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Las claves detrás de la difícil extradición del expresidente de Perú, Alejandro Toledo
Alejandro Toledo, expresidente peruano condenado por haber recibido millones de dólares en sobornos de Odebrecht, sería extraditado desde los Estados Unidos, ¿qué le espera al nefasto exmandatario?
Hace 22 años, en noviembre del 2000, el pueblo peruano marchaba para derrocar a Alberto Fujimori en la manifestación conocida como ‘Los Cuatro Suyos’, curiosamente muy similar a las que se llevan a cabo en este momento en el país vecino. Fue ahí donde, como caído del cielo, llegó Alejandro Toledo, quien sacó al país de la recesión y lo devolvió a la senda productiva después de las crisis de los anteriores mandatos.
Esta semana, se conoció que Toledo volvería a Perú también en medio de una crisis política. Solo que en esta ocasión bajará de un avión desde Estados Unidos, con un par de esposas y condenado por corrupción y lavado de activos. Seguramente le esperarán largos años tras las rejas en su país, donde es considerado ya un personaje marcado en la infamia.
Sin embargo, cuando ya parecía que su vuelta al Perú era inminente, un juez estadounidense suspendió la extradición de Toledo por una semana, tiempo en que el expresidente podría conseguir una resolución que aumente la pausa de la medida, por lo que tardará al menos un par de días saber si finalmente regresará a su país a rendir cuentas con la justicia, que lo acusa de bastantes cosas.
Al exmandatario, la Fiscalía peruana le rastreó la escandalosa cifra de más de 11 millones de dólares por cuenta de la constructora brasileña Odebrecht, que, a cambio de recibir los contratos para obras públicas en Perú, llenó los bolsillos de los funcionarios del exmandatario.
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La defensa de Toledo argumenta que él reconoció que recibió el dinero, pero también aseguró que no sabía que se trataba de sobornos, algo que para el pueblo peruano resulta insólito, más porque los funcionarios de su Gobierno recibieron otros 18 millones de dólares. Según las revelaciones de la constructora brasileña, era el mismo mandatario el que les solicitaba las millonarias coimas.
Y fue su misma defensa la que pegó el grito en el cielo cuando se había aprobado la extradición. El miércoles 22 de febrero, sus abogados apelaron ante la Corte del Distrito Norte de California para revocar la decisión. Finalmente, Toledo se salió con la suya, de momento amparado en un caso de habeas corpus, que podría ser clave para saber si termina volviendo a Perú, o si de momento se queda en Estados Unidos, que es la voluntad del corrupto exmandatario y de su defensa legal.
En su momento, Toledo llegó a esgrimir extraños argumentos, como decir que el dinero se debía a una indemnización a su suegra, una judío-belga, por lo ocurrido en el Holocausto nazi. La afirmación fue rápidamente desmentida por su exvicepresidente David Waisman, miembro de la comunidad judía, la cual rechazó las excusas de Toledo con vehemencia, tachándolas de ridículas.
Durante un tiempo, el exmandatario estuvo oculto en los Estados Unidos; sin embargo, las peticiones de extradición hicieron que fuera capturado en 2019 y estuvo detenido hasta que le dictaron casa por cárcel, medida que se ha mantenido hasta que se apruebe su regreso a territorio peruano.
El futuro de Alejandro Toledo pinta oscuro con las acusaciones que tiene en su contra. En su momento, antes de huir a los Estados Unidos, la Fiscalía peruana estaba pidiendo más de 20 años en su contra. Esto engruesa la lista de expresidentes peruanos manchados por escándalos de corrupción durante su gestión, como ya lo están Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski, Martín Vizcarra y ahora Pedro Castillo. Otro integrante de ese grupo es Alan García, quien se suicidó cuando pretendían capturarlo. Habrá que esperar la sentencia de la justicia norteamericana para ver si Toledo vuelve para rendir cuentas.