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La OEA felicita a Gabriel Boric por su victoria en las elecciones presidenciales de Chile
A sus 35 años, la edad mínima para postular a la Presidencia de Chile, Boric se convirtió en el presidente más joven en la historia de Chile.
El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, felicitó a Gabril Boric por su victoria en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Chile frente a José Antonio Kast, a la par que ha puesto en valor que la población chilena haya llevado a cabo una “jornada de expresión democrática”.
“Felicitaciones al pueblo chileno por la jornada de expresión democrática, y a Gabriel Boric por su triunfo en las urnas”, manifestó Almagro a través de un mensaje en su perfil de la red social Twitter.
“Estoy seguro que con su liderazgo avanzaremos juntos en temas de democracia, Derechos Humanos, seguridad y desarrollo sostenible, pilares de la OEA”, añadió.
Felicitaciones al pueblo chileno por la jornada de expresión democrática, y a Gabriel Boric por su triunfo en las urnas. Estoy seguro que con su liderazgo avanzaremos juntos en temas de democracia, derechos humanos, seguridad y desarrollo sostenible, pilares de la OEA. https://t.co/Z70zHQQFOw
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) December 19, 2021
Boric se impuso con un 55,86 por ciento de los votos frente al 44,14 por ciento de Kast, según resultados oficiales publicados por el Servicio Electoral de Chile (SERVEL), una vez escrutadas el 98,87 por ciento de las mesas electorales.
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Desde el extremo más austral de Chile, el izquierdista Gabriel Boric, de 35 años, se convirtió este domingo en el presidente más joven de Chile, un país con grandes desigualdades sociales que el líder millennial quiere resolver promoviendo un Estado de bienestar.
El antiguo dirigente estudiantil fue elegido frente al ultraderechista José Antonio Kast, un abogado de 55 años, con más de 11 puntos de diferencia.
La rotunda victoria de Boric fue reconocida de inmediato por Kast y provocó los mejores deseos del presidente saliente, el conservador Sebastián Piñera, en una llamada telefónica que tradicionalmente es sintonizada por todos los canales de televisión. Suele realizarse con un antiguo teléfono, pero esta vez se hizo por videollamada.
Boric, para quien “el país saca lo mejor de sí cuando estamos unidos”, dirigirá una nación que redacta en una Convención Constituyente su nueva Constitución, emanada de las protestas sociales de octubre de 2019.
También tendrá que lidiar con la crisis económica derivada de las restricciones sanitarias por la pandemia del coronavirus.
“Me di cuenta de que para Gabriel esto era un apostolado y dejé de luchar. Esto para mí es pisar piedras todo el tiempo; yo quería una vida más cómoda, más clásica (para él)”, cuenta a la AFP su madre, María Soledad Font, desde su natal Punta Arenas, a unos 3.000 km al sur de Santiago.
Ella no quería que Boric entrara en política, pero la pared de su antiguo dormitorio ya mostraba a un joven centrado en ella: “Seamos realistas, hagamos lo imposible” o “la razón hace la fuerza”, se lee aún en los muros de la habitación del segundo piso de la casa de sus padres.
“Somos los herederos de los que han luchado por hacer de Chile un país más justo y digno”, alegó en su discurso de cierre de campaña, durante la cual propuso un país centrado en mejorar los derechos básicos de una población que acusa una grave desigualdad después de seguir por 31 años el modelo neoliberal impuesto durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Partir desde atrás
Aunque dice que le “queda mucho por aprender”, asegura que quiere nutrirse de la “experiencia” de exmandatarios que criticó cuando era dirigente estudiantil y diputado, entre ellos los socialistas Ricardo Lagos (2000-2006) y Michelle Bachelet (2006-2010; 2014-2018). Ambos le dieron un espaldarazo sin fisuras en las últimas semanas.
Boric no teme cambiar de rumbo. Durante los casi siete meses de campaña modificó su discurso de chico rebelde que lideró las protestas estudiantiles de 2011 exigiendo “educación pública, gratuita y de calidad”, al de un socialdemócrata.
“Yo diría que su honestidad y transparencia, su apertura al diálogo, son dos de las mayores virtudes de Gabriel, y eso en un próximo presidente para Chile es crucial”, resaltó su hermano Simón Boric, periodista de 33 años, en declaraciones a la AFP.
Su transformación política va de la mano de un cambio de apariencia.
Queda poco del joven barbudo y despeinado que lideró la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) y que en 2014, cuando tenía 27 años, asumió un primer mandato de diputado. Hoy viste de chaqueta y camisa, con el pelo más corto, la barba ordenada y lentes.
Con información de Europa Press y AFP