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La heredera de Publix que financió las protestas a favor de Trump en Washington

El diario The Wall Street Journal reveló que las manifestaciones que se planearon para ese día fueron patrocinadas por la dueña de una de las cadena de supermercados más conocidas de Estados Unidos. En redes anuncian boicots.

31 de enero de 2021
Decenas de miles de partidarios de Trump llegaron a Washington, portando insignias republicanas y hasta banderas confederadas. Durante la sesión para validar la victoria de Biden lograron tomarse el Capitolio.

Publix es un supermercado bastante conocido en Estados Unidos y especialmente en la Florida. Por eso, que su nombre apareciera asociado a las violentas protestas que avergonzaron Washington no solo fue toda una sorpresa, sino que ha generado indignación. Un informe del periódico The Wall Street Journal reveló que para la cita que se dieron miles de personas en “The Ellipse”, en la capital de ese país, existió una campaña organizada y financiada en grande.

Según la publicación, el costo total de esa operación era de 500.000 dólares, de los cuales la heredera de Publix habría puesto 300.000. El giro del dinero lo habría hecho Julie Jenkins F Fancelli, hija del fundador de Publix, George W. Jenkins. La cadena existe en el país desde el año 1930.

“La manifestación en Washington’s Ellipse que precedió al motín del 6 de enero en el Capitolio de los Estados Unidos fue organizado y financiado por un pequeño grupo que incluía a un importante recaudador de fondos de la campaña Trump y un donante facilitado por el presentador de programas de extrema derecha Alex Jones. El señor Jones prometió personalmente más de $50.000 (dólares) en capital inicial para un evento planificado para el 6 de enero a cambio de un ‘espacio para hablar de su elección’”, según un documento de financiación que describe un acuerdo entre su empresa y uno de los primeros organizadores del evento”, advirtió el diario.

La investigación por los hechos de ese día avanzan en todos los frentes. Más de 150 personas fueron acusadas por crímenes federales tras el asalto al Capitolio el 6 de enero de parte de seguidores del expresidente Donald Trump, dijo el departamento de Justicia de Estados Unidos el martes. Los investigadores abrieron pesquisas a más de 400 personas, dijo Michael Sherwin, fiscal federal interino de Washington. El asalto dejó cinco muertos.

Asistido por copioso material de video y registros en las redes sociales, al igual que gran cantidad de denuncias del público, el departamento de Justicia espera que el número de casos siga en aumento. “Al tiempo que estamos sentados aquí, ahora, la lista sigue creciendo”, dijo Sherwin.

Aunque los cargos iniciales fueron por crímenes menores como el ingreso ilegal al Capitolio o conducta desordenada, el fiscal interino explicó que su equipo agregó ahora cargos “significativos” de delitos graves para la mayoría de los 150 acusados. Estos incluyen ataque a agentes de Policía y obstaculización de un procedimiento federal, ya que los asaltantes interrumpieron la sesión de ambas cámaras del Congreso en la que se iba a certificar el triunfo electoral del ahora presidente Joe Biden.

Dichos cargos pueden acarrear una condena de entre cinco a 20 años de prisión. Y las autoridades federales también investigan a un grupo de personas por una posible conspiración y sedición, que puede resultar hasta en 20 años de cárcel. Tres personas ya fueron acusadas bajo esos cargos, dijo Sherwin.

Este aspecto es significativo agregó, “porque demuestra que grupos de milicianos estuvieron involucrados en el planeamiento y posterior ingreso a la fuerza al Capitolio”. Steven D’Antuono, el agente del FBI a cargo de la investigación, dijo que todavía buscan a la persona o personas que colocaron dos artefactos explosivos -que no estallaron- cerca del Capitolio ese día. El FBI ofrece una recompensa de 75.000 dólares por cualquier información.

D’Antuono dijo que el asalto del 6 de enero es uno de los casos más grandes que ha investigado el FBI, y que han recibido más de 200.000 pistas por parte del público. “Este caso es desafiante, complejo, y es grande”, agregó. Trump por su parte enfrentará desde el 9 de febrero un juicio político en el Senado, acusado por la Cámara de Representantes de incitación a la insurrección por presuntamente impulsar a sus seguidores a atacar la sede legislativa.