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La política de cero covid en China mantiene a los ciudadanos como estaba el mundo, en 2020
A pesar de que en el resto del mundo la pandemia es cada vez un problema menos relevante, China mantiene aún estrictos controles para evitar cualquier contagio.
El mundo se pregunta porque aún China vive estrictos confinamientos, iguales a los que el resto del mundo vivió en 2020. También es un enigma entender cómo, aparentemente, la cifra de muertos no sube de 6000, en el país más poblado del mundo.
Xi Jinping el líder de China, ha apostado su capital político a la estrategia de “Cero covid”, a pesar de que más del 90 % de la población se encuentra vacunada, siguen los estrictos controles.
China fue el país donde el virus apareció por primera vez a finales de 2019, pero mantener los estrictos confinamientos y pruebas de diagnóstico han desatado críticas y suponen a la población un fuerte costo. Es como si el tiempo allá no hubiera pasado.
Este lunes China registró más de 2.000 nuevos casos positivos, su cifra más elevada en el último mes. En pocos días el partido gubernamental celebrará el congreso en Pekín del Partido Comunista de China (PCC), en el que se prevé que el presidente Xi Jinping logre un inédito tercer mandato.
Dada la imagen que Xi Jinping quiere mostrar de manejo de la pandemia que implica cero covid, las autoridades endurecieron las restricciones sanitarias en todo el país, para evitar imprevistos frente a nuevos brotes.
Cero covid, lo que significa para los chinos
Esta política inició como una forma de control en la ciudad de Wuhan, donde fue identificado el virus por primera vez. Las personas que tienen el virus, son aisladas, como se hizo en el resto del mundo al inicio de la pandemia. En algunos casos los enfermos hospitalizados, según la gravedad. También se desarrollan estrictos controles para quienes hayan tenido contacto con los enfermos.
El gobierno puede confinar ciudades enteras, como sucedió con Shanghái, conocida como la capital económica de China, durante casi dos meses esta primavera. También la ciudad de Chengdu, con cerca de 20 millones de habitantes y situada en el suroeste del país, estuvo en estricto confinamiento en septiembre. para frenar un nuevo brote de covid-19.
En este confinamiento de Chengdu por ejemplo, las autoridades decretaron que los habitantes debían quedarse en casa a partir de las 6:00 de la tarde y cada hogar podría mandar una persona al día a comprar víveres y bienes esenciales, siempre y cuando hubieran realizado una prueba negativa en las últimas 24 horas.
China, país de control
El gobierno chino defiende su política, al mostrar las estadísticas de muertos por la pandemia. Según Xi Jinping, no más de 5300 personas han muerto desde que inició, en un país de 1400 millones de personas, el más habitado del mundo.
Un contraste con los países que ocupan los primeros lugares en la lista de fallecidos por la pandemia. Estados Unidos tiene más de un millón de muertos, Brasil, más de 680.000 fallecidos y en la India, por ejemplo, han muerto más de 528.000 según la Universidad John Hopkins.
La estrategia de manejo del covid se combina con los fuertes controles que ha desarrollado la sociedad China en años recientes, especialmente endurecidos desde la perspectiva de llegada del presidente Xi Jinping al poder en el año 2012.
Desde el inicio del gobierno, Xi Jinping comenzó a combinar tecnología, leyes e ideología, para reprimir la disidencia y adelantarse a las amenazas a cualquier amenazada de su gobierno.
De acuerdo con AFP, la firma de investigación Comparitech calcula que una ciudad promedio de China hay 370 cámaras de seguridad, por cada 1.000 personas, lo que las convierte en los sitios más vigilados del mundo. En comparación, por ejemplo, una ciudad como Londres tiene 13 por cada 1.000 habitantes y Singapur 18.
En este sentido, la pandemia del covid-19 reforzó el sistema chino de vigilancia, así mismo el sistema de vigilancia tan estricto ha impedido normalizar los controles al covid.