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“La situación es catastrófica”: Unicef hace un llamado para poder atender niños y familias atrapados en la Franja de Gaza
La guerra entre Israel y Palestina ha cobrado miles de víctimas mortales en los últimos días.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha alertado, este sábado, sobre la posibilidad de que cientos de miles de niños y niñas de Gaza se encuentran en una situación “catastrófica” tras una semana de contraataques israelíes sobre el enclave palestino en respuesta a la ofensiva lanzada por Hamás el pasado sábado.
Unicef ha insistido en la necesidad de que tanto Hamás como Israel declaren un alto el fuego inmediato en medio de un masivo proceso de desplazamiento de los residentes del norte del enclave, que han recibido una orden de evacuación por parte de Israel, a punto de intensificar todavía más sus ataques sobre la zona, sin descartar una entrada por tierra a gran escala.
A ello hay que añadir que “los niños y las familias de Gaza se han quedado prácticamente sin alimentos, agua, electricidad, medicinas y acceso seguro a los hospitales, después de varios días de hostilidades y cortes en todas las rutas de suministro”, denuncia Unicef.
Para su directora general, Catherine Russell, “la situación es catastrófica, con bombardeos incesantes y un aumento masivo del desplazamiento de niños y familias”. Russell aboga por “un alto el fuego inmediato y el acceso humanitario son las principales prioridades para permitir que los niños y las familias de Gaza reciban la ayuda que tanto necesitan”.
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Tenga la forma que tenga, Unicef reclama “una pausa humanitaria inmediata para garantizar un acceso seguro y sin obstáculos a los niños y niñas que lo necesitan, sin importar quiénes sean o dónde se encuentren” porque “existen reglas en la guerra” y “los niños y niñas de Gaza necesitan apoyo vital y cada minuto cuenta”.
Unicef estima que más de 423.000 personas han huido ya de sus hogares en Gaza para refugiarse en escuelas u hospitales, y algunos centros educativos han quedado dañados por los ataques.
También se ha advertido a los dos hospitales principales de Gaza, que se están quedando sin combustible y repletos de civiles heridos, que trasladen a los pacientes y al personal hacia el sur en apenas unas horas.
“En este momento, prácticamente no hay salida de Gaza para la población civil”, reitera el fondo de Naciones Unidas, cuyos trabajadores se enfrentan a un acceso “cada vez más difícil y peligroso”, si bien han declarado su intención de seguir trabajando.
“El personal de UNICEF permanecerá en el sur de Gaza para seguir ofreciendo apoyo a los niños que más lo necesitan”, añade el fondo antes de avisar que UNICEF ha distribuido casi todos los suministros de que disponía y se ha empleado a fondo para que mantener, aunque sea a una capacidad muy reducida, la única planta desalinizadora en funcionamiento en toda la Franja de Gaza”.
Esta planta proporciona agua potable a 75.000 personas, pero sin combustible podría detenerse pronto. También se han proporcionado suministros médicos y medicamentos a los hospitales, pero, dado el número de heridos, las camas de hospital y los medicamentos esenciales (incluidos los anestésicos) se están agotando rápidamente.
Francia moviliza 7.000 militares tras un ataque extremista en una escuela
El Gobierno francés decidió movilizar hasta 7.000 soldados para incrementar la seguridad en todo el país después de que un profesor muriera apuñalado y otras tres personas resultaran heridas en un ataque en una escuela de un antiguo alumno sospechoso de radicalización islamista, según dijo este sábado, 14 de octubre, la oficina del presidente.
Algunos niños y trabajadores regresaron a la escuela de Gambetta-Carnot, en la ciudad norteña de Arras, cuando reabrió el sábado por la mañana tras un ataque el viernes que conmocionó a Francia en un contexto de tensiones globales por la guerra entre Israel y Hamás.
Las autoridades antiterroristas investigaban el ataque y el supuesto agresor y otras personas permanecían detenidas, según la fiscalía. El sospechoso es un checheno que asistió a la escuela y que había estado vigilado por los servicios de inteligencia por su posible radicalización.