REALEZA
La reina Isabel II rompe el silencio sobre la entrevista que dio el príncipe Harry y Meghan Markle a Oprah
En un comunicado, la abuela de Harry asegura sentirse “entristecida” por las dificultades que vivieron Harry y Meghan en la familia real.
Las polémicas y explosivas declaraciones que hizo Meghan Markle junto con su esposo, el príncipe Harry, en entrevista con Oprah el pasado domingo, hicieron que la reina Isabel II rompiera su silencio y hablara sobre la situación de los duques.
En un comunicado, la abuela de Harry asegura sentirse “entristecida” por las dificultades que vivieron Harry y Meghan en la familia real. Asimismo, dijo que tanto la duquesa como su esposo y sus hijos “serán siempre miembros muy queridos de la familia”.
Sobre las denuncias y revelaciones que hizo Meghan, por ejemplo sobre comentarios racistas contra su hijo Archie, el palacio de Buckingham asegura que son acusaciones “preocupantes” y serán “tomadas muy en serio”.
“Las cuestiones planteadas, en particular la de la raza, son preocupantes. Aunque algunos recuerdos pueden variar, se toman muy en serio y serán tratadas por la familia en privado”, agregó el comunicado difundido por el Palacio de Buckingham en nombre de la monarca.
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Vale mencionar que en el encuentro con la periodista, Meghan Markle confesó sus pensamientos suicidas mientras estaba embarazada y afirmó que alguien de la familia real británica llegó a mostrar su preocupación por cómo de oscura sería la piel de su primer hijo.
Muchos comentaristas han descrito la entrevista como un ataque a la familia real británica. La exigencia por parte de los monárquicos para que Meghan y Harry “estén calladitos” recuerda las muchas ocasiones en las que miembros de la realeza británica se confesaron en público, y de cómo los que lavan los trapos sucios en público son ninguneados para proteger a la institucion.
Las confesiones de la realeza tienen una larga historia. Marion Crawford, que escribió un libro en 1950 sobre su tiempo como niñera de la Reina y su hermana Margaret, fue supuestamente condenada al ostracismo por vender su historia sin permiso. Wallis Simpson, la socialité estadounidense por la que Eduardo VIII abdicó del trono en 1936, escribió un libro de memorias en el que recordó sarcásticamente el “justamente famoso encanto” de la Reina Madre como una crítica apenas velada.
La entrevista de la princesa Diana en la BBC en 1995 es quizás las confesión real más emblemática. Diana habló al entrevistador Martin Bashir sobre el adulterio de su esposo, el príncipe Carlos, los complots palaciegos en su contra y el deterioro de su salud física y mental. La frase “bueno, éramos tres, así que nuestro matrimonio estaba un poco abarrotado”, refiriéndose al romance del príncipe Carlos con Camilla Parker Bowles, todavía se recuerda casi 26 años después. Sir Richard Eyre, exdirector del National Theatre, confesó que la Reina calificó de “espeluznante” la decisión de Diana de contarlo todo.
Realmente las declaraciones de Meghan provocaron un sismo al interior del palacio de Buckingham e inclusive medios británicos aseguraron que la familia real necesitaba un chaleco antibalas ante las fuertes revelaciones.
Varios medios británicos aseguraron que las explosivas declaraciones, sobre todo de Meghan, habían caído como una verdadera bomba para la reina Isabel II. No será fácil para el Palacio de Buckingham enfrentar las acusaciones o críticas que hayan generado la afirmación de la esposa de Harry, quien reveló que tuvo pensamientos suicidas tras pasar por uno de los periodos más difíciles de su vida gracias a la Familia Real o que incluso su hijo, Archie, fue objeto de acusaciones racistas, por lo que ni siquiera tendría el título de príncipe.
“Fuera lo que fuera lo que la familia real esperaba de esta entrevista, esto fue peor”, afirmaba el diario conservador The Times.
“Meghan tuvo tendencias suicidas. Estaba preocupada por su bienestar psicológico. Lloró en un acto oficial. Y la familia real no ayudó”, continúa el periódico, afirmando que se trata de “acusaciones perjudiciales” para la institución monárquica.
Por ahora se sabe que la relación entre la reina Isabel y su nieto Harry nunca se deterioró, al contrario están mejor que nunca, según dijo el propio príncipe en entrevista con Oprah. Sin embargo, su relación con su padre, el príncipe Carlos y heredero del trono nunca volvió a ser la misma y desde que Harry anunció que se alejaría de la monarquía, su padre dejó de responderle todas las llamadas.
Por su parte, Oprah aseguró que ni la reina Isabel II ni su marido, el príncipe Felipe, formaron parte de las conversaciones en las que se expresaba preocupación por cuán oscura podría ser la piel de su bisnieto, Archie.
Enrique no quiso revelar quién había planteado la cuestión, dijo Winfrey a la CBS el lunes, pero “quiso asegurarse de que yo supiera, y que si tuviera la oportunidad lo compartiera, que no fueron su abuela ni su abuelo los que formaron parte de esas conversaciones”.
Esta acusación es potencialmente la más dañina hecha a lo largo de la entrevista de dos horas durante la cual Meghan afirmó que se le negó ayuda durante un momento de crisis en la que sufrió pensamientos suicidas mientras estaba embarazada de Archie.
*Con información de AFP