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“La renuncia de los papas no se puede convertir en una moda”: papa Francisco
El papa Francisco ha insistido en que seguirá al frente de la Iglesia católica.
Desde que falleció el papa emérito Benedicto XVI se han multiplicado las críticas contra el papa Francisco en el Vaticano, donde reina un clima de ‘guerra civil’ que pesa sobre la actual reflexión que la Iglesia está haciendo sobre su futuro.
De hecho, pese a que se ha hablado de una eventual renuncia del papa debido a sus problemas de salud, que lo obligan a desplazarse en silla de ruedas, Francisco, de 86 años, resulta aún seguro al timón de la Iglesia, sobre todo después de su viaje a África, donde fue aclamado por las multitudes.
Ahora, la revista de la Compañía de Jesús, ‘La Civiltà Cattolica’, publicó unas declaraciones del papa Francisco en medio de un encuentro con jesuitas en su reciente viaje a África, donde el sumo pontífice consideró que, aunque Benedicto XVI renunció, “eso no significa para nada que la renuncia de los papas deba convertirse en algo así como una moda”.
No obstante, tras varias preguntas de jesuitas de República Democrática del Congo y Sudan del Sur, el papa confirmó que dos meses después de su elección escribió una carta al entonces secretario de Estado, cardenal Tarciso Berrone, con su renuncia en caso de que tenga problemas de salud.
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“Es verdad que escribí mi dimisión dos meses después de las elecciones y entregué esta carta al cardenal Bertone. No sé dónde está la carta. Lo hice por si tengo algún problema de salud que me impida ejercer mi ministerio y no soy plenamente consciente para dimitir”, dijo el sumo pontífice.
Y agregó: “Sin embargo, esto no significa para nada que la renuncia de los papas deba convertirse en algo así como una moda, algo normal. Benedicto tuvo el valor de hacerlo porque no quería seguir adelante a causa de su salud. Esto no está en mi agenda por el momento”.
“Muerte de Benedicto XVI ha sido instrumentalizada”
Pocos días después de la muerte del pontífice alemán Benedicto XVI, su fiel secretario privado, el obispo Georg Gänswein, reveló que las relaciones entre los dos papas no eran tan idílicas y que al haber limitado la celebración de la misa en latín, rehablitada en 2007 por Benedicto XVI, el pontífice argentino le había “partido el corazón” a su predecesor.
Francisco respondió indirectamente a estos comentarios durante una charla con la prensa a bordo de un avión que lo condujo a Roma desde Sudán del Sur.
“La muerte de Benedicto XVI ha sido instrumentalizada por gente que quiere llevar el agua a su molino”, dijo.
“La gente que instrumentaliza a una persona así de buena, a un Santo Padre de Dios... Esa gente no tiene ética: es gente de partido, no de iglesia”, añadió Francisco al hablar por primera vez de los enfrentamientos internos y los ataques de los sectores más conservadores de la Iglesia tras la muerte, a los 95 años, del papa emérito alemán.
Autoritarismo, decisiones injustas, favoritismo... El llamado “método Francisco” desata odios y reproches, la mayoría provenientes de los sectores conservadores de la Curia, el gobierno central, que consideran demasiado laxo su enfoque doctrinal.
A mediados de enero, a raíz de la muerte del controvertido cardenal australiano George Pell, un periodista italiano reveló que el purpurado había sido el autor de una nota anónima que atacaba duramente al jefe de la Iglesia católica.
Pell, uno de los colaboradores más cercanos de Francisco, que contribuyó notablemente a poner orden en las finanzas del Vaticano, sostenía que el pontificado “era un desastre en muchos aspectos” y que la reconocida capacidad diplomática de la Santa Sede registraba “graves fracasos”, además de haber salido debilitada por la guerra en Ucrania.
*Con información de AFP