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La OMC reiteró su llamado para que se liberen las licencias de las vacunas a nivel mundial
El organismo busca que los biológicos se puedan producir masivamente en varios países.
El rápido desarrollo de las vacunas contra la covid-19 encendió la esperanza sobre el fin de la pandemia. Sin embargo, la producción aún es lenta respecto a la cantidad de vacunas que necesita el mundo para lograr una inmunidad colectiva.
Esta vez, la Organización Mundial del Comercio (OMC) volvió a llamar la atención sobre los países desarrollados para que permitan que se liberen las licencias de los biológicos y más laboratorios en el mundo comiencen a producirlas, una idea que a las farmacéuticas no les suena mucho.
La nueva directora del organismo, Ngozi Okonjo-Iweala, invitó a las farmacéuticas que han desarrollado vacunas contra el coronavirus a emitir licencias. “Unos 60 países tienen la vacuna y más de 130 no tiene ni una dosis. Es inaceptable porque hay gente que muere”, ha afirmado Okonjo-Iweala, en una entrevista con el diario alemán ‘Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung’.
La nigeriana argumentó que si los países pobres tienen la vacuna será un beneficio para los países ricos. “Si no somos solidarios en todo el mundo, las mutaciones del virus se multiplicarán y nos afectarán a todos”, ha indicado. Así, ha destacado la política de la farmacéutica británico-sueca AstraZeneca y las de otros productores que han licenciado sus vacunas para su fabricación en otros países. “Sería bueno que otras empresas también quisieran licenciar voluntariamente sus vacunas”, precisó.
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Este organismo, a finales del 2020, había hecho un esfuerzo para tomar una decisión colectiva sobre este tipo de licencias y la necesidad de seguir su producción de forma masiva. Sin embargo, en ese momento la decisión fracasó y la votación no fue suficiente, pues las superpotencias han sido resistentes a las iniciativas sobre las patentes.
Los miembros no llegaron a un acuerdo, según indicó en su momento una fuente comercial con sede en Ginebra, tras la reunión sobre el tema del Consejo del Acuerdo de la OMC sobre los aspectos de derechos de propiedad intelectual (ADPIC).
“Sin embargo, los miembros convinieron mantener ese punto en el orden del día de las futuras reuniones del Consejo de ADPIC para facilitar un examen más profundo de la demanda de derogación”, indicó esta misma fuente.
La idea había recibido el apoyo del director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien tuiteó que una autorización de la OMC haría que las vacunas y tests de covid-19 estuvieran “disponibles para todos los que los necesiten y a un costo asequible”.
El texto contemplaba que la exención se mantuviese “hasta que haya una gran vacunación a escala global y la mayoría de la población mundial esté inmunizada”.
La propuesta era apoyada por muchos países en vías de desarrollo, pero rechazada por aquellos donde prosperan los grupos farmacéuticos.
“La propiedad intelectual impulsa un modelo de negocios muy innovador. No habríamos tenido la posibilidad de avanzar tan rápido en el desarrollo de tratamientos o vacunas sin el sistema de propiedad intelectual”, declaró Thomas Cueni, director general de IFMPA, ‘lobby’ de los grupos farmacéuticos.
Además, Colombia propuso en los últimos días también ante la OMC prevenir las restricciones a la exportación de vacunas contra la covid-19, una iniciativa que fue respaldada inicialmente por Costa Rica, Ecuador, Panamá y Paraguay.
Durante el Consejo General del Organismo, 71 miembros adicionales, entre los que están Perú, Corea del Sur, Australia, India y Turquía, expresaron su apoyo a esta iniciativa, luego de que surgiera la preocupación por el reciente Mecanismo de Transparencia en las Exportaciones (MTE), implementado por la Unión Europea, que tiene el efecto potencial de restringir la exportación de vacunas desde ese continente.
Colombia reconoció los aportes del bloque europeo a los esfuerzos globales contra el virus, tales como sus contribuciones al Covax o la financiación con recursos públicos a la investigación y desarrollo de vacunas; sin embargo, el país manifestó su preocupación por la implementación de dicho mecanismo y sus potenciales efectos en la predictibilidad de la distribución global de inmunizantes.