LA GUERRA DE LOS "EXOCET"

La decisión de París de renovar a Argentina sus ventas del famoso misil está desatando las iras del gobierno británico

27 de diciembre de 1982

La decisión del gobierno francés de renovar el envío de misiles "Exocet" a Argentina, suspendido a raíz de la guerra de las Malvinas en abril-junio pasados, ha provocado airadas protestas político-diplomáticas de Gran Bretaña.
Aunque la primera ministra británica Margaret Thatcher reaccionó sin violencia a la decisión francesa, la prensa británica y los parlamentarios conservadores acusaron al gobierno francés de "incitación a la guerra " Argentina no ha reconocido formalmente el cese de las hostilidades. Venderle armas y sobre todo "Exocet", símbolo de pérdidas británicas durante la guerra, va a estimular a los militares a retomar los combates, señalan los parlamentarios británicos.
El gobierno francés decidió levantar el embargo a Buenos Aires, erigido por el conjunto de países de la Comunidad Económica Europea al comienzo de las hostilidades entre Inglaterra y Argentina, por considerar que "ya no existen las razones que predominaron en el momento de la decisión comunitaria".
Poco después, el 18 de noviembre, más de doscientas toneladas de armamentos, entre los que se cuentan cinco aviones Super-Etendard, un número determinado de misiles Exocet y municiones, fueron embarcados en el puerto francés de Saint-Nazaire con destino a Buenos Aires. El Ministerio de Defensa francés confirmó que en el barco Bahía San Blas eran transportados aviones y misiles aire-mar del tipo Exocet, indicando que era esa la primera entrega desde que se levantaran las sanciones contra la Argentina el 10 de agosto pasado.
IRA ENTRE LOS FABRICANTES DE ARMAMENTOS
Pero más allá de la polémica político-diplomática, que se inscribe en el diferendo comunitario de ambos países, la entrega de los Exocet provoca las iras de los fabricantes de armas británicos que ven en la operación una nueva maniobra publicitaria que destaca el éxito del misil en la batalla aeronaval de las islas Malvinas. Hasta hoy Francia ha vendido un total de dos mil 91 misiles Exocet, en diferentes versiones, a 27 países diversos, entre los cuales se encuentra Argentina. La cifra proporcionada por la empresa estatal "Aerospatial" que lo fabrica, muestra un incremento de mil misiles en el espacio de dos años.
"No hemos recibido ningún pedido de 'Exocet' directamente relacionado con el éxito de esta arma durante la guerra de las Malvinas" señaló recientemente Michel Allier, jefe de la división de operaciones militares de esa empresa. Sin embargo, se sabe que la producción del misil pasará de 18 por mes este año, a 25 en 1983. Durante la guerra, el precio del artefacto aumentó tres veces, situándose cerca del millón de dólares.
De acuerdo a las restricciones gubernamentales, el mercado potencial del misil estaría cerrado en numerosos países. Las presiones del mercado, sin embargo, y la baja de las exportaciones en el terreno de la aviación podrían hacer cambiar la opinión del ejecutivo.
Para los ingleses la mayor venta de este misil significa una mayor presencia de las proezas aeronáuticas de los aviadores argentinos durante la guerra de las Malvinas y un homenaje a la técnica de sus ingenieros que hicieron posible la utilización del misil. El Exocet, empero, a juicio de los técnicos de la Aerospatial no fue el arma que mejor impresionó a los estrategas militares durante la guerra, sino el "sistema de defensa antiaérea móvil Roland" .
EL TERRIBLE ROLAND
Los argentinos poseían dos de estos sistemas y uno fue trasladado a las islas para proteger el aeropuerto de Port Stanley, rebautizado por los sudamericanos con el nombre de Puerto Argentino.
Según los técnicos de Aerospatial, con ocho tiros del Roland, cuatro aviones Harrier ingleses fueron abatidos, otro aparentemente abatido y un misil explotó en vuelo por destrucción de una bomba.
El Roland fue desplazado diariamente del lugar, lo que impidió su detección y la destrucción del aeropuerto hasta el último día de la guerra.
La tesis francesa es enfáticamente rechazada por los británicos, que aseguran haber perdido un solo avión Harrier tocado por un misil del Roland de los cinco que reconoce haber perdido durante la guerra.
La publicidad de estas dos armas durante la guerra a costa de las fuerzas navales y aéreas británicas ha permitido un incremento espectacular de las demandas de compra de misiles franceses. El Congreso estadounidense estudió la solicitud hecha por la fuerza aérea de ese país para comprar 16 mil aparatos Durandal, concebidos para destruir pistas de aterrizaje reforzadas. El artefacto es mitad bomba mitad misil.
Lanzado a gran velocidad es capaz de hacer cráteres de cien metros cuadrados y levantar masas de cemento de quinientos metros cuadrados. Los técnicos franceses insisten en que el armamento utilizado por los ingleses para destruir el aeropuerto de Port Stanley fue ineficaz. Prueba de ello es que al término de la guerra ellos pudieron utilizar las pistas sin problemas con sus aviones de transporte.
El Durandal, que fue utilizado en las Malvinas, se convierte así en un buen producto para comprar, según los expertos militares. La construcción de este misil comenzó en 1979 y hasta la fecha se han vendido seis mil ejemplares a once países.
Ni Francia ni los países de la Comunidad Económica Europea lo poseen. La fuerza aérea estadounidense lo considera "sin competidor" y si el Congreso da su visto bueno, la firma Matra podrá conseguir un contrato por más de 500 millones de dólares para ser cumplido entre 1983 y 1987.
Si a estos éxitos se suma el proyecto de Aerospatial de misil anti-nave supersónica (AMS), presentado en la exposición de armamentos aeronáuticos de Lebourget, realizada recientemente, y que aseguran penetra las defensas más sofisticadas, los militares y constructores de armas británicas tienen elementos para estar molestos con sus colegas franceses.