¿La policía de Haití estuvo detrás del asesinato del presidente y utilizó a colombianos? Aumentan las hipótesis del caso

A medida que avanzan las investigaciones para dar con todos los detalles del asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, quien fue abaleado en la madrugada del miércoles en su casa, crecen las hipótesis de cómo, cuándo, por qué y quiénes fueron los responsables de este caso que ha sacudido al mundo.

Más allá de la captura de varios exmilitares colombianos y dos ciudadanos estadounidenses, queda latente la pregunta de quién organizó la operación para acabar con la vida de Moïse. Y ahora, una de las hipótesis que va tomando fuerza es la supuesta y probable complicidad que tuvo la policía haitiana en todo este escabroso homicidio. De acuerdo con esa línea de investigación, este cuerpo habría utilizado a los mercenarios colombianos para cometer el crimen.

En medio de la indagación, fuentes de agencias de inteligencia internacional apuntan a que los exmilitares colombianos incluso habrían sido engañados para luego ser utilizados como “chivos expiatorios” para asesinar al presidente. Los agentes que llevan a cabo la investigación indican que “no tiene sentido que estos hombres se hayan escondido a tan solo dos millas de donde se habría cometido el crimen, en una casa alquilada por el partido político del presidente, que hayan estado ahí por lo menos cuatro o cinco horas y que la policía los haya encontrado sobre las seis de la mañana”. Lo que no está claro, para el equipo de inteligencia, es que en esas cinco horas que estuvieron escondidos, los implicados no hayan escapado a otro país “incluso a Miami”, señalan.

Aunque no se tiene claridad del tema, algunas hipótesis apuntan a que los colombianos habrían podido permanecer en Haití desde hace más de tres meses, esto porque el presidente Moïse “había buscado mercenarios colombianos para que le ayudaran a combatir las pandillas y este grupo tal vez era parte de esos que estaban apoyando a la policía haitiana, en cuyo caso podría ser un golpe que estaría dando la propia policía y que utilizando a estos colombianos como chivos expiatorios. “Hasta ahora todo es muy confuso”, señala una fuente de inteligencia.

Los presuntos responsables, tal y como reveló el ministro de defensa Diego Molano, resultaron ser militares colombianos en retiro que viajaron primero a República Dominicana, hicieron turismo, se tomaron algunas fotos, visitaron zonas emblemáticas y luego llegaron hasta Haití para cometer el magnicidio.

Así quedó reflejado en varias imágenes que compartieron los mercenarios con sus conocidos mientras estaban de paseo en República Dominicana. De acuerdo con los reportes de inteligencia, los militares retirados dejaron como punto de encuentro un hotel de la isla y desde allí se ultimaron los detalles del operativo para asesinar al presidente Moïse.

Así que ahora, la idea que toma fuerza es que el asesinato del mandatario sería incluso una conspiración dentro del mismo Gobierno con apoyo de las fuerzas militares de ese país. “Todos eran parte de un equipo que estaba siendo entrenado, ¿para qué?, para apoyar a la policía o para ser engañados luego” y cometer este crimen, según esas fuentes.

Por ahora avanzan las investigaciones y aunque se sabe que son 15 los colombianos detenidos, no se sabe aún cuál fue el rol que cumplieron en el homicidio o quién los contrató y con qué fin. Esto porque en la mañana de este viernes también James Solages, uno de los sospechosos capturados, contó que la “misión era arrestarlo y no asesinarlo”.

¿Pero qué buscaban? Fuentes haitianas señalaron que la intención de los “mercenarios” era conseguir la carta de renuncia del presidente, “quien se rehusó a firmarla”.

Pedían su renuncia porque, según los detalles conocidos en ese país, había un grupo que tenía miedo luego de que el mandatario tuviera mano dura contra la corrupción y por ello “contrataron a los colombianos, quienes vivieron un mes en Haití y los entrenaron para cometer este delito”. Al parecer los connacionales vivieron en el mismo barrio donde está ubicada la residencia del mandatario, una zona muy lujosa del país.

Como se sabe, en febrero de este año, el presidente Moïse aseguró en entrevista con el diario El País de España que no dejaría el poder, sino solo hasta 2022, costara lo que costara, advirtiendo que había un supuesto plan para hacer un golpe de Estado, desestabilizar la democracia y las instituciones de Haití e incluso un plan para asesinarlo, por lo que una hipótesis de que la misma policía estuvo detrás del crimen no es tan descabellada.

Sobre quién estaría detrás del intento de golpe, el mandatario señaló en su momento sin citarlos a los Vorbe, una de las familias más poderosas, dueñas de la electricidad en el país. “El golpe de Estado no es un hecho puntual, sino una secuencia de acciones. Hasta ahora los Gobiernos eran títeres de los grupos económicos, pero esto hoy no sucede y nuestras decisiones sientan muy mal a quienes se sienten poderosos e intocables. Un pequeño grupo de oligarcas están detrás del golpe y quiere apoderarse del país”, dijo en esa entrevista.

En declaraciones que dio al medio español, el presidente de Haití aseguró que su plan de gobierno siempre fue luchar contra las bandas criminales que generaban inseguridad y violencia en el país.

“En un país donde hay mucha miseria, es normal entre personas sin conciencia, utilizar a los más débiles para hacer el trabajo sucio y garantizar sus intereses. Por eso tenemos tantas armas en los barrios desfavorecidos. Cuando usted ve a una persona con los pies descalzos y un arma de miles de dólares en la mano, entiendes que trabajan para grupos delictivos. Hay un nuevo jefe de la policía y un plan concreto desde noviembre. Pero, desde mi llegada al poder, estamos persiguiendo a bandas y poderosos narcotraficantes que actúan como si el país les perteneciera. Luchamos contra todo un negocio de armas en el país”, aseguró en su momento el mandatario.