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La pobreza hace migrar a millones de personas en el mundo, más que cualquier otra razón
Cada año se movilizan millones de personas de un país a otro, buscando mejores oportunidades.
Las razones de migración en todo el mundo se mantienen estrechamente relacionados con factores más socioeconómicos que con el cambio climático.
Así lo reveló un estudio publicado en la Nature Human Behaviour, que cuenta, además, con datos de alta resolución sobre la emigración neta en las dos últimas décadas que servirá de base para la elaboración de políticas y la investigación.
Según Venla Niva, investigadora postdoctoral de la Universidad de Aalto, en Finlandia, y autora principal del estudio, “estos resultados no se ajustan a la narrativa que repite la opinión pública sobre la migración inducida por el clima. Cuando se consideran los distintos factores en su conjunto, el análisis muestra que los factores de desarrollo humano son más importantes que el clima”.
El año pasado se publicó un estudio similar que abarcaba el periodo 1990-2000, y que fue realizado por el grupo de investigación, formado por investigadores de la Universidad de Aalto, el Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados y la Universidad de Bolonia (Italia).
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“El nuevo análisis abarca las dos últimas décadas, 2000-2019. El conjunto de datos de alta resolución que prepararon permite responder a preguntas que no pueden abordarse con datos más gruesos, como las medias nacionales. Había una necesidad real de un conjunto de datos como éste, pero no existía. Así que decidimos crearla nosotros mismos”, explica Niva.
Allí se combinó la mortalidad con el crecimiento global de la población con las tasas de natalidad para calcular la migración neta. El papel de la socioeconomía y el clima se incorporó mediante el Índice de Desarrollo Humano (IDH) y el índice de aridez.
El equipo encontró un conjunto de datos sobre migración neta de una resolución sin precedentes, con base en los índices subnacionales de mortalidad y natalidad y reduciéndolos a una resolución de 10 km.
“Esto permite abordar cuestiones que no pueden responderse utilizando agregados nacionales. Los factores climáticos no siguen las fronteras administrativas, por lo que se necesitan datos como estos si se quieren estudiar estos patrones”, explica Niva.
De esta manera se halló que los altos niveles de emigración en regiones que se encontraban en la mitad de la escala tanto en IDH como en aridez, como zonas de América Central, el noreste de Brasil, África Central y el sudeste asiático.
“No son los más pobres entre los pobres los que huyen de las catástrofes o los cambios medioambientales. La migración es un método de adaptación utilizado por las personas que tienen capacidad para desplazarse”, afirmó la investigadora.
Del mismo modo, las zonas con un IDH elevado experimentaron una migración neta positiva independientemente de su situación climática. Por ejemplo, las regiones de la Península Arábiga, Norteamérica, Australia y el norte del Mediterráneo son receptoras netas a pesar de su aridez.
“Los responsables de la toma de decisiones deberían prestar atención a esto. En lugar de centrarse únicamente en el cierre de fronteras y la lucha contra la migración, deberíamos trabajar para apoyar y empoderar a las personas en los países económicamente desfavorecidos. Eso ayudaría a reducir los factores que empujan a la gente a emigrar en busca de mejores oportunidades”, subraya Matti Kummu, profesor asociado de temas globales de agua y alimentación en Aalto y autor principal del estudio.
Puntualmente se revelan complejidades en los patrones migratorios que quedan ocultas cuando se utilizan datos nacionales. “En Francia e Italia, por ejemplo, hay diferencias muy interesantes entre el norte y el sur, y en España hay una diferencia entre el este y el oeste. Hay muchas pautas que los expertos nacionales podrían estudiar y, por supuesto, las razones pueden ser distintas en cada país”, afirma Kummu.
Además, la migración del campo a la ciudad no fue así en todas partes. Como sucedió “en muchos lugares de Europa, por ejemplo”, afirma Kummu.
La migración de las ciudades a las zonas rurales también era evidente en partes de Indonesia, Congo, Venezuela y Pakistán, y cuando se analiza el nivel de las comunidades, el panorama se vuelve aún más complejo.
En general, la migración es más compleja de lo que la gente tiende a pensar. “Nuestros hallazgos contribuyen al debate sobre dónde y cómo se produce la migración; en realidad, no es un fenómeno eurocéntrico, porque la mayor parte de la migración se produce en otras partes del mundo”, de acuerdo con la investigadora.
*Con información de Europa Press.