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La historia de la niña de 11 años que estudia dos carreras y tiene coeficiente intelectual superior al de Einstein
La menor, a su corta edad, ya ha alcanzado parte de sus sueños, pese a haber sido diagnosticada a los tres años con el síndrome de Asperger.
Adhara Maite Pérez Sánchez es la menor de 11 años de edad que es reconocida a nivel mundial por contar con un coeficiente intelectual (CI) de 162 puntos, superior a los físicos Albert Einstein y Stephen Hawking, pues ambos tenían 160.
La pequeña, que es originaria de Boca del Río, una ciudad de Veracruz, en México, fue diagnosticada a sus tres años con el síndrome de Asperger, un trastorno neurobiológico relacionado con el autismo, que afecta su capacidad de socializar y comunicarse correctamente, una condición que no le ha impedido alcanzar sus sueños, tanto así que en 2019 la prestigiosa revista Forbes la escogió como una de las 100 mujeres más poderosas de México, una posición que compartió con importantes empresarias, deportistas y científicas.
Sin embargo, según relató la madre de la menor, el camino de Adhara, quien a su corta edad ya finalizó el bachillerato y cursa dos carreras universitarias, no ha sido nada fácil.
Por el origen humilde de su familia, Adhara asistía a una escuela para niños comunes en donde le costó relacionarse con ellos por su condición, siendo así víctima del ‘bullying’ de sus compañeros que no entendían su actitud hacia ellos.
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A Adhara solo le interesaban temas relacionados con el espacio y se la pasaba todo el día enfocada en eso, por lo que sus compañeros la maltrataban. Además, sus profesores la apartaron por su falta de interés en las materias comunes.
“Cuando estaba escolarizada, me mandaban notitas y mensajes porque se quedaba dormida. Decían que no tenía ganas. Pero yo en casa veía que se sabía la tabla periódica. Desde chiquita sabía álgebra. Yo creo que se sentía aburrida”, expresó hace algunos años Nallely Sánchez, madre de la niña, a Infobae.
“Sí, me aburría mucho”, explicó la niña que pasaba su tiempo dibujando agujeros negros durante las clases.
La madre buscó ayuda cuando fue testigo de un fuerte episodio de bullying en contra de su hija: “Una tarde fui a firmar el boletín y vi que Adhara estaba jugando en una casita y la encerraron. Y empezaron a decirle: ‘¡Rara, rara!’, y le comenzaron a pegar en la casita. Entonces yo dije, no quiero que sufra. Y ella me decía que no quería ir a la escuela, y cayó en una depresión muy fuerte”.
Nallely decidió llevar a la niña a terapia y allí le recomendaron que acudiera al Centro de Atención al Talento (Cedat). Tras una evaluación de parte de los especialistas se encontró que Adhara tenía un coeficiente de 162, muy por encima de un superdotado, que es de más de 130.
En esta escuela especializada, la brillante niña terminó la primaria a los cinco años y el bachillerato a los ocho, pero por el alto costo de la matrícula debió finalizar sus estudios de colegio, en una institución tradicional.
Ahora, la niña estudia dos carreras universitarias a distancia: ingeniería industrial en Unitec e ingeniería de sistemas en la CNCI, donde es estudiante becada.
La pequeña también recibe clases particulares de matemáticas y estudia inglés en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), preparándose así para estudiar en la Universidad de Arizona, que le ofreció una ayuda con pasajes y alojamientos, pero no el valor de la matrícula por lo que su familia busca ayuda para que pueda seguir sus estudios allí.
Adicional a esto, la menor que a mediados de 2019 participó en SpaceUp México, un evento relacionado con temas y estudios sobre el espacio, en septiembre de 2020, recibió una invitación para el International Air and Space Program 2021, un programa organizado por AEXA en Huntsville, Alabama, que cuenta con la participación de expertos de la NASA.
El gran objetivo de Adhara es ayudar a que los humanos puedan colonizar otro planeta. “Me gusta la Tierra porque podemos sobrevivir. Y quiero ir al espacio a colonizar Marte”, concluyó la pequeña más inteligente que Einstein, que sueña con ser astronauta y, que, según su madre, se siente identificada con Buzz Aldrin, uno de los dos primeros hombres en pisar la Luna.