Para McLellan
Para McLellan, la principal acción está en dar un paso adelante e invertir para duplicar ganancias, | Foto: Getty Images y @cam_mclellan

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La increíble historia de Cam McLellan, el hombre que gana más de mil millones sin trabajar

En algún momento de su vida tuvo que trabajar en diferentes lugares, pero encontró la solución a sus problemas y lo compartió con los demás.

5 de enero de 2022

Ganar dinero sin trabajar es el sueño de la mayoría de personas en el mundo y, aunque parezca difícil de creer, Cam McLellan, un hombre australiano, ha logrado jubilarse a los 36 años de edad después de hallar la forma de solventar su economía sin la necesidad de un trabajo o contrato.

Este hombre sabía que necesitaba tener dinero para sus gastos, así que desde los 20 años empezó a comprar propiedades, teniendo en mente alcanzar o sobrepasar su meta: ganar 250.000 dólares (más de mil millones de pesos colombianos) de alquiler o ‘arriendo’.

Pese a que en algún momento de su vida McLellan tuvo que conseguir el dinero trabajando para crear su empresa de inversiones en bienes raíces, OpenCorp, el hombre sabía que no quería llegar a una avanzada edad y seguir laborando. Por eso, lograr la estabilidad económica que no tuvieron sus padres era el objetivo principal del australiano, así lo dio a conocer a través de una entrevista con el medio del país News.

Justamente, fue a los 16 años cuando el hombre notó que era pobre, pues tuvo que trasladarse junto a su familia a Melbourne y trabajar en varios sitios para cubrir las necesidades básicas del hogar.

“Trabajaba de tres a cuatro trabajos, de todo, desde manejar montacargas hasta apilar estantes en los supermercados, simplemente lo hice para sobrevivir”, mencionó McLellan al citado medio.

Como le sucede a miles de personas, el cansancio de la rutina laboral y, en ocasiones, el trabajo mal remunerado hizo que Cam McLellan hiciera todo lo que estuviera a su alcance para terminar con esta situación y así buscar la manera de solventar su economía sin tener que “mover un dedo”.

“Mi fuerza motriz para invertir fue que odiaba mi reloj despertador, no quería seguir trabajando durante 50 años”, señaló el hombre, quien ahora recibe 250.000 dólares mensuales de alquiler por sus propiedades.

Uno de los primeros pasos que el australiano tuvo que realizar para aprender sobre el estilo de vida de las personas con recursos fue acercarse a este tipo de individuos hasta convertirse en amigo de varios de ellos; conoció a su primer mentor, quien lo guio y le explicó la manera en cómo debería adquirir su primera propiedad.

Mientras trabajaba, McLellan aprendió a invertir su dinero y el conocimiento adquirido lo fue compartiendo con sus conocidos y familiares. En efecto, fue tanto el éxito y el interés por mejorar que logró abrir OpenCorp.

Con el pasar del tiempo, la compañía de bienes raíces logró destacar y posicionarse hasta el punto en el que las ganancias producidas hicieron su magia: el hombre de 36 años dejaría de trabajar y, aún así, recibiría dinero día tras día. Ahora Cam McLellan está dedicado a compartir tiempo con sus hijos y familia, sus empleados se encargan de toda el área laboral y lo único que él debe hacer es conocer sobre las ganancias y retirarlas en el banco.

También, el hombre australiano ha decidido compartir varios de sus conocimientos, escribe en algunos medios locales, da conferencias y ha creado libros con el objetivo de que, así como él, otras personas puedan llegar a solventar su economía y vivir una vida de ensueños sin tener que trabajar.

“Como nuevo padre, si me pasa algo, lo único que nadie puede enseñar a mis hijos es mi conocimiento sobre inversiones”, agregó al citado medio, pues desde el 2021 se encuentra trabajando en una nueva creación literaria que consignará sus mejores trucos para que sus hijos, quienes ya cuentan cada uno con una propiedad, los aprovechen.

Para McLellan, la principal acción está en dar un paso adelante e invertir para duplicar ganancias; es común que se generen temores o miedo a perderlo todo, pero se vale soñar: “Poner en marcha su viaje de creación de riqueza a veces puede resultar abrumador ¡pero todos tenemos que empezar por algún lado!”, afirma en uno de sus escritos.