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Las muertes de migrantes que intentan cruzar fronteras alcanzaron cifras récord en 2024, según la ONU
Miles de extranjeros han perdido la vida al abandonar su país e intentar llegar a uno nuevo, los recortes presupuestales de EE.UU. ponen en riesgo las operaciones de agencias de ayuda humanitaria.

De acuerdo con la Agencia de las Naciones Unidas para las Migraciones al menos 9.000 personas murieron el año pasado al intentar cruzar las fronteras. La cifra rompe un preocupante récord por quinto año consecutivo, este número es el doble del que se reportó en su momento en el 2020.
La Organización Internacional para las migraciones (OIM) dijo este viernes, 21 de marzo, que se registraron 8.938 muertes el año pasado, pero que la cantidad podría ser mayor, ya que muchos de los fallecimientos no se reportan.
“El aumento de muertes es terrible en sí mismo, pero el hecho de que miles de personas permanezcan sin identificar cada año es aún más trágico”, escribió en el informe Julia Black, la coordinadora del Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM.

Por su parte, el director general del organismo, Ugochi Daniels, anunció que “el aumento de muertes en tantas regiones del mundo demuestra por qué necesitamos una respuesta internacional e integral que pueda prevenir más pérdidas trágicas de vidas”. Además, resaltó que cada pérdida es devastadora “detrás de cada número hay un ser humano”.
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Según el comunicado, Asia fue el continente donde más se presentaron muertes de migrantes que cruzaban la frontera, con 2.778 fallecidos. Le sigue el Mar Mediterráneo, con 2.452 y África, con 2.242. Así mismo, se informó que los datos de América aún no están disponibles, pero el año pasado se reportaron casi 1.300 muertes -341 en el Caribe-. En Europa 233 migrantes murieron.
Y, en un nuevo y alarmante récord, 174 extranjeros perdieron la vida mientras intentaban cruzar el peligroso Tapón del Darién, en la frontera entre Colombia y Panamá, que muchos migrantes usan para llegar hacia Estados Unidos.

La noticia llega después de que OIM anunciara que suspendería muchos de los programas “que salvan vidas” en todo el mundo, y días después de que despidiera a cientos de trabajadores debido a los fuertes recortes federales que ha implementado el gobierno de Estados Unidos. Según la agencia, estas medidas afectarán a millones de personas que abandonan su país de manera voluntaria o involuntariamente.
La OIM, que tiene su sede principal en Ginebra, es uno de los organismos más importantes que ayudan a las personas desplazadas y que ha sufrido de los despiadados recortes presupuestales del gobierno de Donald Trump.

Desde su vuelta a la Casa Blanca, el republicano ha manifestado su intención de reducir los gastos federales, incluso abrió el Departamento de Eficiencia Gubernamental (Doge) -que dirige el multimillonario Elon Musk- para llevar a cabo la misión.
Así, a partir de mediados de enero, cientos de agencias han tenido que reducir sus labores y cerrar programas por falta de presupuesto. A su vez, muchos empleados públicos fueron despedidos sin un argumento sólido, poniendo en riesgo el futuro de muchas familias.
Ante la situación, organizaciones de derechos humanos han señalado que millones de personas en situación de vulnerabilidad se verán afectadas por las desiciones del presidente.