La Policía de Nueva York tiene nuevas órdenes para proceder ante la legalización de la marihuana recreativa

El estado de Nueva York firmó en las últimas horas la nueva ley que permite a los ciudadanos hacer un uso recreativo de la marihuana, cultivarla y fumarla en los espacios públicos, sumándose a otros 14 estados y el distrito de Columbia que también lo permitieron.

Ante este cambio en los parámetros de cómo es visto el uso del cannabis, la Policía de Nueva York emitió una circular en la que instruye a todos sus miembros las nuevas formas en las que se abordarán los casos de consumo de marihuana, restringiendo las requisas o los chequeos de vehículos, por ejemplo, si no se considera que puede existir un delito de por medio.

Desde ahora, ningún policía podrá interrumpir a una persona que encienda un cigarrillo de marihuana en los espacios públicos en donde también se puede fumar tabaco y se deberá ignorar el intercambio de esta hierba a menos que haya dinero en esta acción.

Por otra parte, ninguna patrulla podrá “acercarse o detener” a una persona que esté en condición de libertad condicional por estar fumando marihuana, cuando antes era una procedimiento obligatorio. Ahora, solo se notificará “a los oficiales de libertad condicional pertinentes” para que estos hagan cumplir las condiciones por las que la persona salió de la cárcel.

Otro de los puntos clave, y que según los medios internacionales fue rechazado por los mismos policías, es que ya no se podrá inspeccionar un vehículo “solo por el olor” a marihuana, pues esto no establece un delito para que sea registrado el carro.

Y en caso de hacerlo, solo podrán revisar la parte de los pasajeros y la bodega no tendrá que ser abierta, a menos que el policía pueda constituir que allí se oculta una cantidad que supere las tres onzas por persona permitidas en público por la nueva ley.

El memorando especifica que un ciudadano no puede ser acusado de vender marihuana “a menos que reciban una compensación”, destacando que un “intercambio mano a mano de cantidades legales sin compensación, a una persona de 21 años o más, no se considera una venta”.

Al momento de sancionar la ley, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, dijo que la “legislación histórica brinda justicia a comunidades largamente marginalizadas, fomenta una nueva industria que hará crecer la economía y establece garantías de seguridad sustanciales para la gente”.

La oficina del gobernador ha dicho que su entrada en vigor podría proporcionar unos US$350 millones de dólares anuales en impuestos y crear decenas de miles de puestos de trabajo.

El 40% de los ingresos fiscales se destinarán a las comunidades negras y latinas, cuyos miembros han sido detenidos de forma desproporcionada por cargos relacionados con la marihuana, según medios de comunicación estadounidenses.

La ley permitirá a mayores de 21 años comprar cannabis y cultivar plantas para su consumo personal, con un plan para que parte de los fondos recabados vayan a tratamientos contra la drogadicción y de educación.

Nueva York además eliminará de forma automática los antecedentes de personas condenadas anteriormente por delitos relacionados con la marihuana que ya no estarán penalizados.

La ley también eliminará multas por posesión de hasta 85 gramos de la droga, el nuevo límite de posesión personal. Y un programa ya existente de uso médico de la marihuana será expandido.

Otras regulaciones como las de los puntos de venta autorizados de marihuana al público vendrán con el paso de las semanas, según dijeron las autoridades.

La decisión se produce cuando Cuomo enfrenta una investigación por supuesto acoso sexual e intimidación a empleadas, así como acusaciones contra su administración de haber encubierto muertes relacionadas con la covid-19 en residencias de ancianos.