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“La violencia garantiza el éxito”: la polémica frase con la que el cofundador de Uber habría pedido pelear contra los taxistas en Francia
Una investigación de The Guardian tiene contra las cuerdas a la empresa de movilidad, que habría enviado a sus conductores a “contraprotestar” ante las huelgas de taxis en 2015.
La polémica empresa estadounidense de movilidad mediante aplicaciones Uber vuelve a estar en el ojo del huracán, luego de que el periódico británico The Guardian publicara en días pasados una investigación en la que se reveló que habría sobornado a políticos de varias naciones para hacer legal su servicio.
De acuerdo con el informe, dirigentes de la aplicación habrían accedido a contactos políticos que los acercaron a quienes podían dar vuelta a las leyes para permitir que los servicios de Uber operaran bajo la legalidad.
Uno de los apartados de la publicación de The Guardian menciona la ‘jugada’ de Uber en Francia, país donde ha sido bastante polémica la presencia de esta plataforma, que pone en aprietos a los taxistas tradicionales de los diferentes países.
Según conversaciones que salieron a la luz pública en la investigación, Travis Kalanick, programador y empresario estadounidense, además de cofundador de Uber, dijo a sus empleados en pleno debate de movilidad en 2015, que salieran a “contraprotestar” frente a las manifestaciones de los taxistas franceses que se oponían al servicio.
“Creo que vale la pena. La violencia garantiza el éxito”, fueron las palabras que el medio británico atribuyó al empresario. Estas conversaciones se habrían dado a través de WhatsApp y otras plataformas digitales.
Ante la publicación de The Guardian, Uber se pronunció y dijo que habían cometido errores, pero aseguraron que eso había quedado en el pasado desde 2017, cuando Dara Khosrowshahi asumió la dirección ejecutiva de la empresa.
“Le pedimos al público que nos juzgue por lo que hemos hecho en los últimos cinco años y lo que haremos en los próximos años”, le dijo la compañía al diario.
La polémica de Uber en Francia
El funcionamiento de Uber en el país europeo ha generado revuelo entre los taxistas, políticos y la población en general desde 2015, cuando el gobierno francés optó por regular el servicio, acogiendo a la legalidad la modalidad de UberX, que contrataba conductores con licencia en el país.
Sin embargo, la polémica la protagonizó más que todo el servicio de UberPop, que manejaba tarifas inusualmente bajas y no requería que sus conductores portaran licencia para movilizar pasajeros.
Este fue el detonante para que en ese año miles de taxistas salieran a las calles a protestar en contra de Uber, bloqueando vías, aeropuertos y estaciones de tren en ciudades como París, Niza, Marsella, Touluse, Burdeos, Lyon y Lille.
Los transportadores tradicionales se opusieron férreamente a la ‘ley Thevenoud’, con la que el gobierno francés le dio vía libre al servicio de transporte mediante la aplicación estadounidense.
Muchas de estas huelgas se tornaron violentas, dando lugar a enfrentamientos entre los taxistas y algunos conductores de Uber, que incluso llegaron a ser perseguidos por los primeros.
Ante algunas denuncias que decían que Uber seguía prestando su servicio de UberPop a pesar de estar prohibido, en junio de 2015 las autoridades francesas detuvieron a gerentes de la compañía en ese país, por prestar un servicio ilícito, y Uber suspendió finalmente esta modalidad.
De hecho, en su momento, el ministro del Interior, quien posteriormente fue primer ministro de Francia (2016 - 2017), Bernard Cazeneuve, respaldó a los taxistas y aseguró que este era un servicio ilegal, prohibiéndolo e instando a las autoridades a que velaran porque no funcionara en el país.
En diciembre de 2021 fue noticia en la prensa francesa que la Oficina Central de Lucha contra el Trabajo Ilegal continuaba con la investigación que adelantó desde 2015 en contra de la plataforma estadounidense, aparentemente por las malas condiciones en que tenía a sus conductores.
Ese mismo mes, la Comisión Europea (CE) publicó un paquete de medidas con el que pretendía mejorar las condiciones laborales en las plataformas digitales, paquete en el que incluyó a algunos prestadores de servicios como Amazon, Airbnb y Uber.