Equidad de género
Las mujeres podrían ser mejores cirujanas que los hombres
Estudios demuestran que los pacientes operados por mujeres sufren menos complicaciones posoperatorias.
Dos recientes estudios, realizados en Canadá y Suecia y publicados en JAMA Surgery, sugieren que los pacientes tratados por cirujanas obtienen mejores resultados posoperatorios en comparación con los que son atendidos por sus homólogos masculinos.
El estudio retrospectivo canadiense, dirigido por el doctor Christopher Wallis de la Universidad de Toronto, reveló que los pacientes tratados por cirujanas presentaban una menor probabilidad ajustada al riesgo de resultados posoperatorios adversos a los 90 días (12,5 % frente a 13,9 %) y al año (20,7 % frente a 25,0 %). Los resultados también reflejaron un menor índice de mortalidad a los 90 días y al año.
Wallis comentó a la revista MedPage Today que aunque muchos estudios sobre cirugía se centran en resultados a corto plazo, “estos datos a largo plazo son paralelos a los datos a corto plazo”.
El equipo de Wallis analizó las complicaciones médicas, la readmisión en el hospital y las tasas de mortalidad después de la cirugía en casi 1,2 millones de pacientes de Ontario entre 2007 y 2019. Los registros incluyeron 25 procedimientos quirúrgicos diferentes en el corazón, el cerebro, los huesos, los órganos y los vasos sanguíneos.
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Las mujeres se tomaron más tiempo
Por otro lado, el estudio sueco, liderado por la doctora My Blohm del Karolinska Institutet de Estocolmo, se centró en colecistectomías, encontrando que los pacientes atendidos por cirujanas tuvieron menos complicaciones y estancias hospitalarias más cortas. Los datos de 150.000 pacientes suecos descubrieron que los pacientes tratados por cirujanas sufrían menos complicaciones y permanecían menos tiempo en el hospital que los tratados por hombres. Las cirujanas también se tomaron más tiempo operando, lo que podría sugerir que trabajar a un ritmo más pausado puede resultar en un mejor cuidado posoperatorio.
Blohm señaló que, como ocurre con todos los estudios observacionales, los resultados deben tratarse con cautela, pero las conclusiones sugieren que la técnica quirúrgica y la asunción de riesgos podrían explicar algunas de las diferencias observadas.
Ambos estudios generaron reflexiones sobre cómo se practica la cirugía. Wallis dijo: “Nuestro objetivo no es culpar. Nuestro objetivo es comprender realmente la prestación de atención quirúrgica, para que podamos mejorar la atención de todos los pacientes”. Además, agregó que no se trata de cambiar a todos los cirujanos por mujeres, sino de entender las diferencias en la forma de ejercer la profesión para mejorar la atención.
Lecciones para los hombres
Blohm, por su parte, comentó: “En algunos países existe la creencia generalizada de que los cirujanos varones son superiores a las cirujanas. Curiosamente, la mayoría de los estudios publicados anteriormente indican que las cirujanas son al menos tan buenas como los cirujanos, o como en este caso, incluso ligeramente mejores”.
Las implicaciones de estos hallazgos son claras. Wallis reflexionó sobre lo que los hombres pueden aprender de sus colegas femeninas. “Hombres y mujeres difieren en su forma de practicar la medicina. Adoptar algunas prácticas que son más comunes entre las mujeres probablemente mejore los resultados para mis pacientes,” concluyó.
A pesar de las evidentes ventajas que presentan las cirujanas en estos estudios, es esencial abordarlos con un enfoque en el aprendizaje y la adaptación. El análisis y entendimiento de estas diferencias pueden conducir a una mejor atención quirúrgica para todos los pacientes, independientemente del género de su cirujano.
*Texto de la DW.
No cede el machismo: 9 de cada 10 personas tienen prejuicios contra las mujeres, según informe de Naciones Unidas
Las cifras no han variado en la última década, de acuerdo con el Índice de Normas Sociales de Género.
El sesgo contra las mujeres sigue tan arraigado como lo estaba diez años atrás y la equidad de género va en reversa. Así lo concluye una nueva entrega del Índice de Normas Sociales de Género, un reporte del Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD), del cual también se desprende que nueve de cada diez personas tienen prejuicios contra las mujeres por el hecho de pertenecer a ese sexo.
La mitad de las personas en 80 países, señala también el informe, creen que los hombres son mejores líderes políticos que ellas y 43 % opinan que sucede lo mismo en el campo ejecutivo y gerencial.
De igual modo, un cuarto de la muestra dijo que le parece bien que los hombres golpeen a las mujeres.
La información fue recolectada entre 2017 y 2022 y las conclusiones revelan que nada ha cambiado desde que se publicó la edición anterior del índice, que hizo acopio de datos recogidos entre 2005 y 2014.
El director de desarrollo humano del PNUD, Pedro Conceição, expresó al respecto de estos resultados: “Mi expectativa era ver algún progreso, porque, ¿qué puede haber peor que 9 de cada 10 personas tengan prejuicios contra las mujeres (como se vio en la versión anterior)?”.
El politólogo dijo que estaba esperanzado en mejoras en las cifras, dado que durante el periodo medido se dio el movimiento #MeToo y ha habido una mayor visibilidad de la forma en que esos prejuicios afectan a las mujeres.
“Desafortunadamente, hacer este ejercicio ha significado un impacto tras otro. La primera vez que lo hicimos, yo estaba asombrado por la magnitud del sesgo, y esta vez lo estoy por la falta de progresos”, explicó el funcionario.
La investigación puntualizó que los tabúes y preconceptos sobre las mujeres las afectan en los ámbitos laboral, político, de los negocios.
Así mismo, agregó, contribuyen al despojo y la violación de sus derechos humanos.
El informe también muestra la brecha salarial del 39 % entre hombres y mujeres, a pesar de que ellas hoy están mucho mejor educadas y preparadas para desempeñar todo tipo de cargos.
Para Anam Parvez, jefe de investigaciones de la organización Oxfam en el Reino Unido, “esto es verdaderamente alarmante y explica por qué el mundo está totalmente desviado en el objetivo de alcanzar la equidad de género para 2030″.
Igualmente, recordó que en 2021, una de cada cinco mujeres se habían casado antes de cumplir 18 años, 1.700 millones de mujeres y jovencitas vivían con menos de 5.5 dólares al día y que ellas siguen asumiendo tres veces más trabajo doméstico no remunerado que ellos alrededor del planeta”, expresó Parvez.
La especialista expuso que, al ritmo que marcha la situación, se necesitarán 186 años para cerrar las brechas en protecciones legales.
Los resultados del Índice “también explican por qué, si bien ha habido cierto progreso en la promulgación de leyes que promueven los derechos de las mujeres, las normas sociales siguen estando profundamente arraigadas y generalizadas”, señaló la investigadora de Oxfam.
Sin embargo, no todo es malo, de acuerdo con el criterio de Heidi Stöckl, profesora experta en violencia de género de la Universidad Ludwig-Maximilians, en Múnich, Alemania, quien cita algunos signos de progreso, como un incremento en las tasas de educación del género femenino en países como Bangladesh y una mayor representación de las mujeres en los campos de la política y la economía.