foto: Twitter/ @JSBusinessForum

En medio de la creciente crisis energética que afronta el mundo y de cara a la temporada invernal que afrontarán los países del hemisferio norte durante las próximas semanas, el gobierno de Tokio, capital de Japón, más precisamente su gobernadora, Yuriko Koike, sorprendió a sus coterráneos con una inesperada medida encaminada a ‘ahorrar energía’, advirtiendo que con ella, además de cuidar su salud, podrán cuidar sus bolsillos, avizorando el aumento de los precios de la electricidad.

La particular medida propuesta por la gobernadora Koike se fundamenta en recomendar a los ciudadanos el uso de prendas ‘cuello tortuga’ o cuello alto, con el ánimo de minimizar la sensación de bajos niveles térmicos, advirtiendo que con ello consumirán menos energía para calentarse, lo cual a su vez espera pueda verse reflejado en los recibos del consumo de electricidad.

En declaraciones recogidas por medios internacionales, la funcionaria del Gobierno de la capital de Japón acusó que “calentar el cuello tiene un efecto térmico”, confesándose personalmente usuaria de buzos cuello alto y bufanda para mantener una adecuada temperatura corporal.

Esto permitirá ahorrar electricidad”, afirmó Koike en medio de unas declaraciones entregadas a medios de comunicación el pasado 18 de noviembre de 2022.

En ese mismo orden de ideas, la gobernadora de Tokio afirmó que ella no es la única que cree en este tipo de estrategias, refiriéndose a otros mandatarios de amplia visibilidad mundial que también emplean estos métodos en pro de la salud, mencionando entre ellos al presidente de Francia, Emmanuel Macron.

Esta estrategia se conoció en momentos en los que, en Egipto, líderes mundiales y expertos climáticos participan de la llamada COP27, cumbre en la que el mundo evalúa el avance de sus compromisos orientados a la reducción del consumo energético, la adopción de ‘energías limpias’, y el cumplimiento de metas de reducción de CO2 y otros gases contaminantes en pro de alcanzar el objetivo de la neutralidad de carbono antes de 2050.

En su exposición de la simple pero acertada estrategia, la gobernante de Tokio apuntó a la necesidad de que, desde la ciudadanía, también se tomen pequeñas decisiones que permitan en lo global lograr grandes resultados, y esta, su propuesta del uso de los sacos de cuello alto como medida para mitigar el frío esperado en las próximas semanas, “es una de las formas de atravesar juntos el duro clima energético del invierno”.

Según advierten medios internacionales, Japón es en la coyuntura mundial otro de los países que se ha visto golpeado con la crisis energética, en tanto por sus características también depende de la importación, y sus suministros se han visto reducidos a propósito de la guerra que se libra entre Ucrania y Rusia.

Precisamente, según refieren medios internacionales como la Agencia AFP, desde el pasado mes de agosto, el primer ministro de ese país, Japón, Fumio Kishida, ha elevado llamados para que se fortalezca y readopte en mayores proporciones la energía nuclear, como una estrategia para hacer frente a la evidente contingencia de la escasez de energía y el sobrecosto que ello ha representado para los bolsillos de los ciudadanos de su país al momento de pagar las facturas.

No obstante, la referida estrategia a la que ha llamado Kishida resulta poco probable, si se tiene en cuenta que Japón tiene en su historia reciente el referente de la tragedia de Fukushima en el año 2011, lo que indujo a que se tuviese que implementar medidas preventivas que llevaron a la suspensión del uso de varios de los reactores, tras evidenciar el problema de seguridad que ello refería.

Actualmente, si bien parte de los reactores nucleares de Japón han podido volver a ser puestos en funcionamiento intermitente, la seguridad energética del país sigue dependiendo en gran medida de la importación de combustibles fósiles, lo que representa un ingente reto no solo para la coyuntura, sino también para las proyecciones y cumplimiento de las metas trazadas en materia medioambiental.

*Con información de AFP.