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La historia detrás de Alfred Bourgeois, el hombre que fue ejecutado por asesinar a su hija
El hombre era un conductor que vivía en Luisiana con su mujer y sus otros dos hijos.
Alfred Bourgeois, un hombre afro condenado a muerte por el asesinato de su hija de dos años, recibió el pasado viernes una inyección letal en una prisión de Terre Haute, Indiana, un día después que otro condenado, Brandon Bernard, fuera ejecutado también allí.
“Bourgeois fue declarado muerto a las 8:21 pm”, dijo la prisión federal a través de un comunicado.
Luego de una demanda por paternidad, Bourgeois, un exconductor de camión, ejercía la custodia temporal de su hija en el verano de 2002. La llevó a una ruta camionera y abusó severamente de ella hasta que en un momento le rompió el cráneo contra el parabrisas. Además, la investigación de las autoridades estableció que Bourgeois durante el recorrido también torturó con golpes y quemaduras a la pequeña, molesto por el uso que ella estaba haciendo con su inodoro para niños, el cual terminó volcándose al interior del camión.
Aunque la niña fue trasladada a un hospital todavía con vida, murió al día siguiente por daño cerebral.
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Dado que el crimen tuvo lugar en una base militar, donde se realizaba una entrega, Bourgeois fue juzgado en un tribunal federal y condenado a la pena máxima en 2004. Permaneció en el corredor de la muerte desde entonces.
Estados Unidos suspendió las ejecuciones federales a partir de 2003, en particular debido a dudas sobre la legalidad de las drogas administradas a los condenados.
Sin embargo, Donald Trump suspendió esta moratoria en julio, a pesar de que los estados que todavía usan la pena capital han retrasado su aplicación debido a los peligros que representa para el personal penitenciario y los testigos por la pandemia de la covid-19.
Siete ejecuciones federales se produjeron antes de las elecciones del 3 de noviembre, que Trump perdió ante el demócrata Joe Biden, quien se ha comprometido a trabajar con el Congreso para poner fin a las ejecuciones federales.
Trump ignoró peticiones de clemencia y una larga tradición centenaria según la cual los presidentes salientes que fracasaron a la hora de buscar un segundo mandato suspenden las ejecuciones federales durante el período de transición.
Durante 131 años, los presidentes salientes suspendieron las ejecuciones federales durante el período de transición.
Pero la administración Trump ha seguido adelante con las ejecuciones. Los abogados de Bourgeois pidieron a la Corte Suprema que intervenga, alegando que padecía una discapacidad mental.
Esta fue la decimoséptima ejecución en 2020 en Estados Unidos, la décima a nivel federal, la cota más alta en más de un siglo.
Este viernes la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó su “preocupación” por una serie de ejecuciones planificadas en Estados Unidos. “La CIDH manifiesta su preocupación por la planificación de una serie de ejecuciones de cinco personas que se encuentran en el corredor de la muerte, que comenzó con la ejecución de Brandon Bernard el 10 de diciembre”, indicó el organismo en Twitter.
El presidente electo, el demócrata Joe Biden, se ha comprometido a trabajar con el Congreso para poner fin a las ejecuciones federales, una competencia que también tienen los estados.
“La CIDH llama una vez más a la abolición de la pena de muerte o, en su defecto, a la implementación de moratorias en las ejecuciones como un paso hacia la abolición gradual”, concluyó este ente autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA) con sede en Washington.