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La historia del norcoreano que lanza globos con propaganda para derrocar a Kim Jong Un, dólares y memorias con canciones K-pop
Ya son 20 años en esta labor para “despertar” a sus compatriotas.
Park Sang-hak, un desertor norcoreano, considera que los globos de propaganda que lanza a su país natal son parte de una tradición de guerra psicológica entre las dos Coreas, y promete continuar hasta que caiga el régimen de Kim Jong Un.
Park, hijo de un doble agente norcoreano que huyó del país en 1999, lleva 20 años lanzando globos cargados de volantes de propaganda contra el régimen, dólares estadounidenses y memorias USB con canciones de K-pop.
Su misión es “instruir al público norcoreano”, algo que llevó a Pyongyang a tildarlo de “escoria” y a lanzar a Corea del Sur más de 1.000 globos con basura como represalia. Precisamente, una ola de globos con basura causó el pasado 24 de junio la suspensión de los vuelos al aeropuerto Incheon de Seúl durante tres horas.
Es una subversión “inaceptable” de las reglas de juego, dijo Park a AFP. Agregó que nunca antes, en los 20 años de la guerra de los globos, una parte envió basura al otro lado de la frontera.
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“Kim Jong Un es la primera persona en ordenar globos de basura”, comentó, lo cual calificó como “un acto despreciable y atroz”.
Park tiene experiencia de primera mano con del poder que tiene una hoja volante. Recuerda un volante que encontró décadas atrás en el Norte, que mostraba a dos desertores en el Sur.
“Una foto mostraba al desertor con mujeres surcoreanas hermosas en traje de baño, y un texto diciendo que recibió 10 millones de wones en ayuda del gobierno”, contó Park.
Eso cambió la vida de Park al mostrarle que la deserción no es solo cosa de diplomáticos o soldados fronterizos, sino que cualquiera puede atreverse a cruzar el río a China.
“Fue la información más importante para mí”, expresó. Unos años después, junto a su madre y dos hermanos, cruzaron el río fronterizo.
Los volantes vistos por Park fueron elaborados por el gobierno surcoreano. Posteriormente, conoció a uno de los desertores de la foto y le preguntó si era real.
“Me dijo que fue montado por el Servicio Nacional de Inteligencia de Seúl”, contó Park.
La propaganda entre las dos Coreas
Seúl y Pyongyang producían volantes propagandísticos y realizaban transmisiones por altavoz cerca de la frontera.
Pero los dos países suspendieron sus campañas en 2003 durante un período de acercamiento, por lo que Park comenzó su propia campaña, con los primeros globos lanzados en 2006.
Comenzó con globos comprados en una juguetería, pero ahora emplea globos capaces de cargar siete u ocho kilos. Por motivos de seguridad se negó a revelar los detalles de sus lanzamientos.
Los globos llevan sobres impermeables diseñados para llevar notas en billetes de un dólar, componente clave del éxito de su campaña, según Park.
Los norcoreanos se sorprenden al ver caen dólares del cielo, dijo, lo cual los lleva a abrir los paquetes de los globos cuando los encuentran, y eso los lleva a leer los volantes.
Una de las misivas -todas escritas por Park y su equipo- detallan la muerte de Kim Jong Nam, medio hermano de Kim Jong Un, en el aeropuerto de Kuala Lumpur en 2017, con una imagen de su cadáver.
“Entregar la verdad”
La reacción de Pyongyang a sus globos demuestran que han tenido impacto en el público norcoreano, afirmó Park.
Es difícil imaginar la escasa información que tienen los 26 millones de habitantes del Norte, donde la internet y los medios son controlados por el régimen. Por eso los volantes son importantes y funcionan, aseguró.
“He recibido llamadas de unos 800 desertores que me agradecen mi misión y me dicen que han visto mis volantes en el Norte”, sostuvo Park, quien afirma que no detendrá su campaña.
Sus críticos reclaman que sus acciones podrían escalar la tensión entre las dos Coreas, que permanecen técnicamente en guerra desde el conflicto de 1950-1953 que terminó con un armisticio, no un tratado de paz.
Park descarta las acusaciones e insiste en que su campaña es pacífica. “Mientras Kim lanza misiles sin parar, nuestro mensaje es detener la violencia”, resaltó.
Su meta final es la caída del régimen de Kim, que espera suceda por un cambio interno, sin intervención foránea.
“Estos volantes entregarán la verdad al pueblo norcoreano, que los utilizará para levantarse contra el régimen de Kim y lo depondrá”, señaló. “Mis volantes son verdad, dinero y amor”, enfatizó.
*Con información de AFP.