Conflicto
La guerra del mundo occidental: líderes democráticos cierran filas con Israel. ¿Por qué el ataque a la comunidad judía tiene repercusiones en todo el planeta?
Tras el ataque sangriento a Israel, que dejó 1.300 muertos, las grandes potencias democráticas se han volcado a apoyar a la comunidad judía. El país se convierte en la retaguardia del mundo libre.
El ataque terrorista de Hamás a Israel puso en jaque al mundo entero. Hace mucho tiempo que un conflicto no dejaba tantas víctimas en un solo día y escalaba de forma tan acelerada como para enfrentar dos visiones del mundo radicalmente opuestas. Israel se constituye hoy en una retaguardia para impedir la extensión del fundamentalismo islámico, que ha amenazado incluso a varios Estados musulmanes.
Para Israel, el ataque terrorista de Hamás ha sido devastador. Con una población de 9 millones de personas, 1.300 muertos en un día es como si en Colombia un ataque dejara 6.000 víctimas fatales. El horror de Hamás se ha visto con crudeza y el país ha decidido mostrar los rostros de sus muertos, sus niños secuestrados, sus mujeres violentadas y sus ancianos víctimas de lo que ellos han llamado “animales humanos salvajes”.
La guerra comenzó por una agresión sin piedad y llena de sevicia, en una infiltración que llevaba más de un año siendo planeada y que dejó una herida en el alma de la comunidad judía en el mundo entero. No obstante, también lanzó una alerta muy profunda en las democracias. Como explica el excanciller Julio Londoño, “Occidente, y en especial los Estados Unidos, apoyan firmemente a Israel, que se ha constituido en una vanguardia para su propia seguridad”.
El primer líder mundial que llegó a esa tierra era el que más peso cargaba en su historia, el alemán Olaf Scholz. El canciller aseguró que su país “debe garantizar la existencia de Israel” en respuesta al Holocausto y a su propia historia. “Los ataques de Hamás suponen los peores crímenes cometidos contra los judíos desde el Holocausto… Israel tiene derecho a defenderse y a luchar contra el terrorismo de acuerdo con el derecho internacional. Todos los países tienen el derecho de proteger a sus ciudadanos”, dijo enfático.
Lo más leído
Estados Unidos también se alineó inmediatamente a esa causa. Desde el día del ataque aseguró que Israel tendría todo lo que necesite para defenderse. “No están solos. Mientras los Estados Unidos sigan en pie, y seguiremos en pie para siempre, no dejaremos que nunca estén solos”, les dijo Biden a los israelíes a su llegada a este país. Biden se sumó a la solidaridad total con el pueblo palestino e instó a buscar salidas humanitarias para la población de la Franja de Gaza, también víctima de Hamás y objeto de la ofensiva israelí.
Anunció, por ejemplo, que tras una conversación con el mandatario egipcio, Abdelfatah al Sisi, se acordó la entrega de ayudas humanitarias a través de esa frontera. A su regreso a Estados Unidos, Biden se dirigió a los norteamericanos y fue muy claro en lo que siente sobre este conflicto: “Hamás y Putin representan amenazas diferentes, pero tienen algo en común: ambos quieren aniquilar por completo una democracia vecina”.
Horas después llegó a Tel Aviv el primer ministro británico, Rishi Sunak. “Apoyamos absolutamente a Israel para que se defienda de acuerdo con el derecho internacional, persiga a Hamás, recupere a los rehenes, disuada de nuevas incursiones y refuerce su seguridad a largo plazo”, dijo enfático. “Estoy orgulloso de estar aquí con ustedes en la hora más oscura de Israel como su amigo. Estaremos con ustedes en solidaridad, estaremos con su pueblo y también queremos que ganen… Sé que están tomando todas las precauciones para evitar dañar a los civiles, en contraste directo con los terroristas de Hamás, que buscan poner a los civiles en peligro”, puntualizó.
Como lo señaló en un artículo para SEMANA el reconocido periodista israelí Ben Dror Yemini, la guerra que se lucha en este momento es la del “mundo libre”. Y los líderes de estas potencias lo tienen claro. Si Israel pierde contra Hamás, la amenaza es para el mundo entero y para uno de los pilares de Occidente: la democracia. “La ideología de Hamás, que se basa en la muerte, la falta de reconocimiento de Israel y la insistencia en mantener el bloqueo, no recibe la atención adecuada. Este autoengaño es peligroso y puede llevar a la autodestrucción”, sostiene el periodista.
Y lanza una explicación dolorosa: “Para comprender la gravedad de la situación actual, podemos remontarnos a la década de 1930, cuando el mundo libre no reconoció la amenaza que representaba el nazismo. El precio de esa falta de reconocimiento fue devastador, con 60 millones de personas asesinadas, incluidos 6 millones de judíos en la peor industria de la muerte de la historia”.
Muchos en el mundo creen en el derecho que tienen los palestinos sobre esa tierra, pero se equivocan cuando asimilan que esa es la causa de Hamás. De ninguna manera. El grupo terrorista ha sido claro en lo que busca: la destrucción total del estado de Israel. En su carta fundacional, publicada en 1988, lo dice sin reparos: “El Día del Juicio no llegará hasta que los musulmanes no luchen contra los judíos y les den muerte. Entonces, los judíos se esconderán detrás de las rocas y los árboles, y estos últimos gritarán: ‘¡Oh musulmán!, un judío se esconde detrás de mí, ven a matarlo’”.
Hamás nunca ha considerado que entre el pueblo judío y el palestino pueda haber una salida negociada. Y considera “infieles” a quienes han pedido este camino. Además, cree que la yihad contra el pueblo judío es una “obligación individual para cada musulmán dondequiera que se encuentre”.
Tras el ataque a Israel, la comunidad judía se ha sentido en riesgo, aun viviendo en el extranjero. La semana pasada, uno de los fundadores de Hamás llamó a un viernes de ira. Desde ahí, muchos ataques han ido sumando al miedo. En Francia, un checheno degolló a un profesor en un colegio al grito de “Allahu Akbar” (Dios es grande). El país está en alerta máxima, por lo que su presidente, Emmanuel Macron, llamó “la barbarie del terrorismo islamista”.
El Gobierno dispuso un dispositivo de seguridad en 500 sinagogas y escuelas judías del país. Pero su temor va más allá de esos puntos. Solo la semana pasada, los franceses evacuaron más de dos veces algunos de sus símbolos más preciados, como el Palacio de Versalles y el Museo de Louvre, y una de las estaciones de trenes más grandes de París, la Gare de Lyon, por amenaza de bomba.
Ante el terror de que se concretaran los temores, el ejército desplegó en las calles a 7.000 soldados. Alemania también se siente en jaque. El pasado miércoles, terroristas lanzaron dos cocteles Molotov a una sinagoga en Berlín. “La ideología de Hamás de exterminio de todo lo judío también está surtiendo efecto en Alemania”, advirtió el Consejo Central de Judíos de ese país.
Lo que se ha visto en estos días es un doloroso déjà vu. Por ejemplo, a muchas familias judías les estamparon la estrella de David en las afueras de su casa, como para marcarlos. Por otro lado, muchas de las banderas de Israel que ondeaban en solidaridad con sus víctimas desde el día del ataque fueron arrancadas y quemadas. “Atacar a judíos es atacarnos a todos”, dijo el canciller alemán, visiblemente conmovido.
Tras los atentados, muchas sedes diplomáticas de países de Occidente han sufrido ataques y han sido el epicentro de violentas protestas. Se han visto imágenes así en Jordania, en Turquía, en el Líbano, en Irak, en Marruecos, en Siria, en Catar y en Túnez. En casi todos esos escenarios el común denominador son las arengas de “muerte a Israel” y la quema de sus banderas y las de Estados Unidos.
El ambiente, lejos de calmarse, cada vez es más hostil. Lo que viene promete ser muy duro. Por ahora, se habla de tres caminos posibles. El primero es que se mantengan los ataques a distancia desde Israel a Gaza con los bombardeos y la consecuente respuesta de Hamás con lanzamientos de misiles hacia territorio israelí, como se ha vivido en los últimos años.
El segundo escenario sería que las tropas de Israel decidieran ocupar Gaza por la vía terrestre para eliminar al grupo terrorista en su propia guarida. Si esto sucediera, es probable que los aliados de Hamás decidieran intervenir militarmente, como Hezbollah, grupo terrorista de Irán financiado por el Gobierno de ese país. Un escenario más grave para el mundo sería el involucramiento directo de otros Estados como Irán o Siria, lo que configuraría un conflicto a escala regional.
Esa posibilidad dejaría al mundo casi ad portas de una tercera guerra, teniendo en cuenta que ya las grandes potencias de Occidente están con Israel y que países como Rusia e Irán han intentado justificar los ataques de Hamás. Pero este escenario dantesco está descartado por el momento. Se anticipa, por ahora, un conflicto como ha sido el de Ucrania-Rusia, largo, doloroso, con terribles efectos y con los ojos del mundo encima.
Mientras tanto, hay un clamor latente: la vida de los más de 150 rehenes que tomaron los terroristas de Hamás el sábado pasado y que están en Gaza como el método más cruel de presión o como una eventual moneda de cambio. Hamás se llevó sin piedad a decenas de niños muy pequeños, a mujeres y a ancianos. Su suerte está en vilo. Mientras tanto, el mundo sigue alerta.
Una cumbre por Gaza
Tras la fallida cumbre en Jordania, otro esfuerzo internacional está en ciernes. Se trata de un encuentro para atender la crisis humanitaria que hay en la Franja de Gaza. Estarán en Egipto este sábado el secretario general de la ONU, António Guterres, y el responsable de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell.
Se espera que lleguen también el presidente de Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, y el presidente francés, Emmanuel Macron; además del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau; así como el canciller alemán, Olaf Scholz; la primera ministra italiana, Giorgia Meloni; el primer ministro británico, Rishi Sunak; el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás.
Escudos humanos
El lunes, un misil explotó en el hospital bautista Al-Ahli, con consecuencias desastrosas para los centenares de pacientes y familiares que estaban en el centro médico. En Palestina se habla de 470 muertos, aunque nadie ha podido entrar a verificar la cifra. El Gobierno de Israel rechaza ser el responsable de este atentado y acusa a los mismos grupos terroristas de haberlo infligido. “Vergüenza para los repugnantes terroristas en Gaza, que derraman intencionalmente la sangre de inocentes”, escribió el presidente de Israel, Isaac Herzog.
La inteligencia de este país detectó videos e interceptó conversaciones que apuntan a un fallido lanzamiento de cohetes de parte de la Yihad Islámica Palestina. En esta, uno de los terroristas de Hamás le cuenta a otro que lo sucedido en el hospital fue producto de un misil que les falló y cayó en un lugar que no tenían previsto.
Israel ha acusado numerosas veces a Hamás de utilizar al pueblo palestino como escudo humano para el ataque. Estados Unidos anunció una investigación independiente para aclarar lo ocurrido. El presidente Joe Biden, en su charla con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, le dijo: “Según lo que he visto, parece que lo hizo el otro equipo, no usted”. El efecto de este atentado fue devastador no solo para los civiles, sino para los esfuerzos de buscar una salida negociada. Jordania canceló, por cuenta de este hecho, el encuentro planeado entre el rey Abdalá II, Joe Biden y el presidente de Egipto para buscar salidas a la guerra.
No es aún el momento
Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, tenía entre sus planes visitar Israel junto con Antony Blinken, secretario de Estado de los Estados Unidos. Pero este país consideró que no es el momento aún para su visita.
“El mundo debe permanecer unido para que el terror no intente quitar o destruir vidas en ningún lugar y en ningún momento”, dijo el mandatario ucraniano, que ha respaldado a Israel y ha señalado a Rusia de apoyar a Hamás con mira s a promover la “desestabilización” a nivel global. “Estamos seguros de que Rusia apoya, de una forma u otra, las operaciones de Hamás”, aseguró a France 2.