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La zona de exclusión aérea, una herramienta improbable frente a Rusia en Ucrania
Le declaración de esta medida significaría una declaración de guerra contra Rusia.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha incluido entre sus reivindicaciones a los socios internacionales la imposición de una zona de exclusión aérea. Pero, ¿en qué consiste y por qué parece improbable en el caso ucraniano?
Una zona de exclusión implica la prohibición de sobrevolar el espacio aéreo de un determinado país o territorio, bien sea por protección de instalaciones estratégicas o por contextos bélicos. Se aplicó, por ejemplo, como respaldo a la intervención militar en Libia en el año 2011, aunque ya en los noventa se utilizó en Irak o en los Balcanes.
Aplicar esta medida requiere de una potencia ejecutora, es decir de un país o bloque que sea capaz de interceptar e incluso derribar a las aeronaves que se salten la zona de exclusión. Zelenski no ha detallado en ninguno de sus discursos, quien actuaría en el caso de Ucrania, aunque hay pocas dudas de que sus ojos miran a la Otan.
Son necesarios medios militares para aplicar el veto, por lo que en este caso implicaría que la Otan se metiese de lleno en un conflicto donde Rusia está al otro lado. Una Rusia que precisamente ha instado a la Alianza Atlántica a retirar sus manos del este de Europa, en particular de Ucrania.
Por ahora, la Otan se ha limitado a reforzar su presencia en el este de Europa y ya ha dejado claro que no tiene previsto enviar tropas a territorio ucraniano. El compromiso bélico con este país se circunscribe a medidas como las que ampara ahora la UE, con envíos bilaterales o multilaterales de armamento.
El excomandante de la Otan Philip Breedlove, que encabezó las fuerzas de Estados Unidos en Europa, deja claro en una reciente entrevista a Foreign Policy que declarar una zona de exclusión aérea es en sí mismo “un acto de guerra”, en la medida en que se debe hacer que se cumpla. Sin embargo, acto seguido se muestra partidario de dar el paso, preguntando si “nos vamos a quedar mirando” cómo Putin arrasa Ucrania.
El temor general es que la guerra derive en una escalada aún mayor, en vista de que Moscú por ahora no afloja el ritmo. Putin ha puesto en alerta a sus fuerzas nucleares como respuesta a las sanciones internacionales.
Cierre de puertos
Muchos países ya han decidido realizar bloqueos de tipo naval a Rusia. El Reino Unido anunció el día martes el cierre de algunos de sus puertos a barcos que tengan bandera rusa o que provengan desde ese país.
Así mismo, Canadá prohibirá la entrada de barcos comerciales y embarcaciones de pesca con bandera rusa a los puertos y aguas canadienses, anunció el martes el Ministerio de Transporte, después de que el Reino Unido tomara una decisión similar debido a la invasión rusa de Ucrania.
“Rusia debe rendir cuentas por su invasión de Ucrania. Hoy estamos tomando medidas para cerrar las aguas y los puertos canadienses a los barcos de propiedad rusa o registrados en Rusia”, expresó en Twitter el ministro Omar Alghabra.
Se espera que la prohibición entre en vigor a finales de esta semana, según un comunicado. “Esto tendrá un impacto económico significativo”, les dijo a periodistas el jerarca, indicando que “otros países estaban considerando” tomar la misma medida.
El gobierno con sede en Ottawa también anunció el martes un paquete de ayuda humanitaria de 100 millones de dólares canadienses para Ucrania y los países vecinos.
La ONU y sus organizaciones asociadas lanzaron el martes un llamamiento de emergencia para recaudar 1.700 millones de dólares destinados a ayuda humanitaria a Ucrania.
La organización internacional estima que 12 millones de personas necesitarán ayuda en Ucrania, así como más de 4 millones de refugiados que podrían huir de los combates con los rusos.
*Con información de EP
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