La enviada especial de Estados Unidos contra el antisemitismo rechaza recientes protestas racistas

Deborah Lipstadt, enviada especial de Estados Unidos para el monitoreo y el combate del antisemitismo, deploró este viernes las muestras de odio racial que se han presentado en las protestas motivadas por la guerra entre Israel y Hamás.

“Deploramos los lemas y símbolos antisemitas en las recientes protestas, incluidos los cánticos de “Gasear a los judíos”, en Sídney. Condenamos a quienes salen a las calles de ciudades como Londres y Nueva York para celebrar el asesinato en masa de 1.200 civiles por parte de Hamás”, expresó Lipstadt al inicio de su mensaje en su cuenta oficial de X (antes Twitter).

“Disfrutar del asesinato y las violaciones de civiles, o cantar ‘Del río al mar’ (eslogan político de los palestinos), no tiene nada que ver con promover la seguridad, la prosperidad, la libertad y la democracia para el pueblo palestino. Ese odio solo hace que la paz sea más difícil de lograr”, escribió también la enviada, refiriéndose al brote de antisemitismo que se ha disparado desde que el grupo terrorista palestino lanzara una violenta embestida contra Israel que ya deja más de 2.600 víctimas.

Tal fenómeno ha llegado con frases ofensivas sobre aspectos tan delicados como el Holocausto, que conllevó la muerte de unos 6 millones de judíos en la Segunda Guerra Mundial.

En Nueva York, por ejemplo, un manifestante en pro de Hamás fue visto blandiendo una esvástica, lo que llevó al alcalde Eric Adams a condenar la protesta, que tuvo lugar el pasado domingo.

En Sídney, imágenes no verificadas dadas a conocer por la Asociación Judía Australiana aparentemente mostraban a un grupo de manifestantes frente al edificio de la Ópera gritando: “Gasear a los judíos”. La Policía investiga el incidente, de acuerdo con La Voz de América.

La funcionaria también afirmó que “Hamás no oculta su odio hacia los judíos ni su objetivo de destruir a Israel. Su intención queda clara en su documento fundacional: “El Día del Juicio no llegará hasta que los musulmanes luchen contra los judíos y los maten”.

Hamás no son soldados ni combatientes de la resistencia, son terroristas. Su asesinato en masa de 1.200 civiles fue, como afirmó el presidente (Joe Biden) de Estados Unidos ‘un acto de pura maldad… [en] las manos sangrientas de la organización terrorista Hamás, un grupo cuyo propósito declarado es matar judíos”.

En consonancia con los dichos de su enviada especial, Biden también admitió que la guerra en Israel ha provocado un aumento del odio y el antisemitismo.

Lipstadt concluyó su diatriba con estas palabras: “Esto no es una cuestión de religión o política. El asesinato nunca es aceptable y no puede ser justificado por ninguna fe o ideología. Cualquiera que sea la opinión sobre la política en Oriente Medio, atacar a personas porque son judías o por una conexión real o percibida con Israel es antisemita”.

Por su parte, la academia también se pronunció al respecto. Arie Perliger, profesor de la Escuela de Criminología y Estudios de Justicia de la Universidad de Massachusetts, opinó: “Teniendo en cuenta que la actual escalada será más larga e intensa, debemos esperar un aumento más sustancial del antisemitismo en comparación con escaladas anteriores del conflicto”.