Realeza
La millonada que le está pidiendo al rey Juan Carlos su examante Corinna Larsen por acosarla
La empresaria danesa tiene demandado al rey emérito por acoso en Reino Unido.
Corinna zu Sayn-Wittgenstein (Larsen de soltera) ya tiene su lugar en la historia como la mujer que contribuyó a la forzosa abdicación de Juan Carlos I, el malogrado rey de España.
Sin embargo, ella parece que no se conforma con eso y quiere que su figuración en la vida reciente de la monarquía le deje algo más que titulares de prensa, es decir, dinero.
Para esta danesa, una de las decenas de mujeres que han pasado por la vida del monarca, él le debe pagar 126 millones de libras, algo más de 164 millones de dólares, por el acoso al que la sometió los años que siguieron a su abdicación en 2014.
Actualmente, la justicia británica le sigue un proceso judicial al español, en el cual Corinna aseguró que fue su amante hasta 2009, cuando descubrió que no era la única con quien él le era infiel a su esposa, la reina Sofía, sino que había muchas más amantes.
A pesar de que la relación estaba terminada, en 2012 él le regaló a ella 65 millones de dólares, que hacían parte de 100 millones de dólares que el rey Abdullah de Arabia Saudita le dio y que serían una “mordida” por conseguirle un contrato a unos empresarios españoles para construir un tren en ese país.
En ese mismo año, Juan Carlos, Corinna y su hijo Alexander, entre otros invitados, se fueron a un opulento safari en Botsuana, con la mala suerte de que el rey sufrió un accidente que lo obligó a ser hospitalizado.
En ese momento se supo que el jefe del Estado se daba esos lujos mientras España atravesaba la crisis económica más pavorosa. Pero, igualmente, salió a la luz su relación con Corinna, lo cual, sumado a otros aspectos reprochables por parte de otros miembros de su familia, debilitó su posición y lo obligó a renunciar, tras casi cuarenta años en el trono.
Corinna dijo en la Alta Corte de Londres, donde se ventila su caso, que, a modo de amenaza, Juan Carlos le dijo que no se atreviera a hablar con la prensa de su relación.
Como ella no quiso retomar la relación amorosa, él le empezó a exigir que le devolviera los 65 millones de dólares.
Cuando ella se negó a seguir todas esas indicaciones, anotó también Corinna, hombres del rey desencadenaron todo un plan para atemorizarla.
Ello incluyó la interceptación de las líneas telefónicas y cuentas de internet de sus asesores en Londres.
Así mismo, relató Corinna, los hombres del rey hicieron un hueco en la ventana de su cuarto en su mansión en Shopshire, Inglaterra, con el fin de vigilarla.
En los alrededores de la residencia, una noche, se oyeron disparos y un dron la sobrevolaba para recopilar información de lo que sucedía en ella.
Una vez, la exesposa del príncipe Casimir zu Sayn-Wittgenstein se reunió con directivos de la Policía españoles fieles a Juan Carlos, quienes trataron de intimidarla diciéndole que ella podría tener el mismo destino de la princesa Diana, es decir, morir en un accidente de tránsito orquestado por la familia real, como lo ha sostenido por años una versión que nunca se ha comprobado.
Corinna también delató que enviados del rey allanaron su casa en Suiza y le dejaron un libro en el que se dice que el MI6, servicio secreto británico y la CIA, estuvieron involucrados en la muerte de Diana en París.
Juan Carlos –añadió la danesa– mandó espías a su apartamento de Mónaco, en el cual se introdujeron para llevarse documentos con información delicada. De hecho, fueron filtrados, sostiene la experta en relaciones públicas, y eso le hizo daño a su reputación.
Corinna ha dado también muchos detalles de la codicia de Juan Carlos y las formas poco ortodoxas que tenía de recoger dinero y regalos caros.
Un ejemplo de ello es un Ferrari que, de acuerdo con lo que el rey les dijo a sus amigos, fue un regalo del jeque de Abu Dabi para ella, cuando en realidad fue un obsequio de ese mismo monarca, pero para él y su hijo, el actual rey Felipe VI.
Por todos esos supuestos daños que Juan Carlos le hizo, Corinna exige la suma jugosa, en tanto que los abogados de él niegan absolutamente los cargos.
Uno de ellos, Adam Wolanski, afirmó en el tribunal que la denuncia es incoherente, contradictoria y contra la ley. Las audiencias del caso siguen en esta semana en la capital británica.