El presidente Nicolás Maduro amenazó con convocar de nuevo a elecciones. | Foto: JUAN BARRETO / AFP

VENEZUELA

¿La oposición venezolana se quedará sin un solo gobernador?

Nicolás Maduro reconoció la victoria de la oposición en cinco de los 23 estados venezolanos, pero enfatizó que todos los gobernadores electos deben juramentarse ante la Asamblea Nacional Constituyente. Habrá consecuencias si no lo hacen.

21 de octubre de 2017

La oposición venezolana afronta una nueva paradoja. En las pasadas elecciones regionales del 15 de octubre la Mesa de Unidad Democrática (MUD) salió victoriosa en cinco estados, entre los que se destacan Zulia y Táchira, que comparten frontera con Colombia. Sin embargo, para que los gobernadores electos pueda ejercer formalmente su cargo, deben juramentarse ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), a la que han tachado, una y otra vez, de ilegal. Ahí está la paradoja: ganaron con todas las de la ley, pero si gobiernan, tendrían que legitimar una asamblea a todas luces fraudulenta.

El miércoles 18 de octubre, el presidente Nicolás Maduro amenazó a todos los gobernadores electos de la oposición. “Quien no se juramente ante ANC no podrá ejercer su cargo, llámese como se llame. O respetan o respetan, así de sencillo”.

Ante el dilema, surgió una fuerte incertidumbre en la oposición, pues el gobernador electo de Nueva Esparta, Alfredo Díaz, insinuó que haría el polémico juramento ante la asamblea. Y no estaba solo: su partido, Acción Democrática (ganador en cuatro estados), consideró en un inicio que la decisión le pertenecía a cada gobernador, y no a la MUD como tal.

Julio Borges, presidente del parlamento venezolano, hizo un fuerte llamado a la totalidad de la oposición para que se mantenga unida en una sola decisión: no juramentar, porque se iría “en contra de la voluntad del pueblo y de una posición política”. En otras palabras: gobernar en cinco estados no justifica cometer una gran incoherencia con las denuncias y exigencias que ha hecho la oposición venezolana durante meses.

Al parecer, el llamado de Borges fue escuchado en todas las filas de la MUD, y mantendrán todos la misma posición: dejar ir las gobernaciones para no legitimar la asamblea de la dictadura. Pero entonces, ¿qué va a pasar?

Técnicamente, la responsabilidad depende de los Consejos Legislativos Regionales de cada estado, pues son ellos los que deben hacer el proceso de juramentación ante la ANC. Entonces, si los gobernadores no se presentan para el juramento, el consejo legislativo puede suspenderlos del cargo, elegir un gobernador encargado y convocar a nuevas elecciones 30 días después de la suspensión.

Si Venezuela llega a ese punto, se podría entrar en un círculo vicioso que le conviene al oficialismo: si vuelve a ganar un opositor y de nuevo niega hacer el juramento, el proceso comienza de nuevo. El gobierno es paciente. Puede esperar a que se haga el número de elecciones necesarias hasta que un oficialista quede electo, o que un opositor doble las rodillas y acepte, a regañadientes, jurar ante la asamblea.

Por más absurdo que pueda parecer, la MUD podría perder las cinco gobernaciones que ganó con votos legítimos y tras superar todo tipo de obstáculos y trampas. La oposición sabía que esto podía llegar a pasar, y sin embargo insistieron en salir a votar. ¿Por qué? Porque a partir de la participación es posible denunciar los fraudes, las inconsistencias y los excesos del régimen en esta y futuras votaciones.

También sirvió como preparación. Para diciembre están programadas las elecciones municipales, oportunidad invaluable para que la oposición se renueve, logre superar sus diferencias internas y pueda disminuir la gran abstención que se presentó el 15 de octubre. Al menos ya saben cómo juega la omnipotente Asamblea Nacional Constituyente.