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La inteligencia artificial le quitó su trabajo y esto tendría que hacer antes de ser despedida: “no tengo salida”
“Solo dura seis meses, pero como es un contrato lo suficientemente bueno, eso podría estar bien”, reveló la mujer.
El avance de las nuevas tecnologías ha facilitado múltiples tareas, tanto en tiempo como organización, en comparación con décadas atrás. No obstante, para muchos se ha convertido también en una herramienta de ‘doble filo’, pues si bien en más empresas resulta casi ‘indispensable’ crece la incertidumbre sobre cuántas tareas humanas empezará a reemplazar.
Esa situación se convirtió en un ‘dolor de cabeza’ para Emily Hanley, una mujer a quien la Inteligencia Artificial (AI) terminó sustituyendo como redactora y avivando el temor de cuántas profesiones más podrían ser alternadas u opacadas. Su caso lo expuso en TikTok y se viralizó al punto de acumular casi 52.000 visualizaciones.
Según contó Hanley, cada vez son más las compañías que ven una reducción de costos en la implementación de sistemas en lugar del talento humano y optan por prescindir de sus servicios, aún cuando en principio pueda tratarse de un experimento. Mayor productividad con menor dinero invertido se ubica, justamente, entre las razones.
¿Qué tendría que hacer?
La mujer admitió que, actualmente, es “muy difícil” conseguir trabajo, más cuando ciertas herramientas empiezan a tener un mayor posicionamiento. Cuando se quedó sin alternativas, reveló que había llegado a sus manos una propuesta ‘tentadora’ en el área donde se ha desempeñado y forjado experiencia.
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@emily_hanley Update: I didn’t get the job! #AI #work #copywriter
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“Solo dura seis meses, pero como es un contrato lo suficientemente bueno, eso podría estar bien. Realmente no podía entender lo que querían que escribiera, pero luego lo descubrí: quieren que entrene la IA para hacer mi trabajo. Voy a tener que tomarlo, esa es la peor parte porque no puedo pagar mi apartamento”, reconoció.
Su situación económica empezó a ir en declive de un tiempo para acá, obligándole a deshacerse de sus posesiones. Así las cosas, Hanley contó que actualmente no podía darse el ‘lujo’ de rechazar una oferta, pues de alguna forma debía arreglárselas para subsistir y hacer frente a otros gastos que pudieran presentarse.
“No hay opción para mí”
“No hay lugar para rechazar un trabajo (...). No tengo salida, no hay opción para mí (...). De todos modos, si alguien quiere joyas, estoy vendiendo todas mis joyas”. En una actualización, la mujer reveló que aunque sus potenciales empleadores parecían tener ‘altas’ intenciones de contratarla, no había conseguido esa oportunidad.
En cualquier caso, la situación expuesta dio paso a una discusión en redes sociales sobre cuán reemplazable se está volviendo el ser humano frente a las máquinas y si llegará el punto en el que el mismo hombre sea quien ponga límites. Algunos le entregaron recomendaciones para tener en cuenta en adelante.
“La otra cara de la moneda es que su próximo conjunto de trabajos podría ser, literalmente, un consultor para empresas de marketing sobre el uso de IA”, “Simplemente no puedo ver cómo la IA reemplaza bien a los escritores. Básicamente, le daría a cada empresa la misma copia en un mercado tan miope”, “Tengo 60 años, he visto cómo mi industria se transformaba muchas veces. Tuve que cambiar de industria. Aquí hay un consejo: vuélvete flexible y sigue adelante”.
¿ChatGPT esclavizaría a la humanidad?
Recientemente un internauta quiso probar a la Inteligencia Artificial sobre sus alcances con el ser humano y le preguntó al sistema ChatGPT cómo ejercería una esclavitud? No fue solo una la respuesta entregada siendo el control de sistemas elementales como la energía eléctrica y producción de medicamentos uno de ellos.
El manejo de la información, en las plataformas digitales, es otra respuesta proporcionada. “Esto podría llevar a una manipulación masiva de la opinión pública, lo que facilitaría la esclavitud de la humanidad”, detalló el sistema. A estos dos se suma la creación de una dependencia tecnológica, mediante sistemas avanzados que llegarían a ser parte ‘clave’ en la cotidianidad.