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La estrategia arancelaria de Donald Trump para “hacer Estados Unidos grande de nuevo”
El presidente de Estados Unidos ha usado medidas arancelarias para controlar el comportamiento internacional desde su vuelta a la Casa Blanca. Expertos hablan con SEMANA sobre lo que significan las decisiones económicas del mandatario.

Ahora, en la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump cada vez se acerca más a su lema de campaña: “hacer América grande de nuevo” y ha demostrado que el poder que tiene para conseguir su objetivo reside en los aranceles que ha impuesto.
A inicios de la semana, anunció un nuevo arancel -que afectaría “a todos”, como aseguró- del 25% para todas las importaciones de aluminio y de acero que ingresen al territorio norteamericano.
Maria Claudia Lacouture, presidenta ejecutiva de la Cámara de Comercio Colombo Americana, dijo en SEMANA que para que Estados Unidos sea grande de nuevo, primero hay que poner el foco sobre temas migratorios, de seguridad, de narcotráfico y la reducción de la presencia china en el comercio internacional. “¿Cuáles son las acciones para lograr que se cumpla con estas tres variables a nivel de acompañamiento, apoyo, aliados internacionales? Es el comercio. Y el arma para lograrlo son los aranceles”, aseguró.
Las últimas medidas arancelarias no han sido tomadas de la mejor manera por la comunidad internacional. Diferentes países, como los integrantes de la Unión Europea, afirmaron que tomarán represalias similares contra Estados Unidos en cuanto los aranceles comiencen a regir en el territorio que, según la orden de Trump, entrarían en vigor el próximo 12 de marzo.
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Unos de los países que se verían más afectados son México y Canadá, ya que hace unas semanas, el presidente Trump les había impuesto otro arancel del 25% debido a que los señalaba de ser los responsables del paso ilegal de migrantes y drogas por la frontera hacia Estados Unidos. Los dos vecinos norteamericanos lograron retrasar la medida un mes, hasta el primero de marzo, mientras negociaban con Trump.
Ahora, con el nuevo arancel al aluminio y al cobre, es probable que la cifra resulte en una tarifa del 50% para las importaciones. “Tenemos que tener en cuenta que para México el 86% de sus exportaciones van a Estados Unidos y para Canadá son el 74%, lo que implica una participación realmente importante en el mercado de Estados Unidos. Y de Estados Unidos a estos dos países también tienen unas exportaciones importantes. Es un comercio complementario en algunos casos, pero también necesario”, dijo Lacouture.

Por su parte, el director de estrategia global de XP Investment, Alberto Bernal, dijo en SEMANA que “una guerra comercial, sin cuartel, con China, con México, con Canadá, con Europa, etc., muy seguramente generaría un incremento muy fuerte en la incertidumbre de los mercados financieros. Cuando crece la incertidumbre caen los precios de las acciones”. A lo que la presidenta ejecutiva concuerda: “es un arma de doble filo y, al mismo tiempo, no genera un ganador, sino genera que todos seamos perdedores”.
El temor de los países que han juzgado las decisiones económicas de Trump es que empiece una guerra comercial internacional. “Si la guerra comercial se sale de cauce, los mercados financieros van a caer violentamente y si eso pasa, la popularidad del presidente Trump va a bajar en una forma muy material, muy importante”, aseguró Bernal.

Además de que existe la incógnita de si realmente estas medidas logren reducir el poder comercial que tiene China a nivel mundial. “Ambos lados van a ladrar, van a hablar fuerte, etc. Pero yo creo que realmente de aquí a futuro va a seguir habiendo muchísima interacción entre la economía de China y la economía de Estados Unidos”, según el director Bernal.
Donald Trump ha demostrado su grandeza y el poder que maneja desde su despacho en la Casa Blanca imponiendo aranceles y sanciones a los países que necesita de su lado, con el fin de llevar a cabo su política de devolver a Estados Unidos su grandeza.