Mundo
Las manchas en las manos de la reina Isabel II y su postura habrían revelado su estado de salud en sus últimos días
La reina Isabel II estuvo en un evento el pasado martes 6 de septiembre.
En la visita a la nueva primera ministra británica, Liz Truss, hubo un detalle que muchos pasaron por alto y fue el saludo que tuvo la reina Isabel con la mandataria.
Allí se le pudo ver en su mano una gran mancha azul, además de no tener una postura rígida, sino más bien encorvada, revelando que físicamente no estaría bien, a pesar de asistir a esa reunión el pasado martes 6 de septiembre.
Las fotografías que se tomaron en ese momento fueron pasadas por alto y ahora serían una prueba que revelarían el mal estado de salud que presentaba la reina en esos momentos. Además, si se le compara su postura con la que ha tenido en eventos anteriores, como cuando se reunió con Boris Johnson en 2019, se pudo ver a una mujer mucho más erguida.
Los médicos de la reina Isabel II mostraron en los últimos días su “preocupación” por el estado de salud de la monarca y recomendaron entonces que permaneciera “bajo supervisión médica” en el castillo de Balmoral, en Escocia, según un comunicado publicado por el Palacio de Buckingham.
“Tras una nueva evaluación, los médicos de la reina están preocupados por la salud de Su Majestad y han recomendado que permanezca bajo supervisión médica. La reina sigue cómoda y en Balmoral”, señalaba el escueto comunicado.
Tras ello, el príncipe de Gales, Carlos de Inglaterra, y la duquesa de Cornualles, Camilla Parker Bowles, se desplazaron a Balmoral, confirmó en su momento Clarence House. Asimismo, el príncipe Guillermo, duque de Cambridge, también se desplazó a la residencia.
Minutos después, la primera ministra británica, recalcó que “todo el país está profundamente preocupado por las noticias desde el Palacio de Buckingham”. “Mis pensamientos y los de la gente de todo Reino Unido están con Su Majestad la reina y su familia en estos momentos”, subrayó.
El comunicado del Palacio de Buckingham fue publicado después de que la reina, de 96 años, aplazara una reunión telemática con su Consejo Privado, que aglutina a asesores políticos de la monarca, después de que los médicos le huieran aconsejado descansar tras el “día completo” que tuvo el martes con el cambio de inquilino en Downing Street.
Dicho cambio de agenda se sumó a la lista cada vez más amplia de anulaciones de actos de Isabel II, siendo una de sus ausencias más simbólicas la que se produjo en la apertura de la sesión parlamentaria, cuando cedió a su hijo y heredero, el príncipe Carlos, la lectura del discurso del Gobierno.
La reina, que estuvo casada durante 73 años con el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, hasta su fallecimiento en abril de 2021, tenía cuatro hijos, ocho nietos y doce bisnietos. El orden de sucesión establece que el hijo mayor asciende al trono en caso tras su fallecimiento, normas que fueron enmendadas en 2013 para garantizar que los hijos no tenían preferencia sobre sus hermanas mayores, en caso de haberlas.
De esta forma, el príncipe Carlos es el heredero de la reina y ascenderá al trono tras el fallecimiento de la monarca. El segundo en la línea sucesoria es el príncipe Guillermo, mientras que el hijo mayor de este, el príncipe Jorge, figura en tercer lugar.
Con información de Europa Press