¿La fiesta más rara del mundo? Personas vivas dentro de ataúdes son llevados hasta el cementerio en España

En España celebró la popular procesión de las fiestas de Santa Marta de Ribarteme en As Neves, en la provincia de Pontevedra, Galicia.

Esta ‘’fiesta’' se lleva a cabo el último domingo de julio de cada año logrando atraer a miles de turistas, curiosos y devotos. Tanto sanos como enfermos son introducidos en los cajos y transportados a hombros por las calles del pueblo, al estilo de una procesión, para simbolizar una resurrección y agradecer a Santa Marta su intervención.

La celebración tiene una relación entre la muerte y la resurrección, pues de acuerdo a varios participantes durante esta festividad han experimentado de cerca la muerte, tanto así que son llevadas en ataúdes abiertos, como si se tratará de su funeral, mientras que las personas que van detrás hacen oraciones.

¿De qué se trata?

En principio, las personas que aseguran haber tenido experiencias cercanas a la muerte son aquellas que suben a los ataúdes mientras los miembros de su familia los llevan cargados recorriendo las calles de donde viven como símbolo de resurrección y agradecimiento a Santa Marta.

Durante la procesión, también se suben a los ataúdes aquellas personas que quieren hacer una petición de sanación, o pedir por la salud de un familia o allegado. Y es tanta la concurrencia de personas a este evento que en redes como Instagram algunos usuarios suben videos de lo “aterrador” que puede llegar a ser esto para algunos que evitan hablar de la muerte.

Sin embargo, a esta procesión se suman las personas que no desean ser cargadas en los ataúdes pero cargan una vela con la imagen de la Santa y algunos van vestidos de blanco.

¿Cómo se vivió la procesión?

-En otros tiempos-

De acuerdo con el periódico británico The Guardian, esta celebración es la segunda fiesta más extraña del mundo.

La procesión de las fiestas de Santa Marta de Ribarteme, no había dado de que hablar, pues durante dos años no hizo su popular recorrido de ataúdes debido a la pandemia por covid-19.

Durante esta festividad hubo una novedad, habían tres categorías en el público, los creyentes, los que llevan la tradición y los que espectadores.

¿Quiénes son los protagonistas?

Los protagonistas son las personas que van dentro de los ataúdes, los creyentes, los que piden sanidad, los que tuvieron su experiencia cercana a la muerte.

¿Que buscan?

Agradecer a la Santa su intervención de evitar la enfermedad y hasta la misma muerte, esto en caso de ser para la misma persona o incluso si pidió por un familiar.

¿Discordia por la procesión?

El párroco Francisco Javier de Ramiro, el año pasado, todo cambio cuando el cura de Ribarteme hizo pública su oposición de la fiesta de ataúdes, indicando que no habría posesión mientras el estuviera en desfile de féretros, señalando que mientras que él estuviese en As Neves.

“Me dedico a evangelizar y no a fomentar supersticiones, folclores o brujerías”, declaró a La Voz de Galicia.

Razón por la cuál para este 2023, la procesión estaba llena de incertidumbre por los más fieles que desde hace dos años esperaban rendir homenaje a la Santa.

Sin embargo, no faltaron los que hicieron caso omiso, según recogen algunos medios, un miembro de la parroquia decidió hacer parte de esta celebración saltándose el código de prohibición, mientras otro fue más prudente y decidió dejar el ataúd vacío pero hizo todo el recorrido guardando su anonimato.

Entre aplausos de gritos de apoyo fueron ovacionados los miles de fieles que hicieron parte de esta procesión e incluso algunos como mensaje a la parroquia por las palabras de rechazo en los años anteriores.