SALUD
¿Cuánto costará el medicamento más caro de la humanidad?
La empresa Novartis llevará a Estados Unidos Zolgensma, una terapia genética para bebés con atrofia muscular, cuya dosis tiene un valor que ha encendido una enorme polémica. Muy pocos podrán pagarlo.
La multinacional Suiza Novartis anunció que obtuvo la autorización definitiva para introducir en el mercado de Estados Unidos el medicamento Zolgensma, una terapia genética de última generación, cuya dosis valdrá 2.125.000 millones de dólares, convirtiéndose así en el medicamento más costoso en la historia de la industria farmacéutica.
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Zolgensma es un tratamiento pediátrico para niños menores de 2 años con Atrofia Muscular Espinal (SMA), una enfermedad neuromuscular genética que tiene una alta tasa de mortalidad y que afecta a unos 400 bebés cada año en Estados Unidos, uno de cada 11.000 nacimientos. Actualmente, para combatir esta enfermedad se utiliza el Spinraza (nusinersen) de Biogen, cuyo tratamiento cuesta 750.000 dólares el primer año, y después 375.000 por año.
El director general de Novartis, Vas Narasimhan, dijo que el precio de Zolgensma se estableció con base en "modelos basados en el beneficio", lo que les llevó a fijar un precio "un 50 por ciento menor que el de los tratamientos en el mercado, que podrían superar los 4 millones de dólares”. Según Novartis, el precio de Zolgensma también corresponde a la mitad del valor anual de vida ajustado por calidad (Avac), establecido por el Instituto de Revisión Clínica y Económica (ICER). Se estima que los ingresos anuales de Novartis por el Zolgensma serán de 2.400 millones de dólares.
Sin embargo, la entrada de Zolgensma genera varios debates fundamentales sobre la salud, los recursos públicos y la vida de las personas, como lo afirma Germán Velásquez, asesor especial en política y salud del South Centre y quien ha sido uno de los líderes mundiales en acceso a medicamentos.
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“El tema aquí no es discutir si la industria farmacéutica puede obtener ganancias o no. La recuperación de los costos de producción, Tecnología, Innovación o Desarrollo, en línea con la rentabilidad de otras empresas manufactureras en una situación comparable, es perfectamente normal. Sin embargo, al tratarse de medicamentos que pueden salvar una vida o recuperar la salud, el concepto de ‘precios basados en el valor’ puede llevar a precios especulativos que la mayoría de los pacientes o sistemas de salud no pueden pagar. Si hay un pequeño grupo de pacientes que pueden acceder al tratamiento a un alto precio, sin duda demuestran un éxito comercial, pero un fracaso en términos de salud pública. Es aquí donde los aspectos éticos y de salud pública deben considerarse por encima de los intereses comerciales”.
Otro punto de discusión, según el colombiano Velásquez, es “si un medicamento debe venderse a precios que lo puedan hacer asequible para todos los que necesitan el producto con unos beneficios razonables, o venderlo a ‘precios basados en el valor’ para un reducido número de personas que pueden pagarlo para que la empresa al final alcance una rentabilidad muy alta”.
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A esto se suma el debate que hay sobre el origen de los recursos que permitieron las investigaciones la SMA. Inicialmente, el germen de Zolgensma fue financiado con fondos públicos y filantrópicos provenientes de Téléthon Francia, cuya principal fuente de recursos, al igual de lo que ocurre en otros países, son las donaciones que se recaudan en una maratón de televisión de 48 horas y en la que participan científicos, animadores de televisión y personajes famosos. Gracias a esto, Téléthon recauda entre 60 y 80 millones de euros cada año.
En 1990, el AFM-Téléthon creó un laboratorio público de investigación, sin ánimo de lucro, llamado Genethon, el mismo que publicó los primeros mapas del genoma humano entre 1992 y 1996. Este avance aceleró el descubrimiento de los genes responsables de muchas enfermedades y le permitió a la comunidad científica tener los mapas que fueron el punto de partida para la decodificación del genoma humano.
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Genethon ha trabajado durante años en la SMA, que paraliza los músculos y el sistema respiratorio de los bebés. El equipo descubrió que la inyección de un determinado "vector viral" podría corregir el gen defectuoso. De hecho, el laboratorio ha gastado entre 12 y 15 millones de euros para llevar a cabo su investigación en ratones.
El 8 de marzo de 2018 Genethon decidió venderles los derechos de su patente a la nueva empresa estadounidense AveXis por 15 millones de dólares (13,3 millones de euros). Un mes más tarde, el 9 de abril, AveXis, que tenía el Zolgensma en su cartera, fue comprado por el gigante suizo Novartis por 8.700 millones de dólares.
Así fue como la multinacional Novartis adquirió el producto que introducirá en Estados Unidos, y después en Europa y Japón, a un precio que lo convierte en el medicamento más caro de la historia.
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“Parece que Zolgensma puede salvar vidas y que puede sustituir otros tratamientos costosos. Pero se desarrolló con dinero público y con la expectativa de brindar una solución a un grave problema de salud pública, no para permitir que una empresa o individuo en particular obtenga una ganancia extraordinaria. Los contribuyentes pueden, con justificación, sentirse traicionados a la vez que algunas organizaciones filantrópicas podrían verse afectadas a la hora de obtener fondos en el futuro tras lo ocurrido”, plantea Velásquez en su artículo.
Ahora bien, este debe ser un tema preocupante para los países en desarrollo, en donde muy pocas personas o sistemas de salud pueden pagar un solo tratamiento de estos. “Las organizaciones internacionales, como la Organización Mundial de la Salud, y las autoridades nacionales deben tomar medidas efectivas para abordar esta y otras situaciones en las que la inelasticidad de la demanda puede enfrentar a padres desesperados o pacientes con un problema ético importante: la disponibilidad de una cura que, debido a Prácticas comerciales no reguladas, nunca serán accesibles para ellos”, puntualizó Velásquez.