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La RAE aclara de dónde proviene la ‘V’ de la vacuna rusa contra la covid-19 Sputnik V

La aclaración gramatical también indica cómo debe pronunciarse.

27 de febrero de 2021
Las cajas que contienen la vacuna rusa Sputnik V se descargan en San Marino, una ciudad estado rodeada por Italia. (Andrea Costa / IssRSMarino vía AP)
Las cajas que contienen la vacuna rusa Sputnik V se descargan en San Marino, una ciudad estado rodeada por Italia. (Andrea Costa / IssRSMarino vía AP) | Foto: AP

Ante las dudas surgidas por muchos usuarios en las redes sociales y profesionales de la comunicación, la Fundación del Español Urgente (Fundéu), aclaró las formas correctas en las que se escribe y se pronuncia el nombre de la vacuna desarrollada por Rusia para combatir la covid-19.

Según la fundación, impulsada por la Real Academia Española (RAE), en el nombre de la vacuna rusa Sputnik V, la letra final no representa un número romano, sino la uve o ve baja.

“En los medios hablados, como radio y televisión, no es raro oír la lectura impropia de este nombre, que a veces se extiende incluso a la forma escrita, como en ‘Son las primeras 2.000 dosis del fármaco ruso Sputnik 5′ o ‘Cerca del mediodía del sábado continuaba la descarga de las dosis de la Sputnik cinco’”, destacó Fundéu.

Y es que según la información aportada por el Fondo Ruso de Inversión Directa, la ‘V’ no se trata del número cinco escrito en número romanos, sino que como letra, representa la palabra vacuna o victoria, dependiendo de su traducción o equivalentes en otras lenguas del mundo. Por ello, la lectura adecuada es como si se escribiera «Sputnik uve» o «Sputnik ve baja».

“La primera parte de la denominación de la vacuna proviene del primer satélite artificial puesto en órbita, el Sputnik 1. El quinto de los satélites de este programa espacial ruso, lanzado en 1960, es el Sputnik 5, que, a diferencia de la vacuna, sí tiene la lectura ‘Sputnik cinco’”, dijo la fundación.

Además, Fundéu recogió que en los ejemplos anteriores lo adecuado habría sido escribir “Son las primeras 2.000 dosis del fármaco ruso Sputnik V” y “Cerca del mediodía del sábado continuaba la descarga de las dosis de la Sputnik V”, así como las correspondientes lecturas serían con el nombre de la letra.

Una situación similar fue descrita por Fundéu tras el surgimiento de la pandemia del coronavirus, recogiendo que la forma correcta de referirse a la enfermedad es con el género femenino. “En los medios de comunicación se ha podido ver escrita esta denominación de diversas maneras: ‘Corea no registra nuevos casos de COVID-19′, ‘El Covid-19 podría extenderse a 50 países’ o ‘El Covid 19 sumó seis nuevas víctimas’”.

Pese a esto, también se señala que “esta identificación se aplica a la enfermedad, no al virus, al que oficialmente el Comité Internacional de Taxonomía de Virus ha pasado a denominar SARS-CoV-2”.

¿Qué ha sucedido con la vacuna Sputnik V en el mundo?

La vacuna rusa está siendo implementada como instrumento de disminución de casos de contagio y muertes y varios países del mundo, teniendo ya presencia en América Latina como en Argentina y Venezuela.

En un inicio, los países no habían adelantado las negociaciones suficientes para adquirir este biológico argumentando que la información de los ensayos clínicos no había sido revelada por completo, aún cuando Rusia había dicho que la efectividad superaba el 90 %. A la fecha, la credibilidad de la vacuna ha aumentado y ahora su sobredemanda está causando problemas en la producción en este país.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó en rueda de prensa este jueves que el país no tiene la capacidad para satisfacer la demanda global por la vacuna Sputnik V. “La demanda de la vacuna rusa en el exterior es realmente alta. Es tan alta que supera considerablemente las capacidades productivas”, indicó en la comparecencia ante los periodistas en Moscú.

El funcionario también indicó que la campaña de vacunación nacional es su “prioridad absoluta. Han sido movilizadas todas las capacidades de producción, que en primera instancia trabajan para el mercado interno”.

Según se ha conocido en diferentes medios internacionales, Rusia ha firmado contratos con al menos 15 farmacéuticas de diez países para producir cerca de 1.400 millones de dosis, con las cuales se puede llegar a inmunizar a 700 millones de personas, ya que son necesarias dos dosis por individuo.